Me las prometía muy felices hace 3 meses (que parecen años). Pero fue acabar febrero y wow, that escalated quickly!
La semana del 9 de marzo tuvimos claro que #EastCoast2020 no iba a suceder. Hoteles reservados, billetes de tren comprados, mapa a medias (y así se quedará)… lo dejamos todo en standby (ojos que no ven…). Aún así, cuando el 6 de abril nos cancelaron el hotel de NYC, dolió. A un nivel irracional, sí, pero esa punzada en el estómago fue real. Pero cuando apenas un día más tarde nos cancelaron el vuelo, el sentimiento fue de alivio, porque después de semanas con miedo de que no nos lo cancelaran (pero que igualmente no nos permitieran volar, perdiendo el dinero o teniéndolo que cambiar por un vale), por fin teníamos la solución (a día de hoy todavía no nos han devuelto el dinero, pero bueno). Ese mismo día ya cancelé todo lo demás (Amtrak también nos devolvió el dinero pese a que los billetes eran no reembolsables!), y desde entonces, casi se me había olvidado que hoy nos íbamos. Lo que más pena me da es que podremos ir a NYC en otro momento, pero Salva no podrá cumplir 40 en NYC en otro momento. Que a él le da igual, porque odia su cumple, pero a mí no (que celebro los cumpleaños de mis gadgets, por Jobs!). Al menos lo podremos celebrar dando un paseo. Espero que en mis 40 nos podamos resarcir de todo esto (fingers crossed).
He empezado por #EastCoast2020 porque era nuestro gran viaje en 2020, pero también se nos han torcido otros planes: Salva se iba de despedida de soltero (a Tenerife) a finales de marzo (y la correspondiente boda teóricamente es en septiembre, pero a día de hoy no sabemos si se podrá celebrar), Pin i Pon tenían preparada una fiesta por todo lo alto a mediados de marzo para celebrar sus 40 años, Salva y Christian también estaban preparando su fiesta de los 40 para abril… aunque a Christian le hicimos fiesta sorpresa igual el día de su cumple. Ah, también teníamos una boda el 23 de abril, pero esto no lo cuento entre los planes torcidos porque se celebró igual (salimos en prensa y todo!).
Llevamos ya 2 meses trabajando desde casa, y se hace bastante pesado. Yo trabajo menos horas que antes, por puro agotamiento mental a las 8-9h tengo que descansar (en la oficina, tienes el trayecto hasta allí, la hora de comer, comentas algo con un compañero… hay bastantes momentos de desconexión; en casa, estoy a tope desde las 8h), pero el mismo agotamiento me impide hacer nada con el tiempo libre extra (las series se nos acumulan igual…).
He intentado evitar la repostería porque no era plan sin tener nadie con quien compartir el resultado. Los primeros días hice algunas de las recetas de galletas de CupcakeJemma, porque las puedes tener en el congelador y las vas horneando en tandas pequeñas (todavía me quedan unas cuantas), hasta que se me acabó la levadura Royal (pánico! Hasta la semana pasada no volví a encontrar). Este fin de semana me toca hacer pastel para el cumpleañero. Antes de todo esto me había pedido que hiciera el pastel para su fiesta con Christian, y ya estaba mirando ideas para sorprenderles… en la situación actual es inviable cualquier sorpresa, así que simplemente me ha pedido el pastel a la carta… pero no voy a desvelar qué tipo de pastel es (por si no me queda bien xD), tendréis que estar atentos a mi Instagram.
En cambio, la fiebre del pan sí me ha llegado. Bueno, tenía carnet de panarra de antes, eh? Pero es cierto que no había hecho muchos panes-panes, lo mío eran más las cosas raras (momos, molletes, baozis…). Pero la histeria colectiva panarra de la cuarentena me ha afectado, sí… la culpa la tiene Ibán Yarza, con sus directos en Instagram (en serio, algunos los he visto varias veces, qué bien explica), y la falta de levadura (la de pan) en el súper… y un sábado me animé a empezar una masa madre (algo que me había dado muchísima pereza siempre), justo 3 días antes de que Ibán empezara su #reretocucharilla (repetición del que hizo el año pasado en junio y del que no me perdí ningún directo). Y lo primero que hice con ella fueron unos molletes… oh my gods, qué molletes. No los vuelvo a hacer con levadura. Y desde entonces voy a pan por semana (que es lo que tardamos en gastarlos… sí, el pan aguanta bien toda la semana). Me encanta esa rutina de sacar la pelotita de la nevera los viernes por la noche, alimentarla, volverla a alimentar el sábado por la mañana, guardar otra pelotita en la nevera y con el resto hacer un nuevo pan. Esta semana repito pa de pagès, el no tener que greñarlo (se me da fatal, como se puede ver en el pan de caserío xD) es un punto a favor de esta receta. Y hacemos unos grilled cheese con pan de masa madre que te mueres de ricos.
