Este fin de semana han estado unos cuantos amigos y conocidos por Barcelona. Entre la CampusMac y las visitas espontáneas (ay qué majos los mañicos, que vienen a vernos!!!) nos hemos reunido unos cuantos y nos lo hemos pasado genial.

Salva y yo empezamos el sábado madrugando para hacer cola en la tienda Vodafone de Diagonal para que él se comprara un iPhone 4 (le habían dicho que el sábado les llegaba stock). Nos levantamos a las 7:30h, llegamos allí a las 8:30h (justo a la hora a la que abren el Starbucks de al lado :P), desayunamos tranquilamente… yo estaba tranquila con mi iPad, buscando vuelos (un día hablaré de mi pasión por Trabber y por Numbers para iPad), él no se podía estar quieto, iba cada poco a la tienda a ver si ya había alguien en la cola (no hubo nadie hasta las 10h), cuando a las 10h le dijeron que no tenían iPhones dejó su número de móvil por si les llegaban a lo largo de la mañana, y siguió paseando: a una tienda Movistar cercana a ver si le arreglaban lo de los puntos, hasta la Fnac, El Corte Inglés… tuvo una mañanita movidita, vamos.

Después de más de 4 horas aparecieron Toni Maquero, Malegrya y Sopmacsl. Nos tomamos algo y cambiamos la zona alta de Barcelona por el barrio de Gràcia, donde nos esperaba el Kibuka. Uno de mis japoneses favoritos de Barcelona (en breve, reseña en Friday&Sushi… verdad Toni? :P), al que fuimos Salva, Samuel y yo el año pasado al acabar la CampusMac (Toni y Cris iban a venir, pero Toni se encontró mal), y Toni se quedó con la espina y propuso ir. Great!

Empezamos pidiendo 6 platos (todo makis), a cada cual más rico. Cuando vinieron a preguntarnos si queríamos algo más, dijimos “bueno, vale”… acabamos pidiendo 5 platos más (makis otra vez). En total cayeron 17 piezas de maki por persona. Y me cuesta decidir qué plato me gustó más! A ver si Salva puede subir pronto las fotos, ya babearéis… ains qué rico todo! Cuando acabamos la segunda ronda la camarera vino y nos dijo “ya está, no?”. Le lloramos unas caipirinhas (me encanta la caipirinha de sake del Kibuka, pero sólo hacen cocktails por la noche) y conseguimos convencerla, a pesar de que quedaban 10 minutos para la hora de cerrar. Y las trajeron, y soportaron que siguiéramos haciendo fotos (del local, de las caipirinhas, de nosotros), descojonándonos de risa, y bebiendo lo más rápido que podíamos, hasta que unos 15 minutos más tarde de la hora de cerrar salimos de allí. La verdad es que el sábado se portaron muy bien con nosotros, y eso que tienen fama de bordes.

Con la panza llena de makis nos trasladamos al centro de Barcelona, donde Samuel quería mirar unos auriculares. Hicimos tiempo hasta las 17:30h, que habíamos quedado en Plaça Catalunya para agrandar el grupo: Jordi, Miky, Cyn y Óscar. Después de las presentaciones pertinentes (nosotros conocíamos a todos, pero entre ellos algunos no :P) nos fuimos a un Starbucks, donde nos salió competencia para Friday&Sushi (o más bien una franquicia… ya lo contaré cuando empiecen a publicar xD), se nos unió Xavi y tomamos más frappuccinos.

A las 19:45h nos fuimos a cenar. Por qué tan pronto? Porque en el sitio que habíamos pensado no reservan mesa, y había que ir pronto. Pero merecía la pena, es otro de mis japoneses favoritos (sí, comimos y cenamos japonés… ya podéis decir que estamos enfermos, ya :P). Allí llegaron directamente Pedro Aznar y Aketza. Pedimos algo de sushi (makis, concretamente) para compartir, y luego cada uno un segundo… sólo que Samuel, Cris y yo compartimos 3 platos de maki más. En total, 10 piezas de maki cada uno. Lo mejor de todo fue cuando la camarera trajo unos Yakitori (pinchos de pollo), dijo “Yakitori?” y nadie contestó, así que lo dijo en castellano “pollo?” y todos señalamos a Aketza. Ains, qué recuerdos del viaje a Japón (le llamábamos Aketza Fried Chicken, sólo comía pollo!).

Total, que a las 21:30h habíamos acabado de cenar, y dónde fuimos? A tomar unos mojitos (caipirinha en mi caso :P) por el Gòtic. Lo mejor de ir tan pronto es que el local estaba vacío, durante un par de horitas estuvimos muy tranquilos. Luego empezó a llenarse y a ahumarse, y ya fue un agobio. Pasadas las 0h nos dividimos entre los abueletes que nos íbamos a casa a descansar y los jóvenes que se iban de fieshta.

El domingo dejamos los japoneses (por si no os habéis dado cuenta, ya lo digo yo: el sábado, Samuel, Cris y yo nos alimentamos a base de frappuccinos, sushi – 27 makis! – y cocktails… sí, estamos enfermos, ya lo habéis dicho), aunque a mí no me hubiera importado repetir :P, y probamos una hamburguesería relativamente nueva de Barcelona que pretende ser una imitación de un diner americano. Aquí fuimos Pedro, Samuel, Toni, Cris, Salva y yo. El local está muy chulo, los entrantes no matan, las hamburguesas no están mal (lo bueno, que creo que es la única hamburguesería donde he podido acabarme mi plato sin sentirme a reventar; lo malo, que no te preguntan cómo quieres la carne y te la traen muy hecha), y en definitiva, pasamos un rato divertido.

Después, Pedro se fue a coger el tren hacia Alicante, y como a Samuel todavía le quedaban un par de horas para pillar su AVE, tomamos el postre en un Starbucks y luego paseamos por el centro hasta Enric Granados (una calle peatonal muy tranquilita, donde además había sombra y corría un airecito agradable en este agosto agobiante).

Como siempre, muy cansada por no haber parado en todo el fin de semana (esta tarde he tenido que tomarme un café de máquina – nunca tomo, me sienta mal al estómago – porque no aguantaba despierta) pero muy agradecida por tener amigos así 🙂

Aquest post es va publicar el Monday, 9 de August de 2010, a les 20:51, i està arxivat a blogs, friends i geek i that's life. Podeu seguir les respostes al post a través del feed RSS 2.0. També podeu deixar un comentari, o bé fer un trackback des de la vostra pàgina.