Decíamos ayer… que nos hemos comprado una CrockPot. Y tras 5 meses he decidido presentaros a Crocky:
Si no sabes qué es una CrockPot, mejor ve a la Biblia, que te lo explica. CrockPot es en realidad una marca (“la primera”), el nombre genérico es slow cooker… como concepto, olla lenta. Sabía de su existencia por un blog de cocina que sigo desde hace mil, pero no me empecé a interesar hasta estas navidades, que parecía que era el “regalo de moda”.
Yo como de tupper de lunes a jueves, desde hace mil años, porque mi oficina está en medio de la nada y no hay otra opción (Salva trabaja en el centro de Barcelona, tiene restaurantes a patadas). Y llevaba ya varios meses que mi dieta diaria consistía en la ensalada ya preparada del súper (me gustaba la New Yorker pero me llegué a cansar taaanto!!!), las croquetas congeladas del súper, los [ponga aquí el precocinado de turno] ya preparados del súper, la ensalada del Starbucks (cuando no tenía ninguno de los anteriores en casa)… todo porque entre semana nos era imposible preparar nada (tampoco cenábamos nada “elaborado”, llegamos a casa tarde y sin ganas de cocinar), y en fin de semana únicamente planificábamos las comidas del propio finde (como mucho aprovechábamos algún plato para hacer 3 raciones y yo ya tenía un tupper, pero no era lo habitual).
Al redescubrir la CrockPot, me empecé a plantear que igual era una manera de obligarnos a planificar, y de hacer raciones de más (las hay de varios tamaños, pero mi idea siempre fue comprar una grande; la nuestra es de 5,7l) para congelar y tener material para “horas bajas”. Pero no acababa de justificar el gasto “solo” por mis tuppers, así que lo hablé con Salva y accedió a apuntarse al modo tupper: más barato, más sano (o posibilidad de) y más óptimo de cara a planificar.
Así que a finales de diciembre (en plenas navidades xD) nos la compramos. Para el estreno elegimos una receta atrevida: tortilla de patatas en 3h. Nos dejó fríos, porque aunque de sabor estaba buena, la cebolla queda demasiado confitada para mi gusto (en una tortilla me gusta “morder” cebolla, no que se deshaga…). Pero enseguida recuperamos el rumbo: crema de calabaza, chirivía, boniato y naranja (está taaaan rica, que mientras duraron los boniatos la hacíamos prácticamente todas las semanas!), carnitas y pulled pork (tendríais que ver la cara de los carniceros cuando le pedimos que nos corten la paletilla por la mitad, ya que entera no nos cabe xD), hummus (a mí el hummus no me gustaba… hasta ahora xD), cochinita pibil… estamos encantados. Tanto, que llevo ya un par de meses encaprichada de comprarme otra (más pequeñita)… y para mi cumpleaños los suegris me regalaron una de 2,4l a la que hemos bautizado LittleSis (la hermana pequeña de Crocky):
Y para qué 2 CrockPots? Bueno, empecemos por el principio. Un slow cooker es un pequeño electrodoméstico que cocina a baja temperatura (alcanza los 100ºC pero de manera muuuy progresiva), por lo que tarda más de “lo normal” en cocinar los alimentos. Y para qué quieres tardar 3h en cocinar algo (3h es incluso “rápido” en crockyland xD) cuando en 20min lo puedes tener hecho en una olla “normal” al fuego? Pues porque el resultado (para los platos que se benefician de una cocción lenta) es muy superior, y el tema del tiempo se compensa con la posibilidad de cocinar de manera desatendida (mientras duermes, trabajas o sales a dar una vuelta).