Estamos cocinando un montón. Hoy lo comentábamos en el Telegram de la GReaderGang: nos estamos gastando bastante más de lo normal en “compra” (a cambio, no gastamos en nada más). Antes de todo esto, nosotros solíamos cocinar doble ración sábados y domingos para tener tupper de lunes a jueves. Ahora, a veces seguimos haciéndolo (y así entre semana hacer la comida es un momento), pero a veces hacemos cosas rápidas en el momento. Los viernes siguen siendo día de planificar, y los sábados, a la compra. Lo malo es que no podemos ir los dos (nos vamos turnando, mañana le toca a Salva). Echo de menos los sábados de mercado con Salva, pero espero que vuelvan.
El descubrimiento de la cuarentena ha sido Dabiz Muñoz. He pasado de apenas conocerle (en plan “sí, es el chef ese que está un poco loco”) a querer que acabe esto YA para poder ir a alguno de sus restaurantes. Me estalla la cabeza con su creatividad, pero me estalla aún más con el hecho de que es un tío que no tiene nada que demostrar, que probablemente esté cocinando en su casa por primera vez (ya me entendéis), que podría hacer cosas sencillas (o no) para su familia pero pierde el tiempo en compartir sus recetas, y sus trucos, y los porqués de cada ingrediente y cada paso, con el mundo (en este sentido me recuerda a Ibán Yarza, los 2 son generosidad pura). Estoy aprendiendo un montón y me lo estoy pasando genial. Y ya le hemos copiado varias cosas, pese a los reparos de Salva por la complejidad de sus recetas. Y es que estos espaguetis caldosos con almejas tienen 5 o 6 elaboraciones distintas, y ensuciamos todos los cacharros de la cocina, pero estaban TAN. BUENOS. Salivo de recordarlos, creo que con esto se ganó la aprobación de Salva… justo ese fin de semana hubo un día en que “la serie” que miramos a mediodía fueron todos los vídeos de recetas de Dabiz. Y es que aunque no todas nos apetezcan, siempre aprendes algo: como cuando consigue un sabor a la brasa sin brasas. O cuando de una hamburguesaca sacas una receta de salsa rosa que sabe a salsa rosa pero con un montóooon de matices más que la típica salsa rosa. En serio, me he enamorado.
Echo de menos a los amigos. A mis padres. A los MiniCapgrossos. Nos vemos por videoconferencia, pero no es lo mismo. No sé si cuando podamos vernos en persona será peor, muchas ganas de abrazarlos y no poder hacerlo.
Mañana me toca pastel. El domingo varios Facetimes/HouseParties (no son sorpresa, Salva me prohibió las sorpresas así que me he pasado la semana recordándole que la gente le querrá felicitar). El lunes a teletrabajar de nuevo. Y así seguiremos. Quedan 26 días para mi cumple. ¿Los cumpliré confinada?
To be continued…
P.S. este año el resumen va a ser cortito, me podré saltar 2 o 3 meses xD
Wednesday, 27 de May de 2020, a les 22:57
[…] #yomequedoencasaperolavidasigue […]
Thursday, 31 de December de 2020, a les 16:02
[…] #yomequedoencasaperolavidasigue […]
Thursday, 27 de May de 2021, a les 18:45
[…] #yomequedoencasaperolavidasigue […]
Friday, 31 de December de 2021, a les 15:18
[…] la mona fue comprada, ya que el lunes de pascua estábamos en #Chicago2019, y en 2020 estábamos encerrados en casa)… este año Martina quería una mona de nata con un unicornio, et voilà. La padrinada fue un […]
Thursday, 28 de December de 2023, a les 11:02
[…] this? Por alguna razón (ejem… #loputovirus) no llegamos a hacer el viaje a #eastcoast2020… pero 2023 fue el año […]