Anteriormente, visitamos Dublín. Ahora llega la segunda entrega de las crónicas de Irlanda, la más importante para mí…
Domingo 23.09.2007
Nos levantamos pronto para ir a buscar el coche de alquiler. De camino a la parada del autobús que en teoría nos llevaría a la Europcar, Salva me dio un tríptico de Kilmainham para que lo tirara, pero al abrirlo por curiosidad me encontré un mapa Irlanda con las principales carreteras, y me lo quedé por si acaso… Llegar a la Europcar fue una odisea, porque estaba en Haddington Road pero yo pensaba que era Harrington Road, y al preguntar en la oficina de turismo, nos dijeron los autobuses que iban a Harrington Street! Menudo follón, y además no nos aclarábamos con el cutremapa que teníamos, le faltaban calles y las distancias no parecían proporcionales… No sabíamos ni dónde estábamos, y le preguntamos a un hombre que pasaba por allí. Nos dijo que sabía perfectamente dónde estaba la dirección que le preguntábamos, pero que el mapa estaba en un ángulo extraño y le era difícil explicarnos cómo llegar. Para que veáis lo caótico de Dublín.
Al final nos supo indicar, llegamos a la Europcar sobre las 9:45h (teníamos el coche para las 9h), donde nos dieron un ForFi en lugar del Focus que habíamos pedido (el gran timo de los alquileres de coches…), Salva se acostumbró a conducir por la izquierda, y tomamos la autopista que cruza Irlanda de este a oeste, de Dublín a Galway: la A6. Se trataba de hacer prácticamente todo este trayecto, y una vez cerca de Galway, tomar carreteras secundarias para bajar hasta los acantilados. Fácil, eh? Bueno, si te cortan la autopista, no tanto. Que cómo cortan una autopista en Irlanda? Te ponen unos conos barrando todos los carriles justo después de una salida, obligándote a tomarla (eso si ves los conos a tiempo!), y sin indicarte rutas alternativas ni cómo retomar esa autopista una vez finalizado el tramo cortado.
El tríptico de Kilmainham nos salvó la vida en esos momentos (ya que en la guantera no había ningún mapa :P), pues tenía dibujada la carretera por la que nos desviaron (la N52), pero las indicaciones en las carreteras eran inexistentes, en una rotonda tuvimos que volver para atrás porque las salidas no estaban indicadas (vimos que estas indicaciones estaban 1km antes de la rotonda!), cuando por error nos salimos de la N52 nos paramos en una gasolinera a preguntar cómo retomar la A6 pero la dependienta no sabía ni dónde estaba la N52, por suerte había un cliente que sí conocía la N52 y nos lo supo indicar… Paramos en otra gasolinera a repostar (por cierto, en ningún papel del coche ni en el coche mismo ponía si era diésel o gasolina, tuvimos que llamar para que nos lo dijeran… qué triste), en este caso la dependienta tenía algo más de idea y nos dijo que estábamos bastante al sur y no valía la pena volver a la A6 (teniendo en cuenta que los acantilados están bastante al sur de la A6), y nos dijo más o menos cómo seguir.
