Dentro de 4 días hará 10 años que hice mi primer pastel, que puede considerarse el germen de mi afición a la repostería. Hoy hace 4 años que los Reyes me trajeron Pan Casero (grandioso libro de Ibán Yarza, puro amor por el pan), que tiene la culpa de mi fascinación por el pan (aunque antes de eso ya había hecho cosillas con masas fermentadas).
Siempre digo que los pasteles son fáciles: mezclas una serie de ingredientes (el único truco es ser exacto con las cantidades), lo metes al horno a la temperatura adecuada durante un tiempo determinado y listo. A partir de aquí, te puedes complicar la vida lo que quieras: desde nada (vivan los Bundts!) hasta montar un layer cake y decorarlo con puntitos o rosas (el de las rosas era para el cumple de la hija de unos amigos, otra amiga les preguntó dónde lo habían comprado :D).
Pero el pan es alucinante. Mi cabeza explota cuando pienso en que mezclas harina, agua y levadura, y sin hacer apenas nada, se convierte en pan (magia!). Con su corteza crujiente y su miga esponjosa. Pero a partir de aquí también te puedes complicar muchísimo: desde la pizza (sin amasado), los molletes (el amasado consiste en 4 pliegues, pierdes más tiempo esperando entre pliegues que amasando :P) o los baozis (aquí sí hay que amasar, pero es una masa súper manejable, no se pega nada desde el principio) hasta los bollos de cardamomo (aquí la masa se pega un poco a las manos) o el pan-pan (en este caso la complicación venía al añadir las semillas, la masa se hace inmanejable y eso me desespera).
O el roscón de Reyes.
Recuerdo que cuando ojeaba Pan Casero, el día de Reyes de 2014, pensaba “pues estaría bien hacer el roscón el año que viene”. Pero me imponía respeto. Una masa con una elaboración larga, con mantequilla, difícil de amasar… y es que tengo que reconocer que lo de tener las manos sucias lo llevo regular (tirando a mal :P), de hecho a veces cuando una masa se me pega tiro de Naranjita, pero me siento un poquito mal cada vez que lo hago :’)
Así que año tras año he ido pasando. Pero cada año me lo planteaba. Cada año miraba el vídeo de Ibán Yarza en Robin Food (en ETB o en Telecinco), pero me tiraba para atrás el momento mantequilla (el roscón lleva bastante mantequilla, y lo que hacen es amasar primero sin ella hasta obtener algo manejable, luego añades la mantequilla, y se te desparrama, se rompe… EL HORROR).
Hace poco me estaba quedando sin Icing Sugar así que hice una compra online de bastantes kg en una tienda de repostería. Para amortizar los gastos de envío siempre me repaso la tienda entera, vi que tenían un kit para roscón (con la corona, el rey y el haba) y me pareció una señal. Pero pregunté a Salva y me dijo que no lo comprara. Pero llega Navidad, y los padres de Salva nos dicen que este año no harán comida de Reyes porque es mucho follón. Y si eso no es una señal… :P
Como yo no me lanzo a una de estas a la primera, hice un roscón de prueba pequeñito. Lo preparé el día de nochevieja; nada más mezclar los ingredientes aquello se pegaba muchísimo, así que le pasé el marrón a Naranjita, que estuvo un buen rato peleándose con ella, y luego con la mantequilla; después lo dejé fermentar un rato y lo metí a la nevera para hornearlo el día 1. Este planteamiento estaba destinado al fracaso: no me acordé de él hasta las 19h; lo saqué, lo formé y a las 21h aquello había crecido muy poco. Lo dejé un rato más, pero ya por pura falta de tiempo lo metí al horno igualmente. Resultado (no hay foto, se me olvidó hacerla :S): sabor decente (Salva dice que estaba bueno, a mí me pareció muy insípido) pero muy mazacote (le faltaba fermentación, está claro; en 2h lo normal es que sí fermente, pero al venir directamente de la nevera la levadura estaría dormida).
