Arxius de August, 2006

Antes que nada, perdóname Salva por estar todo el rato pendiente del móvil, de enseñarte esto y lo otro y darte envidia ;), pero es que mi tochito (manía mía, los móviles tienen que tener apodos: el S55 era el pequeñín, el SL55 el huevito y éste, pequeño precisamente no es) es una pasada!!

Y cuando ya habíamos dejado de hacerle caso al móvil, va y me suena. Lo saco del bolso, y no doy crédito a lo que veo: Celia! La Orejona! Para su cumple (9 de agosto) yo le había enviado un SMS, pero no sé por qué no sabía que había sido yo (aunque suponía que era alguien de Aachen, porque la llamaba Orejona y le preguntaba sobre una cena que había tenido la noche anterior con los amigos de Salva que en su ruta sureña pasaron por Cádiz). Parecía que estábamos destinadas a no encontrarnos a la vez pero esta vez hemos podido hablar un rato.

Me ha explicado que está de animadora en un hotel en Marbella, pero que en octubre se vuelve a ir de Erasmus a Alemania (esta vez a Berlín), a ver si acaba la carrera por fin (ha estudiado Filología Hispánica, no t’ho perdis!). Está muy contenta, me ha dicho que a ver si vamos a verla! “Aunque tú ya has estado en Berlín, no?”, dice. Uy, sí, pero fue toda una odisea! Ojalá podamos hacerle una visitilla 🙂

Me ha preguntado qué tal me iba todo, le he dicho que hace poco he cambiado de trabajo (de hecho hacía tanto que no hablábamos que creo que no sabía nada del trabajo antiguo), le he explicado un poco la historia, pero cuando más ha flipado es cuando le he dicho que trabajaba con Carla. Las casualidades de la vida…

Entonces me ha preguntado si seguía con Salva, yo le he dicho que sí, que lo tenía al lado, y me ha dicho que se lo pasara. Han estado hablando un rato también, y mientras yo me iba emocionando…

My iPhone iPhone menu
Uy qué perdida voy… Entre que siempre he tenido Siemens (de hecho sólo he tenido 3 móviles, y todos de la serie 55, es decir que tenían exactamente el mismo menú, sólo que según la gama – he tenido el C55, el S55 y el SL55 – tenían más funciones o menos) y que éste (es un iPhone eh? :P) tiene muchísimas más opciones que el que usaba hasta ahora (el SL55), no me entero.

Lo primero que he hecho al conectarlo al PC, como véis, ha sido ponerle el tema de Apple, que me había bajado hace un par de días gracias a cierto blog (y yo que cuando lo publicó no le hice ni caso, pensé “pa qué, si no tengo un Nokia”, y mírame, dos meses después). Ahora a ver si puedo copiarle todos los emepetreses para que cuando me llamen suenen melodías frikis. Seguiremos informando.

Por cierto, que la portabilidad ha tardado los 10 días clavados. Estaba yo tan nerviosa esta mañana que en cuanto he mirado el móvil y he comprobado que ya no tenía cobertura de Amena, no he podido volver a dormirme. Pero incluso levantándome antes que de costumbre, he olvidado llevarme el viejo Alcatel de mis padres (les he dado el cambiazo por el S55, prefería deshacerme de la carraca de Alcatel que de mi pequeñín), que pensaba llevar para el remóvil. Así que en lugar de ir a la Phone House directamente desde el trabajo, he tenido que volver a casa a por el Alcatel. Aix…

Repasando los posts que tenía guardados en Alesti (como en el trabajo no tengo ordenador propio no quiero personalizarlo mucho ni andar loggeándome en las páginas, así que cuando quiero profundizar en un post o marcarlo para seguir los comentarios con co.mments me lo guardo en Alesti [qué bien va esa opción, mucho mejor que el Mark new de Bloglines, así tengo todos los posts pendientes juntos] y en casa lo repaso), me he acordado de lo de esta mañana.

