Bueno, ya estamos aquí. Hace ya más de una semana, pero he estado liada (para variar). Aquí va la crónica de nuestro viaje a Euskadi.
Lunes 12.09.2005
Salimos a las 6 de la mañana, y a eso de las 9:30 ya estabamos casi en Bilbao. Desde el punto de vista de los vascos, claro (“Patxi, que ya estamos en Bilbo, qué viaje más corto ahibalaostia!”). Es lo que pensamos al ver una señal de la “feria de muestras” de Bilbao… a 263 kilómetros de allí. A esa señal no le pude hacer foto, pero sí cuando sólo faltaban 215.
Llegamos a Zumaia (donde nos íbamos a alojar) hacia las 11:30, y después de dar unas cuantas vueltas gracias a la gentileza de ViaMichelin (rotondas inexistentes, giros prohibidos… qué horror!) encontramos la casa. Una chica nos lleva hasta nuestra habitación, bastante pequeñita pero bien, sin vistas al mar (ya lo sabíamos), y cuando ve al niño con el portátil le pregunta si va a trabajar con él (habíamos visto en Internet que la casa tenía conexión ADSL gratuita), nosotros decimos que sí (como buenos frikis :P), y nos dice que esa es la única habitación sin conexión. Ya es casualidad! Después de mirarlo bien, no tenía otra habitación disponible durante las tres noches que íbamos a estar (y no es que nosotros insistiéramos en lo de Internet, la mujer se preocupó ella sola!), así que… nos ofreció el apartamento!! O sea que tuvimos 2 lavabos, 2 habitaciones (sólo utilizamos una, claro :P), una peazo cocina-salón, una salita con su sofá y su tele, y un balcón con unas vistas impresionantes sobre el mar y Zumaia… a precio de habitación doble!! Nosotros flipando.
Ahora viene lo mejor: después de hacer la ficha, explicarnos 4 cosas, etc., la chica nos dice que se va a ver qué pasa con el teléfono, que no les funciona, a ver si se lo arreglan. Muy bien: tanto preocuparse por darnos una habitación con Internet y resulta que no tienen teléfono!! (no phone, no net). Y en los 3 días que estuvimos seguía estropeado, jaja. Pero kein problem, a nosotros siempre nos siguen las wireless y esta vez no fue menos, así que con un poco de malabarismos nos podíamos conectar.
Comimos en una típica taberna en Zumaia y luego nos fuimos a ver los pueblecitos de la costa. Primero paramos en Getaria, donde hay un cartel de bienvenida que hasta te da la bienvenida en català!! Allí pasó lo que tenía que pasar en cualquiera de nuestros viajes: encontrar kartoffels. Pero en este caso la Deutsche Connection no acaba aquí. Había una especie de monumento, en ese momento no sabíamos qué era, al que se podía subir para ver las vistas. Estando arriba, también había unos catalanes (es que estamos en todas partes). Había una inscripción en euskera y debajo una lista de nombres y ciudades. Parecían nombres de pescadores o marineros y sus ciudades de origen. Pues no os imagináis de dónde era uno de esos marineros… de una ciudad sin mar, precisamente. Un tal Hans era de Aachen!!
Ese día la oficina de turismo estaba cerrada (los lunes no abren, una norma estúpida como otra cualquiera: qué pasa, que los lunes no hay turistas?), así que no pudimos saber qué era, pero el jueves, antes de marcharnos, pasamos por ahí y estaba abierta, así que despejamos la duda… El monumento es a Juan Sebastián Elcano, que nació en Getaria. Y los nombres corresponden a los marineros que llegaron con él a Sanlúcar de Barrameda. Según la entrada del explorador en la Wikipedia, Hans era cañonero.
Después fuimos a Zarautz, otro pueblecito muy bonito pero demasiado masificado. Karlos Arguiñano tiene un restaurante allí, y en verano hacía algunos programas desde la playa… que es la más larga de Gipuzkoa. Hasta a mí que no me gusta la playa me venían ganas de bañarme!
Cenamos en Zumaia, y nos dimos cuenta de que en el norte la comida es… diferente. De primero pedimos una simple ensalada mixta. Un tomateee… un atún (tun turuntun)… unos espárragos… (aclaro que a mí los espárragos y el atún no es que me gusten demasiado, pero aquello estaba buenísimo!) y el Txakolí también me encantó!! (considerando que el vino blanco no me gusta…)
Martes 13.09.2005
Teníamos pensado ir a Donosti, pero miramos la previsión del tiempo (vivan las wireless!) y parecía que por allí llovería, así que cambiamos los planes y nos fuimos a Bilbo. Por la mañana estuvimos por el casco viejo, y por la tarde vimos la parte nueva: el Guggenheim, San Mamés, el K-tuin… El Guggenheim lo vimos por fuera, que el arte (y menos el moderno) no nos va… El edificio es muy guapo, pero lo que me pareció curioso es que está como entrelazado con un puente bastante cutre y viejo. Es decir, cuando hicieron el museo tuvieron que esquivar el puente feo.
