El sábado comenté que por la noche había quedado con los de la uni, pero aún no he explicado nada de ello!!

El niño al final no vino, pero le perdono porque estaba muy rallado ;). Fuimos a tomar algo a La Maquinista, y me explicó que en el trabajo lo tenían bastante puteado, que seguramente tendría otra Semana Fantástica… En principio tiene que entregar algo el 22 de Julio y él empieza las vacaciones el 25, durante 3 semanas… Realmente las que le interesan son la del 25 (son Les Santes, las fiestas de Mataró) y la primera de Agosto (el 6 es su santo, ahora ya podéis descubrir cómo se llama, jeje!), y pidió una tercera adyacente a estas 2, le dieron la siguiente. Por eso retrasé la fecha de volver a la tele hasta el 25. Pero es posible que la fecha de entrega se retrase (se quedaría sin vacaciones?). Cuando le preguntó a su jefe si sus vacaciones seguían en pie, él (que no es uno de los más cabrones de la empresa) le respondió: “Si no te vas de vacaciones, será por tu bien”. Así, tal como suena. A ver, puedo aceptar quedarme sin vacaciones, lo que no puedo aceptar de ninguna de las maneras es que encima me digan que es por mi bien… Casi mejor que le hubiesen dicho “Pues te jodes, pringao“. Imagino que vale, le fastidiarán los días que él tenía previsto, pero esas vacaciones acabará disfrutándolas no? Aunque no lo tengo muy claro, porque de momento no hay indicios de que vaya a poder recuperar, ya no las horas extras que hizo en la Semana Fantástica (parezco publicidad de ECI, con lo poco que me gusta!!), sino los 3 días festivos (dos sábados y un domingo) que trabajó durante esa semana (que en realidad fue más de una semana, 10 días exactamente).

No conseguí convencerle de que saliera para animarse. Yo entiendo que no quisiera venir con mis amigos, no los conoce mucho y es posible que se rallara, y más teniendo en cuenta de que ya venía rallado… Pero le dije que saliera con sus amigos y tampoco hubo manera, lo que quería era buscar curro como loco en infojobs e ir a dormir pronto.

Bueno, yo sí que salí aunque se me habían quitado un poco las ganas… Habíamos quedado a las 23:30h en el Pitilingorri, pero como yo hacía año y medio que no iba y no me acordaba muy bien de dónde estaba, quedé con Jordi a la salida del metro (Drassanes) para ir juntos. Yo quería quedar a las 23:20h, pero él me dijo: “El Duke siempre llega tarde!”, y como es cierto, quedamos a las 23:30h. Yo estaba allí a la hora, puntualísima como siempre (siempre que el transporte me lo permita, claro, que a esas horas no es raro tener que esperar 10 minutos por un metro…), pero él no había llegado. A los 5 minutos salía del metro Pere, un compañero de la uni al que hacía tiempo que no veía. No pertenecemos precisamente al mismo círculo de amigos, pero a veces hemos salido juntos, e incluso el año pasado, cuando yo estaba en Aachen y él en Bruselas, vino de visita un fin de semana. Pues nada, yo le paro y le saludo, le pregunto cómo está y qué hace… Y me dice: “Pues me parece que voy al mismo sitio que tú”. Jaja, el Duke le había llamado y se había apuntado a la fiesta!! Le dije que si quería que esperara conmigo a Jordi, que seguro que el Duke todavía no había llegado.

5 minutos después, llegaron el Prati y su novia. La historia de estos era mejor: habían ido hacia el bar, pero no lo habían encontrado, y adentrándose en las calles del Gòtic se habían perdido! Pues nada, esperaos con nosotros… Un poco más tarde aparecían el Duke, Natalia, Xavi y un amigo de ellos. Quién falta? Jordi!! Que llegó unos 20 minutos tarde. Así que al final fuimos todos juntos hacia el Pitilingorri, y menos mal que fuimos todos juntos…

El Pitilingorri tiene 2 entradas. Una de ellas, la que siempre utilizamos, es a través de una calle estrecha. Llegamos allí y… En esa callecita hay una alfombra roja!! Miramos hacia arriba, a ver si nos hemos equivocado de bar, y en el cartel pone “Fusion”, en letras blancas y con fondo fucsia. Fusion Music BarHay un tío delante dando flyers, al ver nuestras caras nos dice: “Es un bar nuevo, lo hemos abierto hace un par de semanas… Con estos flyers os darán un xupito gratis”. Nos tomamos el xupito y nos vamos no? Es increíble, la última vez que fui al Pitilingorri fue justo antes de irme a Aachen, nos lo pasamos muy bien como siempre, y no sabía que ese bar, año y medio después, dejaría de existir, y que aquella vez sería la última!! Snif snif. Por si alguien no conoce el Gòtic, aquí hay 2 tipos de bares: los guarros y los que están llenos de guiris. El Pitilingorri era de los primeros (aunque no era de los más guarros, pero sí que era auténtico), el Fusion es de los segundos…

Total, que salimos de allí por patas. Nos fuimos hacia La Posada, otro bar de por allí donde dejan fumar porros. Éste sí es guarro, el camarero se metió 2 rallas de coca delante nuestro!! Se ve que los de la mesa de al lado nuestra eran conocidos suyos, porque se sentó un rato con ellos… De repente el Duke me dice: “Se ha metido una ralla?” Y después de un rato me dice: “Pues sí, ahora se acaba de meter otra!” Yo no lo vi, pero lo que sí que vi fue la cara del tío (y los ojos inyectados en sangre) cuando se iba… Nos pedimos unas jarras de cerveza y unos cuantos empezamos a jugar al duro (hubo 2 o 3 que no se apuntaron, qué sosos!), nos fuimos animando… Nos bebimos 7 jarras de litro entre 6 personas, así que ya os podéis imaginar cómo íbamos (los que fumaron, peor, jeje). El amigo de Xavi y el Duke había pillado una buena el día anterior, así que él no bebió, se pidió una coca-cola, se la sirvieron en un vaso de Cutty Sark, muy bonito… Y yo volví a las andadas (inciso: ya va a hacer 2 meses que volvimos a Aachen, no me puedo creer lo rápido que pasa el tiempo!), y me lo quedé. Ahí va la prueba:

El meu bolso

Al final nadie salió de fiesta, todos nos fuimos a casa. Ya eran más de las 2, así que tocaba pillar Nit Bus, un taxi o ir a patita. Yo opté por la primera opción, no hay pasta y mi casa queda un pelín lejos, además en el estado en el que iba no la hubiese encontrado (creo que ni aún estando sobria). Podía coger el N9 en Drassanes o subir caminando hasta Plaça Catalunya, donde paran todos (me van bien el N3 y el N9). Yo hubiese subido con los demás hasta Plaça Catalunya, así íbamos charlando y se nos iba bajando un poco el alcohol, pero Jordi (al que le van bien el N9 y algún otro, creo) prefería esperar al N9, así que me quedé con él (así de paso iba acompañada buena parte del trayecto). El bus tardó unos 15 minutos, y justo cuando llegamos a Plaça Catalunya también lo hacían los otros, que habían subido caminando… Y nada, llegué a casa y a dormirla!

Digues la teva!

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