Estaba yo entre trabajando (poco), haciendo ver que trabajaba y leyendo feeds, cuando en un post de mi chico en Apple Weblog, aparece el siguiente comentario de Hugo:

Que razón llevas con lo de que los PPC aún siguen vivos, además lo mejor de los iMac G3 que comentas es lo sencillo que resulta instalarles Mac OS X. Es una cosa sencilla, sencilla, funciona a la primera y sin reventarse el cerebro probando cosas raras, se hace un pispás sin complicaciones de ningún tipo. Lo que se dice un “it just works” de verdad.

La carcajada que he soltado nada más leerlo ha sido difícil de disimular. Y es que no es normal reírse haciendo tablas de Excel interminables.

Si no te enteras de qué va la historia, puedes leer esto, esto y esto, pero el resumen es que Salva se compró un iMac G3 y le ha costado Dios y ayuda instalarle Mac OS X 10.3 Panther (venía con Mac OS Classic).

3 días. Eso es lo que he tardado en leerme El curioso incidente del perro a medianoche. 268 páginas, 233 capítulos. No, no soy un maquinón ni hay prácticamente un capítulo por página, el asombroso número de capítulos es sólo una de las mil cosas curiosas que hay en el libro: los capítulos están numerados con números primos.

Me ha parecido fascinante, muy enternecedor. En ocasiones te ríes, en otras pasas miedo o te enfadas, y en otras te emocionas. Y es que el relato está narrado en primera persona por el protagonista, Christopher. Y él cuenta las cosas tal como las ve (además nunca dice mentiras), detalle a detalle (tiene muy buena memoria), aunque no siempre es capaz de entender el significado de las cosas, sobre todo si se trata de dobles sentidos, emociones o lenguaje corporal. Pero como él lo explica en su libro, el lector sí que entiende estos detalles (por ejemplo él puede explicar que otro personaje que está hablando con él, se lleva las manos a la cara y se va, y tú entiendes que ese otro personaje está triste y se ha ido a llorar para que Christopher no le vea, pero él no).

Digo que lo explica en su libro porque la novela es un proyecto de Christopher, quiere describir en un libro la investigación que lleva a cabo sobre la muerte de Wellington, el perro de su vecina. Como gran fan de Sherlock Holmes (atención si no has leído El Sabueso de los Baskerville, que lo destripa enterito), pone en práctica sus métodos para descubrir al asesino… pero al final descubre muchas otras cosas.

Absolutamente recomendable. Si eres algo geek, te sientes identificado en algunos aspectos con Christopher. No quiero dar muchos detalles porque lo realmente interesante es ir leyendo el libro, que está plagado de curiosidades y problemas matemáticos. Y es que Christopher es un gran aficionado a las matemáticas (véis? Ahí me he visto, como la rarita del cole a la que le gustaban las mates), y a veces para no ponerse nervioso hace cálculos mentales.

Pero no me resisto a citar un fragmento del capítulo 19, porque esas palabras podrían haber salido de mi boca perfectamente.

[…] He decidido usar en mis capítulos los números primos 2, 3, 5, 7, 11, 13 etcétera porque me gustan los números primos. […]
Yo creo que los números primos son como la vida. Son muy lógicos pero no hay manera de averiguar cómo funcionan, ni siquiera aunque pasaras todo el tiempo pensando en ellos.

Y me he quedado clavada un rato en la última palabra del apéndice, QED… hasta que he recordado las clases de cálculo de primero de carrera y el Queda Entonces Demostrado. Jeje, sonrisilla cómplice hasta en la última palabra.

Y ahora me voy a ver un capítulo de Alias (o más, tengo 4 descargados), porque mi novio es un fungolero y no quería perderse la Supercopa de Europa (era eso no?). Desde luego, lo de bajarse las series por Internet engancha. Con Alias había decidido que no lo haría, pero claro, durante las semanas que estuve fuera, con Cuatro poniendo fútbol a la mínima de cambio, no me quedó otro remedio. Pero es que desde que he vuelto sigo poniendo capítulos a bajar! Eso sí, igualmente los sábados la veo en Cuatro o la grabo (de Internet la veo a trompicones, es que cuando un capítulo acaba en tensión y tengo el siguiente descargado, no soy capaz de no verlo… pero el ritmo de uno o dos semanales es más calmado y permite seguir mejor las tramas), así repaso 😛