Más cosas curiosas: paseando por un parque, nos hizo mucha gracia ver que en unas canastas había una inscripción prohibiendo colgarse de los aros… en kartoffel!! Y no estaba ni en castellano ni en euskera!! En una parada de autobús había un anuncio de una academia de idiomas con la frase: ¡ahibalaostia! pues. Y como en Bilbao son más chulos que nadie, los pasos de cebra los hacen en diagonal!! Para qué cruzar 2 veces la calle cuando con una vez ya llegas al sitio que te interesa, la esquina opuesta?
En fin, que Bilbao no es tan feo como todo el mundo dice (el casco viejo es bonito), pero tampoco mata. Cenamos en Getaria, una ensalada mejor si cabe que la del día anterior, y el niño se comió el mejor chuletón de buey que había probado nunca. Definitivamente, si queréis comer bien, id p’allá arriba!
Miércoles 14.09.2005
Esta vez sí que fuimos a Donosti. Por la mañana vimos el casco viejo y subimos (caminando, buf!) al Monte Urgull, donde hay unas vistas impresionantes de toda la ciudad. Comimos de pintxos en el casco viejo, hay una calle que es toda de bares, vas paseando por allí y sólo de mirar las barras llenas de platos de pintxos te entra hambre aunque no sea la hora de comer, jaja. Primero entramos en uno, pedimos un plato, nos pusimos nuestros pintxos… y cuando vamos a pagar, nos pregunta cuántos habíamos cogido!! Qué buena fe, no? Después fuimos a otro, y éste sí que se apuntó lo que cogíamos… Por cierto, una cosa que me hizo gracia es que en los bares… tenían TriNa de manzana! En los bares de Barcelona es inexistente, y en los supermercados está en vías de extinción 🙁 (tengo que decir que me encanta el TriNa de manzana? Bueno, en realidad me gusta todo lo que lleve manzana).
Después de comer fuimos a pasear por el paseo de la Concha, a lo largo de la playa de ídem. No sé si fue muy buena idea, porque pegaba un sol importante, un poco más y nos insolamos :P. Vimos por qué a la playa de la Concha se la llama así (a parte de por la forma de la bahía, claro): la forma que da el agua a la arena en la orilla.
Luego cogimos el coche y nos fuimos hacia el Monte Igeldo. Se suponía que era como el Tibidabo, una montaña con un parque de atracciones. Pero nos sorprendimos al llegar (después de una gran excursión, no estaba bien indicado y nos perdimos bastante, jaja) y ver una señal de “Toll – Peaje”. Eing? Pozí, hay que pagar por entrar al monte. En realidad el parque de atracciones es bastante cutrecillo y tiene más de feria que de parque de atracciones (pagas por cada atracción en la que te subas, por eso la entrada al parque es baratilla). Eso sí, las vistas no tienen precio.
Para acabar la tarde fuimos al peine de los vientos. Allí estuvimos un buen rato, haciendo un montón de fotos. En realidad son 3 esculturas, aunque en esta foto sólo se ve una… Y no me resisto a poner la foto que más me gusta, una silueta hecha involuntariamente…
De vuelta a Zumaia, estábamos bastante cansados y el niño quería ver el Barça–Bremen (el Bremen jugó el año pasado contra el Aachen la final de la copa de Alemania el finde de mi cumple, y lo vimos en el Chico Mendes, aix…), así que fuimos al Eroski y compramos 4 cosas para cenar (ya que teníamos cocina, había que aprovecharla un poco no?)
Jueves 15.09.2005
Antes de ir para abajo, fuimos a Zarautz porque el niño quería darse un chapuzón en el Cantábrico, luego compramos algunas cosillas (atún turuntun y Txakolí, básicamente :P) en el mercado de Zarautz, y carretera y manta!
De camino paramos a ver Pamplona. La verdad es que no tiene nada de especial, sólo vimos el casco antiguo y es bastante feo… Quizás lo único que hace gracia es ver las calles por donde pasan los toros en los Sanfermines… son estrechísimas!! Como era mediodía, todas las tiendas estaban cerradas, y el niño quería comprar Pacharán, asi que fuimos… a un Caprabo!! Me hizo gracia ver (al menos aquí en Barcelona no lo he visto, a ver si ahora he descubierto la pólvora!) que vendían packs cubata: una botella de vodka y 2 latas de fanta!!
Y eso es to, eso es to, eso es todo amigos! Si has llegado hasta aquí y no te llamas Cristina, te felicito, porque menudo megapost me ha quedado! Próximamente, las crónicas de Lady’s Summer (por entregas :P).
Editado 22.02.2006: he sustituido las fotos (estaban en Blogger) por las que acabo de subir a Flickr. El resto, en el set ¡ahibalaostia! pues
Saturday, 14 de March de 2009, a les 13:12
[…] entramos a ver la exposición de Takashi Murakami. Salva y yo ya habíamos estado en Bilbao en 2005 (curiosamente, casi coincidimos en fechas con Toni Maquero y Madalenas!), pero no habíamos […]