La TDT, hoy por hoy, no tiene mucho interés.
No lo he dicho yo (al menos, yo no lo he dicho hoy).
Este mediodía, mientras comíamos, mi padre me ha sorprendido con estas bonitas palabras (mi hermana, otra analfabeta tecnológica pese a que estudia telecos, le preguntaba si compraría otro cacharro).
No he podido aguantar la risa, aunque he disimulado como he podido por no crear una bronca de la nada.