Estaba yo esta mañana leyendo opiniones en Ciao sobre mi ansiado nuevo móvil (es eso o morderme las uñas, hoy me ha llegado un SMS confirmando la portabilidad para el lunes, y yo que me había hecho ilusiones de que tardara menos, al final serán los 10 días de rigor… toquemos madera!), cuando de repente me he encontrado esta perla:

♪♪Lo MeJoR…
– La cámara es genial. Hace unas fotos divinas y se ve todo perfectamente (os pongo alguna fotico que he hecho con el móvil, aunque aquí se ven peor porque las he tenido que pasar con el Blootooth (sic) y ha perdido calidad).

Claro, lo bueno se ha quedado entre los dientes.

La opinión en sí no tiene desperdicio, pensaba que era una adolescente hasta que he curioseado otras opiniones suyas y he descubierto que tiene… 21 años! Amo a vé, yo no era así, no? Esta juventud… 😛

Salva, ya he quitado el captcha 😉

Desde siempre me he fijado en las matrículas de los coches. Cuando íbamos los veranos al pueblo de mi padre, me pasaba la mitad del trayecto (la otra mitad iba durmiendo :P) mirando a los demás coches e intentando acertar de dónde eran (cómo echo de menos que las matrículas identifiquen la provincia!), si no lo sabía le preguntaba a mi padre.

Otra cosa que siempre me ha hecho gracia es ver algún elemento relacionado de alguna manera conmigo en lugares donde no es común. Y si lo juntamos con lo de las matrículas, pues siempre que veía un coche de Barcelona en el trayecto al pueblo, me ponía a gritar: “mira, uno de Barcelona!!”

Hoy, salíamos del trabajo Cris, otra chica y yo, íbamos hablando de relaciones de pareja (Cris se ha enterado de que uno del trabajo rompió con su novia hace 3 meses, llevaban más de 6 años), y hablando de las nuestras (Cris lleva 8 años con su novio, y la otra chica unos meses) Cris me ha preguntado cuánto tiempo estuvimos Salva y yo juntos en Alemania, y cuánto tiempo separados. Justo cuando le estaba contestando, ha pasado un coche con una matrícula que me sonaba: AC. Un coche de Aachen!

Esto, que ya de por sí es casualidad, me ha recordado algo que pasó cuando volvíamos de la Cerdanya. Estábamos ya en la nacional hacia Sant Vicenç, hablando de lo bien que lo habíamos pasado… y en un tramo de dos carriles, adelantamos (o nos adelantó, ahora no lo recuerdo bien) a otro coche con matrícula AC.

Si es que me emociono con cualquier chorrada…

Una de las desventajas de ser una empresa pequeña y no trabajar en un edificio de oficinas sino en una casa, es que no hay guardias de seguridad a todas horas, sino que la casa se cierra por las noches… y claro, por las mañanas alguien ha de abrir!

En la casa hay una verja, que se abre cuando alguien abre la puerta del garaje, luego una puerta para entrar en la casa y otra para la oficina en sí. Del garaje tiene llave (mando) todo aquel que quiera aparcar su coche dentro, pero de las otras dos puertas sólo tienen llave las gerentas, la administrativa y los jefes (los 2 socios). Representa que la administrativa es la que tendría que abrir, pero llega a la hora que le da la gana. Durante el año no hay tanto problema, ya que se entra a las 9 y la gente se ve que suele llegar puntual, pero ahora en verano que entramos a las 8, la gente se descuelga más. En mis primeras tres semanas (antes de vacaciones) siempre abría una de las gerentas, M, que llegaba entre las 7:55h y las 8:10h. Pero sigue de vacaciones, hasta el martes que viene. El lunes cuando llegué (10 minutos tarde gracias a las máquinas del metro) estaban todos esperando fuera, ya que la verja estaba cerrada. A las 8:15h llegó una gerenta, D (sólo hay dos gerentas de servicio y la otra, R, normalmente está en cliente y no para mucho por la oficina). El martes, tres cuartos de lo mismo (aunque yo ya pude coger el tren de las 7:30h y llegar puntual). Pero lo de hoy ha sido demasiado…