El gran problema de las carreteras de Irlanda es que todo está muy mal indicado y apenas hay señales de confirmación (recorrimos kilómetros y kilómetros sin saber si íbamos bien!), además de que son muy estrechas (y eso, cuando vas por el lado de la carretera al que no estás acostumbrado, da bastante miedo). Al llegar a Ennis nos volvimos a liar, vimos una señal de Oficina de Turismo y fuimos para allá, pero por falta de más indicaciones volvimos a perdernos. Preguntamos a una señora, y nos dijo que era domingo y estaba cerrada (muy lógico, los domingos los turistas descansan), pero supo explicarnos, de manera muy detallada (y cómo se lo agradecimos!) cómo ir a los acantilados: Ennistymon, luego Lahinch, y allí ya están indicados. Ver la primera señal de “Cliffs of Moher” fue todo un descanso, aunque todavía nos faltaran algunos kilómetros. Y fue en este trayecto cuando Salva se relajó… y se metió en dirección contraria (no fue la última vez :P). Y a eso de las 15h, por fin llegamos a los acantilados. El balance, 300km recorridos en 5 horas. No está mal, eh? El resumen, en el vídeo que ya publiqué:
Estábamos en los acantilados después de un largo viaje… y diluviaba. No me lo podía creer: era uno de mis sueños frikis, sólo tenía esa oportunidad para hacerlo realidad (no podíamos hacer otro viaje tan largo al día siguiente), estaba a punto de cumplirlo y se iba a ir a la mierda porque no vería nada con tanta lluvia y me pondría perdida con el barro. Quería llorar, pero ya que había llegado hasta allí, por lo menos los vería de lejos. Me puse el Mac in a Sac, Salva su chaqueta impermeable, salimos del coche, nos calamos los pies, cruzamos la carretera hacia los acantilados, llegamos al centro de turismo… y milagrosamente dejó de llover (yo creo que André the Giant pensó en mí desde allá arriba y le dijo al encargado del Tiempo que lo dejara por un rato…). A partir de este momento, disfruté como nunca.
Esta visión me produjo un Síndrome de Stendhal en toda regla, isn’t that beautiful? Me pasé la tarde tirando fotos. Por supuesto, el DVD vino conmigo, a friki en esto no me gana nadie!
Primero fuimos hacia el mirador, desde donde se ve la típica forma onduleante de los acantilados.
Por lo visto, hace años podías acercarte hasta el borde de los acantilados para asomarte (había una especie de plataforma para arrastrarte hasta el borde sin llenarte demasiado de barro), pero supongo que hubo más de un accidente, y ahora todo el borde está vallado y hay vigilantes que te impiden saltar al otro lado. Pero desde el mirador se veía gente caminando por los acantilados, así que fuimos hacia allá. Y descubrimos por qué: la parte del mirador es un paraje turístico gestionado por la oficina de turismo, pero la de los acantilados es propiedad privada, sobre la que la oficina de turismo no tiene ningún poder, y no pueden llamarte la atención por saltarte la valla (el que sí podría hacerlo es el dueño de esas tierras, pero no creo que vaya mucho por ahí…), por lo que la gente se pasa los carteles de prohibición por el forro… cosa que también hicimos nosotros, claro.
Caminar bordeando los acantilados es toda una experiencia, aunque yo ni me atreviera a mirar abajo (un golpe de viento y te caes!). Acabamos con la ropa llena de barro, pero mereció totalmente la pena. Después de 45 minutos todavía no habíamos llegado al final (aunque la mayoría de la gente se queda en los primeros metros, yo quería recorrerlos al completo!), pero tuvimos que darnos la vuelta, muy a mi pesar, pero con razones de peso: teníamos que volver a Dublín (aunque la idea inicial había sido aprovechar para visitar Galway, las circunstancias no nos dieron tiempo para más), y aún más importante, teníamos que volver al coche. Y si se nos ponía a diluviar otra vez, no lo hubiéramos pasado nada bien en esa zona, sin ningún tipo de seguridad.
Al volver al centro de turismo, arrasamos en la tienda de regalos (un par de postales que ahora tenemos colgadas en la nevera, un imán, 2 vasos de chupito, un juego de cartas francesas… creo que nunca he comprado tantas cosas de un solo sitio :P) y Salva compró un mapa de carreteras de toda la isla, para no volver a perdernos. Comimos en el coche a las 17:30h (habíamos comprado material para bocadillos en una gasolinera) y emprendimos el camino hacia Dublín, esta vez por la N7 desde Shannon-Limerick, a ver si así había más suerte. Bueno, ésta no la cortaron, pero tampoco tardamos mucho menos, 4 horitas. Claro que tampoco ayudaba la lluvia constante e intermitente… Al llegar al hotel, a las 22h, estábamos agotados (cómo no), pero finalizamos el ritual del día anterior viendo un poco más de LA película.
