Dos semanas. Eso es lo que hemos tardado en ver la primera temporada de How I Met Your Mother, y la mitad de la segunda. También influye que los capítulos duran sólo 20 minutos, pero es que después de un atracón de 10 capítulos, la única que se ha cansado es tu mandíbula… de tanto reír.
La serie es la historia que Ted les cuenta a sus hijos en el año 2030: cómo conoció a su madre. Empieza en el 2005, cuando Lily y Marshall, dos amigos de Ted, se comprometen, y él decide que también quiere encontrar a alguien. Esto es quizás lo que menos me gusta de la serie, ese Ted desesperado por encontrar su futura esposa, y el saber que todas las historias que tenga (incluso con su gran amada Robin) no acabarán bien, porque la única que tendrá un final feliz será la que tenga con la madre. En medio de este flower power está el quinto en discordia, Barney (interpretado por Neil Patrick Harris, el Médico Precoz), el personaje más divertido, un cínico que sólo busca acostarse con chicas y que usa las técnicas más despiadadas para conseguirlo. Pero no siempre fue así, hay un capítulo memorable, 1×15 – Game Night en el que se explica su pasado kumba.
Dicen que es la nueva Friends, pero para mí las semejanzas no van más allá de que los protagonistas son un grupo de amigos que viven en Nueva York, o de ser ambas series divertidísimas. No veo un Ross aquí, ni un Chandler, ni un Joey (aunque Barney sería una buena mezcla de estos dos últimos). Y por supuesto no están Phoebe, ni Monica, ni Rachel. Ellos son únicos, pero estos nuevos personajes también son geniales.
Eso sí, hay que verla en inglés. Esta mañana he visto el piloto en castellano y no hay color. Para empezar, una de las míticas frases de Barney (Suit up!) no tiene tanta gracia en castellano (Ponte traje!). Va a ser legendario! tampoco tiene la misma fuerza que This is gonna be legendary!. Pero es que hay mil juegos de palabras intraducibles que se pierden sin remedio en el doblaje. Y además, según he visto en el piloto, también se pierden innecesariamente otras cosas, como la palabra blog. Hay un momento en el que Ted por fin se pone traje y Barney le dice “This is totally going in my blog!”, en castellano se queda en un “Lo escribiré en mi diario!”. Hay un pequeño matiz entre blog y diario (la privacidad, un diario no se lo enseñas a nadie), Barney no escribiría en un diario.
Y no puedo dejar de mencionar un detalle de otro capítulo, el 1×13 – Drumroll, Please, en el que Ted y sus amigos van de boda, y Ted conoce a una chica. Ella cree que lo peor de un ligue es el día después, así que deciden disfrutar el momento pero no volver a verse más. Para ello, necesitan nombres falsos, y cuál da ella? Buttercup. Miro a Salva, Salva me mira: sí, lo ha dicho. Ha dicho Buttercup. Lo mejor es que con la emoción no nos fijamos en el nombre que da Ted, Lando Calrissian, un personaje de Star Wars: Episodio V, y Salva es un fan de la saga. Y pensar que sólo unos capítulos antes, en el 1×08 – The Duel, cuando Marshall y Ted se enzarzan en el duelo a espada, me imaginaba a alguno de los dos diciendo “I am not left handed!”, pero me sorprendieron por otro lado.