Llego puntualísima, la verja está abierta, subo hacia la puerta y sólo hay una chica. Al cabo de unos minutos llegó otra chica, y enseguida llegaron los demás (los chicos en general si llegan pronto se van al bar). A las 8:20h se presenta por fin la administrativa, mete la llave en la cerradura… pero no gira. Después de 5 minutos intentándolo, se desespera y pide ayuda, lo intentan unos cuantos pero nada (lo cual da una idea de las veces que ha abierto ella la puerta). Llama al jefe (en teoría los dos jefes siguen de vacaciones, pero él se ha pasado algún día por aquí) pero tiene el móvil apagado. Y D en teoría hoy viene a las 12h, antes tiene una reunión no sé dónde. Pero la llama igualmente, D ya estaba de camino a la reunión pero da media vuelta. Como todavía tardará, nos vamos al bar. Todos con unas caras de sueño que no nos aguantábamos (además ayer me acosté a la 1:30h, acción que no pienso volver a repetir hoy, que dormir menos de 4 horas y media no es bueno… aunque el lunes a las 22h ya estaba en la cama y ayer no estaba mucho más despierta que hoy), la mayoría nos tomamos un café… A las 8:50h llega D, le da la llave a la administrativa y se va; la administrativa y su grupillo (un par de seniors) se van hacia la casa, y los demás también, pero con la calma.

La puntilla: cuando llegamos a la casa, vemos que nuestros ordenadores están encendidos (pendientes de meter el login). Cabe decir que cada día los apagamos, así que la administrativa y sus acólitas han ido encendiéndolos uno a uno… Para que perdiéramos el menor tiempo posible, supongo.

La parte buena (que siempre hay que sacársela a todo) es que hemos trabajado una hora menos (y pobre de quien sugiera recuperarla, que todos estábamos allí a nuestra hora), aunque al final se me ha hecho muy largo, supongo que a partir de las 12h me ha entrado el bajón del sueño y las 3 horas restantes se me han hecho interminables.

Mañana no pillo el de las 7:30h ni de coña. Para estar 10 minutos (si hay suerte y no vuelve a pasar algo como lo de hoy) esperando de pie bajo el sol, prefiero pasar esos 10 minutos durmiendo. La verdad es que no lo entiendo. Me parece normal, si tienes cierto status, confianza, morro o como lo quieras llamar, llegar un poco más tarde de la hora (yo en mi antiguo curro solía llegar media hora tarde, pero no por impuntualidad, sino porque todo el mundo hacía lo mismo y no había trabajo). Pero si sabes que hay gente que depende de ti (para abrirles la puerta en este caso), sé un poco puntual!

Hoy hemos estado en la FNAC, y me he comprado un par de libros, ambos los había visto recomendados en blogs, a ver qué tal.

El primero lo vi hace tiempo en Tribulaciones de un guionista, se trata de Las aventuras de un guionista en Hollywood, de William Goldman. A alguien le suena el autor? Sí, es el autor de determinado libro y de la guionización del mismo (a parte de otros libros y guiones), del cual determinada blogger es tan friki que se ha visto la película incontables veces ;). Leed lo que resalta el Pianista, es puro Goldman. Lo he empezado a leer en el metro y en ocasiones (cuando habla de cuando iba al cine de pequeño) reconocía al mismo personaje que inventa de él mismo en la introducción de La Princesa Prometida. Tiene muuuy buena pinta, además a mí los intríngulis del cine y la tele me encantan (por algo leo al Pianista!), aunque viniendo la historia de Goldman, me temo que no hay que tomárselo todo al pie de la letra, pues es capaz de inventárselo todo: alguien que haya leído La Princesa Prometida recuerda la paja mental que se monta con la escena del reencuentro entre Buttercup y Westley? Por no hablar del autor original, Morgenstern. Que por cierto, también tengo en pendientes otro libro de Morgenstern, The Silent Gondoliers (creo que no está traducido, y en la web de la FNAC no está). También hay una segunda parte, Las nuevas aventuras de un guionista en Hollywood, que de momento no he comprado pero si la primera parte resulta tan buena como aparenta, no tardará en caer.