Pero todo lo vivido en los Acantilados de la Locura (y a la vuelta) también tiene un vídeo:
Saturday, 26 de January de 2008, a les 2:06
Hola Chris, mi nombre es Domingo, tengo 29 y soy mexicano aunque vivo actualmente en Buenos Aires, Argentina; ya que estoy casado con una Argentina, hace poco más de un ano que los vengo leyendo tanto a ti como a Salva y hoy me he tomado la decisión de presentarme y saludarlos, asi mismo quiero agradecerles a los dos por compartir un poco de sus vidas, espero brevemente estar por el viejo continente y quizas pueda saludarlos personalmente; bueno, pues es todo por el momento, un saludo carinoso a los dos y los felicito por sus blogs, por su lindo departamento y les deseo un ano 2008 lleno de nuevas aventuras para que nos cuenten. Hasta pronto!!!!
Saturday, 26 de January de 2008, a les 10:58
No te llamarás Domingo Montoya? Ni te dedicarás a fabricar espadas? Ten cuidado si un hombre de seis dedos te encarga una xDD
Muchas gracias por tu comentario, siempre hace gracia saber que tus aventuras interesan a alguien 😉
salu2
Saturday, 26 de January de 2008, a les 14:26
Gracias por contestar tan rapido, y jejeje, mi nombre es Domingo Jiménez y soy arquitecto; así que bueno, nuevamente gracias por contestar y saludos a Salva!!!! que seguro debe estar contentisimo que a finales de 2008 sacan la nueva peli de Star trek…
Saturday, 26 de January de 2008, a les 15:01
Cuanto tiempo hacía que no veía nada sobre Irlanda… ya hace dos años que me fui a estudiar ingles allí. Tengo muy buenos recuerdos. Como veo, el Irish weather no os ha fallado, si no, no es lo mismo. Son tremendos los Cliffs of Moher, eh? Como tu bien dices, ahora ya no se puede acercar al precipicio, pero cuando fui la primera vez no había nadie vigilando, y ponerte al borde del acantilado era acojonante… la segunda vez que fui, estaba todo en obras, no se si ya habrán acabado lo que se supone que estubiran haciendo… Salutacions!
Saturday, 26 de January de 2008, a les 15:08
Domingo, pues hace un rato estaba viendo un nuevo trailer de la peli, sí que está contento, sí 😉
Raiben, en septiembre tenían cerrada la Torre O’Brien por obras, no sé si ya la habrán abierto… Como dices, ponerte al borde es acojonante… yo casi no me atrevía a mirar abajo, de hecho cuando veo el vídeo en el que la cámara mira abajo, todavía me acojono :S
salu2
Saturday, 26 de January de 2008, a les 22:23
me he ilusionado y todo, es que el último vídeo esta muy muy bien, en serio que me ha hecho ilusión y todo. La verdad es que se te nota un montón en la cara la ilusión de estar en un sitio con el que habías soñado tanto tiempo (a mi me paso algo similar en Tokio, de hecho llore cuando salí del avión =P, no me lo podía creer)
Por cierto no he visto la peli, así que me la estoy bajando “pa´vela” ya te contare
Sunday, 27 de January de 2008, a les 12:44
El vídeo de los acantilados es muy especial, yo me emociono cada vez que lo veo… Por cierto, si no has visto la peli no lo sabrás, pero la canción del vídeo es Storybook Love, de la banda sonora 😉 (aunque en la peli suena la versión instrumental :P). Espero que te guste… si la ves en inglés, mejor, porque en castellano se pierden frases memorables en la mediocre traducción…
salu2
Sunday, 24 de February de 2008, a les 21:40
[…] Por cierto Sopmac, ya la has visto? […]
Tuesday, 22 de April de 2008, a les 22:30
[…] hacer otras cosas mientras veo lo que he grabado, pero ha sido oír “tienes que ir a ver los acantilados de Moher” y girar la cabeza. Y cuando dice “mi película favorita” teníais que haber […]
Thursday, 8 de May de 2008, a les 15:54
Impresionante sitio!
Estuve el verano pasado y aun no me he recuperado de tan bello paisaje 😀
Uno se siente diminuto en esas situaciones.
Thursday, 8 de May de 2008, a les 20:39
Ains, qué recuerdos… yo espero no recuperarme nunca de la preciosidad de estos acantilados 🙂
salu2