Pero esto no me desanimó, todo lo contrario. La gracia de hacer la prueba es cagarla al máximo para poder evitar los mismos errores en el definitivo (también me pasó con la coca de Sant Joan).
Así que ayer me puse de nuevo manos a la obra. Y esta vez en serio. Mezclé los ingredientes (a los que añadí ralladura de limón y naranja; Ibán los pone en Robin Food pero no en Pan Casero) en el bol de Naranjita, puse el gancho amasador por si acaso, pero estaba determinada a intentarlo de verdad. Y lo conseguí! Los 2-3 minutos después de añadir la mantequilla son muy desesperantes, pero en cuanto aquello volvió a ser manejable quería llorar de la emoción. Creo que hubo 3 cosas clave:
- Tener paciencia. Que se me pegaba? Pausa de 2 minutos y a seguir. Parece mentira pero tras ese minireposo se pega mucho menos (magia!). Aunque esto no sirve para el momento mantequilla, aquí hasta que no recuperas la masa no hay otra opción que seguir dándole.
- Ver una y otra vez la parte del amasado del vídeo de Robin Food. En serio, acababa y lo volvía a poner. Y cada vez que hacía una pausa en el amasado me lo volvía a poner.
- Usar guantes de vinilo (o látex, pero el vinilo me funciona mejor) para la primera parte del proceso, hasta justo después de superar el momento mantequilla (una vez recuperas la masa, si la amasas 2-3 minutos adicionales y le das una pausa de 2 minutos más, al volver ya no se pega casi nada). Esto igual solo me sirve a mí, por mi aversión a las manos sucias (odio lavarme las manos llenas de pegotes de masa, secarlas y darme cuenta de que sigo teniendo pegotes… de esta manera los pegotes se quedaban en los guantes! De hecho si en la última parte amasé sin ellos es porque estaban tan pegoteados que no me los pude volver a poner xD).
Et voilà! Podría haber metido la masa en la nevera directamente, pero dado que justo en ese momento nos íbamos a ver la cabalgata y que no me importaba que se sobrefermentara en esa fase (siempre se puede desgasar), dejé que fermentara fuera. Y cuando volvimos era un monstruo.
Y esta mañana la he sacado, he dejado que se atemperara un rato, he formado el roscón, he escondido el rey y el haba (aprovechados de roscones de otros años xD) y lo he dejado. En una hora había crecido bastante, y en el rato que ha tardado el horno en calentarse tenía una pinta estupenda. Lo he acabado de decorar (con naranja confitada casera y otras frutas escarchadas compradas, las odio pero me obligó Salva xD) y al horno. Y media hora después… <3
Pero faltaba probarlo. Mis suegros han venido a comer a casa, y el menú lo ha patrocinado El Comidista (me encaaanta, el 99% recetas suyas que hemos hecho son de 10): de primero lentejas agridulces (aquí se ven mejor, de cuando me las hice para mí hace unas semanas) y de segundo tataki de atún con hummus de almendras.
Y para terminar, el roscón. Que estaba súper esponjoso y súper aromático (en serio, nada que ver con el insípido de prueba, era sutil pero se notaba todo). Pero a Salva le ha tocado el rey y a mí el haba… ¿qué conspiración es esta?
Conclusión: me parece que hoy nos hemos autoadjudicado la comida de Reyes de los próximos años, roscón incluido. And so happy! :)
Monday, 31 de December de 2018, a les 20:42
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Tuesday, 31 de December de 2019, a les 12:22
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Saturday, 2 de May de 2020, a les 0:48
[…] cambio, la fiebre del pan sí me ha llegado. Bueno, tenía carnet de panarra de antes, eh? Pero es cierto que no había hecho muchos panes-panes, lo mío eran más las cosas […]
Friday, 31 de December de 2021, a les 13:18
[…] hacer que otras veces (me agobia mucho que se me pegue la masa a las manos, temo especialmente el momento mantequilla), así que genial, vamos […]