No, no se puede cocinar cualquier cosa en CrockPot. La pasta o el arroz requieren una cocción más corta a más temperatura de la que consigue una CrockPot. Los platos más típicos que se hacen en olla lenta son estofados (de carnes o legumbres) o caldos, y asados de carne. Lo primero son cosas que “de toda la vida” se han hecho con ollas al fuego durante un tiempo largo. Lo segundo son cosas que típicamente se hacen en el horno a baja temperatura durante varias horas, la CrockPot no está pensada para eso pero se puede hackear fácilmente (poniendo una rejilla en el fondo para elevar la carne y que no se cueza con los jugos que suelta). Hay gente que hace postres, yo todavía no he llegado (básicamente porque mis moldes de bundt cake no caben en Crocky, y yo sin bundt cake no vivo xDD). El beneficio respecto a la vitro o el horno es doble: no tener que vigilar continuamente la cocción y económico. Porque una olla lenta consume una décima parte que el horno o la vitro. No tendría gracia tardar más en hacer algo si tiene que salir más caro xD
Aunque en general la relación esfuerzo/resultado tiende a 0 (en el mundo crockpotero, a las recetas que consisten en meter los ingredientes en la olla y encenderla se les llaman topadentro xD), hay recetas que requieren algo de trabajo antes o después, o que al final de la cocción vigiles el punto para no pasarte. No es un robot de cocina, es una olla “normal” pero que no alcanza grandes temperaturas y que consume poco. El típico trabajo que puede llevar una receta antes de meter los ingredientes en la olla es sellar la carne (al no alcanzar altas temperaturas en la CrockPot el exterior no carameliza, por lo que si quieres la carne doradita hay que pasarla antes por la plancha), marinar o dar un hervor (esto para las alubias oscuras, ya que tienen una toxina que solo se elimina cociendo a alta temperatura, que la CrockPot no alcanza). Y el de después, reducir la salsa (la baja temperatura a la que cocina la olla lenta, y el hecho de cocinar con tapa, aunque esta no sea 100% hermética, hacen que se evaporen menos líquidos), triturar los ingredientes cocinados para hacer una salsa o una crema, deshilachar la carne e incluso freírla (las carnitas se deshilachan y luego se fríen por un lado, así quedan crujientes por un lado pero tiernísimas por el otro).
Las ollas suelen tener 3 modos: temperatura baja, alta y “mantener caliente”. No me he puesto a medirlo pero dicen que los 2 modos de cocinado (alta y baja) llegan a la misma temperatura máxima, solo que a velocidades distintas. Hay recetas que te dan la opción de cocinar X horas en alta o Y horas (Y>X) en baja, pero hay recetas que salen mejor con uno de los 2 modos (por ejemplo, las carnes es mejor cocinarlas en baja, quedan más tiernas… y puestos a tener que planificar cuándo cocinas, te da igual 4 horas que 8). La función de “mantener caliente” hace precisamente lo que dice xD (no es conveniente dejarla mucho tiempo en este modo porque al final, aunque sea poco, los alimentos se siguen cocinando).
En cuanto a tamaños, las hay desde 1,5l (hay una muy famosa en el mundo crockpotero, la veréis referenciada como “la mini” y vale 10€… la venden en tiendas MGI pero no siempre tienen stock… yo llevaba tiempo buscándola sin éxito :S), que da para un par de raciones, hasta 8l, que da para alimentar a más de 10 personas. ¿Qué tamaño comprar? Mi yo de hoy dice que una grande y una pequeña, pero sabéis en qué orden han llegado a mi vida: la grande la compramos de 5,7l (4-6 raciones), principalmente porque para cosas “normales” cuesta lo mismo cocinar para 2 que para 4, y si cocinábamos para 4 teníamos para el tupper o para congelar (también nos hemos comprado una Foodsaver, envasadora al vacío, para que nos aguanten más los alimentos congelados xDD), pero sobre todo para los asados de carne, que aparte del mismo razonamiento (cuesta lo mismo cocinar 1kg que 2kg), está el de que una paletilla con hueso ocupa bastante (a nosotros media paletilla nos cabe justa, por eso siempre pedimos que nos la corten en 2: el primer trozo lo cocinamos enseguida y el otro lo congelamos, para la próxima tanda de carnitas/pulled pork/whatever).
Y cuando ya nos hemos enamorado del concepto, hemos visto que una pequeñita también es necesaria para según qué cosas. No lo he comentado antes, pero la olla tiene 2 partes: la olla en sí (que suele ser de cerámica) y la carcasa, que es lo que genera el calor. Este calor no viene de abajo sino de los laterales, por esto en todos los manuales te recomiendan llenarla hasta como mínimo la mitad, porque si no no estás “aprovechando” la olla. Así que hasta ahora no hemos hecho cosas como salsa de tomate porque como mínimo teníamos que hacer 3 litros (que me parecía exagerado xD). Ahora con LittleSis podemos hacer cantidades más razonables (de hecho, la hemos estrenado con una salsa de tomate casera, que en un par de días irá sobre una pizza casera, nyam!). Otra razón para querer una pequeña es que hay recetas que no aguantan bien el recalentado, por lo que la opción de tupper o congelado no existe, así que mejor cocinar cantidades pequeñas (en nuestro punto de mira ya están las costillas a la barbacoa).
Relacionado con el tamaño está el factor forma: las hay redondas y ovaladas. Para una grande, mejor ovalada, son más versátiles (para un estofado de legumbres te da igual la forma, pero las piezas grandes de carne se acomodan mejor en la ovalada). Para una pequeña, da un poco igual, porque la pieza de carne no va a caber de ninguna manera.