En cuanto al segundo libro, todo empezó con JPod, que me dejó Salva y me leí bastante rápido (muy divertido, por cierto). Al principio de la tercera parte, se hace referencia al Síndrome de Asperger (como siempre, más información en inglés), una variación del autismo un poco menos hardcore. En JPod, el personaje que lo comenta dice que el geekismo puede ser una manifestación de Asperger. El autismo de por sí ya me genera curiosidad (no sé por qué, pero me fascina), pero este autismo light es más interesante, pues los que lo padecen pueden llegar a desarrollar una vida más normal que los autistas pero con las capacidades sociales algo mermadas… Ahora que lo pienso, un profesor mío del instituto era muy rarito, había rumores de que era autista, posiblemente tuviera Asperger o algún otro síndrome relacionado con el autismo.

Justo antes de empezar las vacaciones, Wicho hizo una crítica de un libro que no le había gustado nada, pero al final hablaba de otro libro que sí, del cual hizo la reseña el verano pasado. Se trata de El curioso incidente del perro a medianoche, de Mark Haddon. And guess what! El protagonista tiene Asperger! Así que lo apunté en el móvil (tengo una nota con libros pendientes de comprar), y hoy en la FNAC sabía que quería el de Goldman y otro reciente del cual no recordaba el nombre, lo miro en el móvil, le digo el título a Salva y me da un libro y dice: este? Qué casualidad.

Justo ayer, con la vuelta al cole, había empezado el último de los 3 libros de Agatha Christie que compré en London, Cards on the Table, pero creo que lo pondré al fondo de la pila para empezar con el de Haddon (de hecho el de Agatha Christie ya lo leí hace años, al ser una relectura no me corre tanta prisa).

A ver si retomo la lectura regular, que con el Sudoku llevaba un añito sin leer apenas: en verano porque estaba en plena fiebre sudokera, cada microsegundo que tenía libre lo empleaba en poner numeritos en las casillas (incluso me quedaba hasta las mil despierta rellenando Sudokus!); después empecé a trabajar, y como sólo tardaba media hora en llegar (de hecho el trayecto en metro duraba 10 minutos), no valía la pena ponerme a leer porque como mucho avanzaba un par de páginas. Ahora que he cambiado de trabajo, tengo 20 minutos de metro hasta Catalunya, y luego otros 20 de Ferrocarrils Catalans, eso ya cunde más. De momento sólo he leído JPod, también acabé otro de los de Agatha Christie que había empezado hace meses, y ahora tengo estos 3 en la pila.

Ya tardaban. Si el viernes solicité la portabilidad, hasta ahora la única comunicación por parte de Amena había sido un SMS el sábado que decía:

Amena informa:Solicitud portabilidad recibida.Llama urgente al 2677 para conseguir mòvil con càmara video a 0Eu y paga menos en tus pròximas facturas.No+publi47

Y un enorme SIC. Los acentos abiertos (a la catalana) son para morirse (aunque tiene su explicación tecnológica: en los móviles no están los caracteres correctos), que se les acabe el espacio de 160 caracteres y no pongan el último dígito del número de atención al cliente (que es 470) es hilarante, pero lo mejor, esa urgencia con la que debo llamar para que me ofrezcan una mierdamóvil.

Por supuesto, no llamé. Antes de mirar los precios de los móviles en Andorra, llamé al teléfono del plan renove para ver qué me ofrecían, pero eran los mismos mierdamóviles que me ofrecen todos los meses con la factura, así que llamé a bajas. Es conocida la técnica de llamar a atención al cliente de tu operadora para amenazar con darte de baja para que te ofrezcan móviles a buen precio. De hecho el departamento de bajas no se llama así, es el de retención, porque precisamente intenta retener a un cliente que se quiere escapar. Tienen más libertad de actuación que los del plan renove (a parte de móviles, también te ofrecen descuentos en N facturas), pero al fin y al cabo, no tienen todos los móviles del mercado. Por si alguien no lo ha hecho nunca y teme que por probarlo le vayan a dar de baja realmente la línea, tranquilos, darla de baja es mucho más complicado (requiere enviar faxes… y que no se pierdan!). Lo realmente efectivo para dar de baja un número es solicitar la migración a prepago, te cargan un saldo que te cobran en la última factura, y sólo tienes que gastar ese saldo (o no) y olvidar la tarjeta para siempre.

