¿Ya estamos a 31 de diciembre? Veamos qué he escrito otros años, tal día como hoy: 2005 / 2006 / 2007 / 2008 / 2009 / 2010 / 2011 / 2012 / 2013 / 2014 / 2015 / 2016 / 2017. Este año el contador de posts engaña, pues de los 5 escritos, 2 los saqué del congelador y 1 es la celebración anual del cumpleblog (igual que en 2017, me salté el otro post fijo, el de mi cumple :S)… y los 2 restantes son proezas en la cocina :P Así que de nuevo toca reconstruir de memoria…
La palabra del año es Quinjet. Ha sido otro periodo complicado a nivel laboral, así que prefiero quedarme con la locura que hicimos a principios de año (pero no adelantemos acontecimientos). Vamos con el 2018 para Lady Madonna.
El año empezó en Can Pin i Pon, con campanadas de tarde para los peques y the real deal para los mayores a las 0h. Las navidades terminaron estrenándonos como anfitriones y preparé mi primer roscón (en breve me toca empezar a hacer el de 2019 :D). Después, vuelta al trabajo, donde estrenamos oficina… y ya llevamos un año allí.
En febrero el blog cumplió 13 años. En marzo, Salva me convenció de empezar a mirar coche, ya que el nuestro ya tenía 13 añitos… y #senosfue. A final de mes le dijimos adiós al Astra y hola a Quinjet. Primer coche que vimos (luego vimos más, pero fue amor a primera vista), y tardamos 10 días desde que lo vimos hasta que lo estrenamos (con una excursión de un día a Sau y Rupit). Lo dicho, #senosva.
Abril empezó con la padrinada de rigor. Yo preparé mi tercera mona, una tarta de vainilla sencillita pero rosa, Martina flipaba con poder comerse el color rosa. Poco sabía yo entonces que eso le daría una idea muy loca… xD Para nuestro aniversario, repetimos norte de Europa: Helsinki. Y para terminar el mes, otra escapadita con Quinjet al sur de Francia.
Mayo significa cumpleaños. El de Salva lo celebramos en ABaC, el mío en el cine (por supuesto, luego en casa vimos otra peli, las tradiciones hay que respetarlas :P)… y en medio mis amigas y yo salvamos al mundo en un room escape (no fue el último del año!).
En junio preparé crema pastelera por encima de mis posibilidades xD Hice 3 cocas para Sant Joan (una de ellas la mítica de Llavaneres, rellena de crema)… y luego me tocó la que sorteaban en el mercado :P En la revetlla tiramos petardos con los peques, cenamos en familia y jugamos a un juego divertidísimo de la Play (de los que dan ganas de comprártela por ellos!).
En julio Martina hizo 3 años. Allá por mayo ya me había pedido “un pastís de xocolata groc i taronja”, y yo qué voy a hacer sino cumplir sus órdenes… y lo bien que nos lo pasamos!
En agosto Salva y yo hicimos un roadtrip por el norte de España en el que le dimos 3.000km de rodaje a Quinjet. Nos reencontramos con amigos, nos enamoramos de Cantabria, disfrutamos de Asturias (hasta con niebla!), comimos espectacularmente bien (omf nyam), nos bañamos en un río (y en el mar, pero no hay foto :P) y visitamos a mi familia. Acabamos agotados, pero fue genial… Salva, cuándo repetimos? :D
Justo cuando nosotros salíamos de viaje, Pere (aka el cuñao) se embarcaba (literalmente) en una nueva aventura como trabajador de un velero. En septiembre el velero hizo una parada de 3 días en Barcelona y aprovechamos para vernos… breve pero intenso.
En octubre Salva y yo celebramos 11 años de compañeros de piso con un día en Barcelona, comida y teatro… divertidísimo! El mes acabó con Castanyalloween, con la cara de Salva haciendo de lienzo para un grupo particular de artistas…
Noviembre empezó con visita express de Pere, ya desembarcado del todo y antes de volver a su vida en Potsdam. Familia, Granada, Pocha, videojuegos ochenteros… lo de siempre, vamos.
A mediados de mes murió William Goldman, y me sorprendí llorando como una tonta. Así que tuve que ponerme una peli guionizada por él, basada en su propia novela, y que me gustó bastante. No sé si mi cuerpo recordó la primera vez que la vi o qué, pero la semana siguiente me la pasé en casa casi a 39ºC de fiebre… por suerte, el antibiótico hace milagros y si el jueves estaba arrastrándome por los suelos y cancelando todos los planes que tenía ese fin de semana, el viernes ya volvía a ser persona, el sábado hice un escape room con mis amigas, me fui a comer con ellas y a cenar con los Capgrossos, y horneé un pastel oceánico para la fiesta de cumpleaños a lo Vaiana (aka Moana) de Beth del domingo. Chúpate esa, gripe/pulmonía/lo que fueras!
En diciembre hice el último pastel de cumpleaños del año, para la pequeña de los miniCapgrossos, Gal·la. Y poco más, hemos llegado a las navidades con las pilas muy gastadas y una necesidad física de vacaciones. Dormir, descansar… pero nos va la marcha, y decidimos irnos a ver a Pere a Potsdam. Inicialmente lo íbamos a hacer en standby, pero viendo que hay pocas combinaciones posibles entre Barcelona y Berlín, preferimos pillar vuelo confirmado, nos estamos aburguesando xD (ya adelanto que en 2019 volvemos a cruzar el Atlántico, y tampoco lo haremos en standby…) Si notáis que faltan fotos de este viaje en el post es porque está escrito antes de irnos (trampa!), pero es que volvemos el 31 por la mañana (viviendo al límite!) y con mil encargos que hacer para la cena de nochevieja… que repetiremos en Can Pin i Pon. Si me acuerdo ya le pondré link :P
Sin más, mosaico va: 2018 en 36 imágenes.