Más cosas que diferencian a las slow cookers:
- Tapa: las hay opacas o transparentes. Crocky y LittleSis la tienen transparente, a mí personalmente me gusta más pero depende de lo curioso que seas (en la primera receta que hagas igual estás pegado a la tapa todo el rato pero luego ya pasas un poco). También aviso que a veces con el vaho no se ve el interior igualmente.
- Mando: las hay digitales o manuales. Crocky es digital y LittleSis, manual. En el mundo crockpotero las manuales son más apreciadas, porque aunque parezca que lo digo al revés, las manuales permiten mayor programación. En las digitales (que suelen ser más caras, claro) puedes programar el número de horas de cocinado (al cabo de ese tiempo pasan automáticamente a la función de “mantener caliente”, no se apagan) pero no la hora de inicio (hay alguna que sí lo hace, pero son difíciles de encontrar), y es algo que no entiendo. Y aunque en general no nos representa problema estar en casa para darle al botón, por ejemplo entre semana no podemos cocinar la cena porque una receta “rápida” son 3h y yo como muy pronto llego a casa a las 19h. En una manual no puedes programar nada (tiene un mando redondo con 4 posiciones: apagado, baja, alta y “mantener caliente”), pero combinada con un temporizador de enchufe (que solo deje pasar corriente a ciertas horas) no solo puedes programar el tiempo de cocinado sino también la hora de inicio: programas el temporizador para que el enchufe funcione a las horas que te interesa y dejas la olla “encendida”, listo. Así es como hemos estrenado a LittleSis: la salsa de tomate tarda 4,5 horas, ayer le echamos los ingredientes y programamos el temporizador de 5 a 9:30h, y esta mañana al levantarnos ya estaba hecha. El temporizador nos ha costado menos de 5€ en el chino, y no funciona con una digital porque cuando la enciendes no “recuerda” ningún programa anterior sino que queda a la espera de que le digas qué hacer.
- Marca: las más conocidas son CrockPot (la original, americana), Andrew James (británica), Russell Hobbs (también británica). Y la mini de MGI, claro xD Crocky y LittleSis son CrockPot, somos así de pijos. Yo me habría comprado la de MGI, eh? En general de todas estas marcas hablan muy bien (he leído que la Russell Hobbs es algo más lenta en temperatura baja, pero se trata de ir vigilando las primeras veces que haces una receta e ir conociendo cómo se comporta tu olla).
En general con Crocky hemos hecho cosas que nos han gustado mucho, otras que nos han gustado menos (véase la tortilla de patatas), y otras que aunque estaban buenas no justificaban el uso de la CrockPot (por ejemplo, boniatos asados: no estaban malos, pero definitivamente no estaban más buenos que hechos en el horno, y la diferencia de consumo energético de unos boniatos ~1h al horno vs. ~3h en la CrockPot es despreciable; no hemos probado a hacer patatas asadas por la misma razón), pero el balance es súper positivo. Os dejo mi Top 3 de recetas que por sí solas han rentabilizado la compra de Crocky (ordenadas alfabéticamente, soy incapaz de poner un orden cualitativo entre estas 3):
- Carnitas: fue la primera receta de carne que hicimos, y resultó tan espectactular! Después de 8h de cocinado, la carne queda súper tierna, y al freírla por un lado con aceite muy caliente le da un toque crujiente… ains qué ganas de volverla a hacer.
- Crema de calabaza, chirivía, boniato y naranja: LA crema. Como he comentado antes, mientras duraron los boniatos la hacíamos continuamente (imaginad cómo nos quedaban las manos después de pelar y cortar más de 1kg de calabaza: pues aún así merecía la pena!), ganas de que llegue el otoño. Taaan dulce, taaan cremosa! Tengo pendiente probar otra crema de Crockpotting, la de boniato y lentejas rojas, pero también promete.
- Pulled pork hoisin: el pulled pork “normal” está bueno, pero esto es otro nivel. La salsa hoisin es la que lleva el Pato Pekín (ese plato del chino que solo pides por la salsa… gran descubrimiento este, ahora ya no nos hace falta pedirlo, lo tenemos en casa xD), y con ella el pulled pork está taaan dulce!
Por supuesto, este verano Crocky y LittleSis se vendrán de vacaciones con nosotros (semanita FriPiNus)… bueno, pero también vendrá Naranjita, y mis bundtitos (hoy Xevi ya me ha preguntado si haré un pastel cada día xDD)… me va a costar más hacer la maleta de cocina que la de ropa (necesito algo más que el bikini para pasarme una semana en una casa con piscina? :P).
Saturday, 31 de December de 2016, a les 21:24
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