Yo tenía muy claro lo que quería (un SL75, aunque al final he acabado cambiando de modelo :P), y ni en bajas lo tenían. Pero me ofrecían otros móviles (que luego he visto y son bastante feos), y un descuento del 20% durante 6 meses. Lo que me decía la operadora es que no me diera de baja, porque perdería mi antigüedad. Y de qué me sirve la antigüedad, si no puedo conseguir el móvil que quiero? Cabe decir que el SL75 está disponible en portabilidad y alta nueva, al menos en la Phone House. La chica me decía que también tenía accesos a ofertas y promociones (no he visto ni una, y eso que llevo más de año y medio con contrato… que por cierto, el año y medio que estuve de prepago no cuenta como antigüedad :S).

El caso es que hoy me ha llamado una operadora para decirme que habían recibido mi solicitud de portabilidad y quería saber por qué quería cambiar de operador. Porque quería un móvil nuevo y no me gustaban los que me daban, así de claro se lo he dicho. Me ha preguntado qué móvil quería, y le he dicho que el 6280 o el SL75, y que ya había llamado a renove y a bajas para pedirlo y no lo tenían. Me ha dicho que con el 6280 no trabajaban, y que el SL75 lo habían tenido pero estaba agotado. Entonces me ha salido con lo de la antigüedad, y yo le he dicho lo mismo que a la de bajas, que no me sirve de nada si no me dan el móvil que quiero (utilizo el verbo dar pero no significa que me lo regalen, que aquí nadie regala nada), me dice que puedo acceder a ofertas y promociones, que si me quedo con ellos me harán el 40% durante un año…

Me pregunta por qué me interesan esos móviles, porque podrían ofrecerme algunos de las mismas características, y le digo la verdad: por diseño. Porque ambos tienen características comunes a muchos móviles actuales (de gama media-superior), el Nokia es incluso algo superior, tiene 3G (que no utilizaré) y cámara (que tampoco). Y paso de arriesgarme a decirles que sí con el SL75 que ahora no tienen, para que luego me vengan con el uy, ahora no lo tenemos pero te damos uno de características similares.

Ella sigue insistiendo, y yo le digo que no, que ya me he decidido y no hay vuelta atrás. La tía lo interpreta como que ya había firmado con Vodafone, y me dice que parar el proceso es tan sencillo como enviar un fax (supongo que estos no se perderán tanto como los de bajas no? :P), que ellos se encargan de todo el proceso con la otra operadora… Le digo que no, que no es porque haya firmado unos papeles, sino porque yo he tomado una decisión, de hecho antes de tomarla llamé a bajas, porque no estaba descontenta con la operadora, simplemente quería un nuevo móvil, ellos perdieron su oportunidad (ni que yo fuera una cliente VIP, oyes! :P). No dudo que habrá gente que acepte estas contraofertas, pero yo no. Si me hubieran ofrecido el SL75, aún, pero ni eso. Y lo bueno es que la tía podía haber tirado por ahí, diciéndome que en una semana o dos lo tendrían (le he dicho claramente qué 2 móviles me interesaban) para retenerme, pero en el tema móviles ha ido más por los similares características, así que no creo que pudieran haberme ofrecido el SL75.

Me dice que me lo piense, que todavía tengo tiempo, y le digo que no, que no me tengo que pensar nada, que cuanto antes tiren adelante la portabilidad antes tendré mi nuevo móvil. Pensáis que aquí acaba la conversación? Nooo!! Cinco minutos más de piénsatelo, tienes tiempo, nunca se sabe… Sí, vale, gracias, adiós.

