No soy muy fan de la típica frase “si me dieran un euro por cada vez que X, sería millonaria”, pero si me dieran un euro por cada vez que me preguntan qué tal la vida de casada… ya sabéis 😉 Y es que la vida sigue exactamente igual, Salva y yo llevamos 8 años como pareja, 5 años viviendo juntos, un papel y una alianza no cambian nada… o sí, porque por tonto que parezca, vuelves a la etapa del principio cuando todo son cariñitus y tonterías, lo de la alianza es una novedad (sobre todo para él, jamás ha llevado anillo… le hace gracia recordarme que la lleva, y las chocamos como si brindáramos xDD), me encanta soltarle un “meeeeec” cuando se refiere a mí como su novia (y todavía lo hace!)… que estamos como dos tortolitos, vamos :D Pero por más tontos que estemos, en la práctica no ha cambiado nada. Lo cual no significa que si volviéramos atrás no lo celebráramos… pero si nos lo pasamos de coña!!! Si no fuera tan caro, lo celebraría mil veces xD La semana pasada los fotógrafos nos dieron el vídeo (y las fotos, pero con ellas nos queda un montón de trabajo de selección y edición, puesto que hemos preferido retocarlas y preparar el álbum nosotros mismos) y no puedo dejar de verlo, nos lo pasamos taaan bieeen… :D

En el trabajo también ha habido algo de cambio. Empecé a ver cosas raras con la maquera antes de la boda (no la veía por la oficina, cuando le preguntaba me decía que tenía muchas cosas que hacer en el Cliente, cuando le pedía detalles me decía tareas que poco o nada tenían que ver con las telecomunicaciones – SAP, por Jobs, SAP!), lo comenté con el gerente y me dijo que el Cliente había pedido más dedicación (mi reacción fue “para SAP?!?!”, y él “para lo que RC quiera”), y recuerdo que esa tarde (2 o 3 días antes de la boda, no más) me rallé mucho con el tema, incluso lo comenté con Salva porque nada tenía sentido.

Durante la boda y el viaje el último tema que tenía en la cabeza era el trabajo (de verdad, fue una desconexión total en ese sentido… ni siquiera miré el mail, los marcaba todos como leídos directamente), y cuando volví, el primer día en la oficina el gerente viene y después del “qué tal el viaje?” de rigor, me dice que le acompañe a un despacho. Miedo. Nos sentamos, y me lo suelta: “el Cliente ha fichado a la maquera”. Ojos como platos. Me explicó cómo había ido todo, que antes de irme de viaje ya lo sabían (aunque el cambio de compañía no había sido hasta la semana anterior) pero no habían querido decirme nada “para no preocuparme, y que me fuera de viaje tranquila” (como supondréis, causaron el efecto contrario… ese día justo antes de la boda sí que le di vueltas a la cabeza porque no entendía nada… pero en cuanto salí de la oficina el 19 de abril ya no pensé en ello hasta el 7 de mayo), que aunque la maquera asumiría parte de las tareas que veníamos haciendo, el Cliente quería seguir contando con nosotros para tareas relacionadas con Telefónica (concretamente, RC había pedido que yo volviera a estar en el día a día… afortunadamente mi empresa dijo que no), que estaban perfilando una oferta para poner un junior con dedicación parcial y semipresencial, en la que yo seguiría de jefa de proyecto.

Desde el primer momento le dije que iba a ser difícil establecer la frontera entre maquera y nosotros. Y efectivamente, no está siendo fácil, más cuando la maquera es una inepta (tengo un borrador con varias cagadas suyas del año pasado, al final no lo publiqué por no hacer más sangre del tema :P) e intenta marcar territorio (eh, que el cliente ahora soy yo) de las maneras más absurdas. Ejemplo: para abrir una nueva oficina o hacer ampliaciones de una existente, la petición nos tiene que llegar de RC (o de ella, ahora). Normal, no puede venir cualquiera a pedir líneas que luego pague el Cliente :P Pero una vez RC nos ha dicho “se abre la oficina X”, con quien hablamos para saber qué hay que instalar es con el informático de la zona, y no validamos lo que nos pide con RC (el informático es responsable de pedir acorde a las necesidades, y RC siempre está en copia para levantar la mano si el informático pidiera algo absurdo). En los primeros días, el junior asignado (que es T3, por cierto) gestionó una apertura de una oficina (que vino por los canales establecidos, y acordamos la configuración con el informático) con Telefónica, la maquera saltó con “estas cosas validadlas con nosotros antes”. Lo que me reí…

En esta nueva etapa hacemos bastantes menos tareas que hasta ahora (el Cliente ha contratado menos horas que cuando empecé yo en 2008), los proyectos de mayor envergadura los llevará la maquera y nosotros estamos para las peticiones pequeñas (para lo cual creo que no te hacen falta ingenieros, un mono ya te puede escribir mails de “quiero una línea de voz y un ADSL” a Telefónica, pero ha sido el Cliente quien ha decidido estas tareas… Salva y yo tenemos nuestra propia teoría de por qué), así que el traspaso a T3 ha sido de lo más sencillo, después de un par de semanas ya lo he dejado solo ante el peligro (aunque tendré que ir de vez en cuando a hacer seguimiento con RC). Así que todo sigue igual.

Cuando explico que el Cliente ha fichado a la maquera, la gente piensa que me siento mal porque nunca me lo hayan ofrecido a mí. Nada más lejos de la realidad, no solo porque yo no quiero trabajar para el Cliente (llevo casi 4 años intentando deshacerme de él :P) sino porque sé que RC está contento conmigo (si pidió que volviera yo!) y todo ha sido bastante casual y las circunstancias han propiciado el tema (resumiendo: la maquera echó el CV en una oficina del Cliente… para trabajar en el área de negocio del Cliente, no en telecos/informática; el de la oficina vio que ella “ya trabajaba allí” así que alertó a su responsable, RC; a RC no le habían dejado fichar a nadie en años, pero se jubilaba una persona del departamento y aprovechó la oportunidad para, en lugar de sustituirla – esta persona hacía temas de soporte a usuario y gestión de inventario de PCs, asumir sus tareas entre varios e incorporar otra persona con un perfil más “de proyectos”). A mí lo único que me molesta de que la hayan fichado es tener que seguir soportándola, y como cliente… sobre todo cuando la caga.

Lo que me parece más curioso es haber descubierto, una vez ya no está, que mi opinión sobre la maquera era completamente extendida en toda mi empresa. La opinión profesional (el gerente me dijo, literalmente, “a nosotros el Cliente nos ha hecho un favor, nos hubiera hecho mucho más daño que te fichara a ti”) y la personal (todo el mundo estaba harto de su cantinela “yo valgo mucho más y aquí no me aprecian”, no tenía otro tema de conversación, muchos evitaban bajar a desayunar/comer con ella para ahorrarse el sermón).

Tranquilos, no os dejo con las ganas de saber la teoría que manejamos Salva y yo… creemos (y por conversaciones con el gerente, creo que él también lo piensa) que nos tiene allí, haciendo tareas “de mono”, por nuestro (mi) conocimiento de la empresa… para que cuando la maquera la cague haya alguien allí para arreglarlo. Esto se acentúa cuando nos dicen que en principio no llevaremos el Call Center… miedo me da lo que puede liar ella con el Call Center :P

Aquest post es va publicar el Saturday, 7 de July de 2012, a les 17:32, i està arxivat a estudies o treballes? i reflexions i that's life. Podeu seguir les respostes al post a través del feed RSS 2.0. També podeu deixar un comentari, o bé fer un trackback des de la vostra pàgina.