17 de juliol, 8 del matí. Vas cap al metro, és el teu primer dia de feina. Has de comprar una T50 de 2 zones perquè vas a Sant Cugat, així que vas a la màquina, selecciones el tipus de bitllet, la màquina et demana 46,20€, i tu fiques la targeta de dèbit per pagar. Al cap d’uns segons, la màquina et torna la targeta… però no surt cap bitllet de metro… Ho tornes a provar, i quan la màquina et torna la targeta et fixes en la pantalla i veus que durant tot just un segon es veu un lletreret vermell que diu:

Import superior al permès.

Com? Però si la teva targeta és de dèbit!! Parles amb un empleat del metro (ara ja no venen bitllets, tothom ha de passar per la màquina), que es pensa que tens un problema amb la targeta (a veure, diners hi tens, potser no molts però per comprar la T50 t’hi arriba). Proves amb l’altra màquina, i també amb la Visa, però sempre et dóna el mateix error. Finalment li preguntes si ell et pot vendre la T50, però no té màquines per cobrar amb targetes, i com és habitual, no portes 50€ a la cartera… Així que et comences a esverar. El tio reacciona i et deixa entrar, total com que a Catalunya has de fer transbord ja compraràs el bitllet allà (de totes maneres, et diu que si et para algun revisor – com si n’hi haguessin! – ho expliquis i diguis que truquin a la parada per confirmar-ho). I això fas. A les màquines del metro de Catalunya no tens cap problema per comprar la T50 amb targeta.

21 d’agost, 7 del matí. Primer dia de feina després de les vacances. Durant tot el mes d’agost, el metro està tallat per obres entre la teva estació i una altra, així que la teva estació és la primera del recorregut. Això, lluny de ser una bona notícia, és fatal, perquè la concentració de gent és infinita (hi ha un autobús que recorre les estacions sense servei, i la gent arriba més de cop). A més, has de tornar a comprar una T50, i hi ha una cua impressionant. Per sort, una de les dues màquines no torna canvi, així que la gent que porta bitllets per pagar (la majoria) fan cua a l’altra, i tu, com és costum, vols pagar amb targeta. Selecciones el tipus de bitllet, fiques la targeta, te la torna, i boom! No hi ha bitllet. Com que ja no recordes el primer incident, preguntes a un dels empleats (ara són molts, fins i tot estan venent bitllets) si no t’haurà cobrat l’import. S’ho miren a l’ordinador i no ho veuen, així que tornes a provar. Ara sí, et fixes en la pantalla i què apareix? El famòs lletreret vermell (durant un segon, no més).

Ara sí que recordes l’altre incident, així que vas directament a l’empleada que t’ha atès i li expliques que la màquina et dóna un error, que no és la primera vegada, que vas a Sant Cugat i que si et poden deixar passar, que ja compraràs el bitllet a Catalunya. La tia entra cap a dins de la taquilla, parla amb no sé qui, torna a sortir i et diu:

És que hi ha un import màxim que pots pagar amb targeta. És per si te la roben, que no puguin fer gaire despesa.

I aquí tens la solució al misteri! Finalment et deixen passar, et diuen que la propera vegada portis diners en efectiu (molt bé, cada vegada que hagis de comprar un bitllet nou et tocarà passar abans pel caixer!), i mentre viatges cap a Plaça Catalunya empaquetat com en una llauna de sardines, penses: però si jo l’altra vegada la vaig poder comprar amb la targeta!

Efectivament, vas poder… a les màquines de Catalunya. Quina diferència hi ha entre les màquines? Que les de Catalunya et demanen el PIN. Aleshores, la pregunta que et fas és: Per què no tenen una mica de criteri els senyors de TMB, i posen a totes les seves instal·lacions el mateix tipus de màquines? Preferentment les que et demanen el PIN, perquè és una murga haver de recordar que has d’anar a treure diners cada vegada que hagis de comprar una nova T50… Que si fos la T10 (6,65€), vale, perquè 10€ normalment els portes a sobre, però 50€… almenys, jo no.

(sí, si em funcionés labelr, això aniria a la categoria Rage)