No sé si lo había comentado por aquí, pero por si alguien lo dudaba, me compré el juego de La Princesa Prometida en cuanto salió la versión para Mac. Creo que es el primer software por el que pago (aparte de Flickr, que es más bien un servicio), y aunque sea un juego más bien para niños, a mí me encanta. Sólo por volver a oír las voces originales de algunos personajes (concretamente Inigo Montoya, Buttercup y Vizzini) merece la pena tener esa joya. Y en cuanto al juego, son 5 minijuegos:

  • As you wish: gestión del tiempo (darle de comer a las gallinas, recoger los huevos, evitar que el zorro se las coma, plantar zanahorias, cumplir los deseos de Buttercup… todo en un tiempo determinado). Es muuuy infantil, el menos interesante de todos.
  • Battle of wits: preguntas y respuestas. Está bien, pero podría estar mejor si todas las preguntas fueran relacionadas con la peli, porque hay algunas que te quedas con cara de WTF??!!. Además está un poco infantilizado con preguntas de spelling o de decir qué animal es el de la foto.
  • The Fire Swamp: plataformas (hay que llevar a Westley y Buttercup a través del Pantano de Fuego, evitando los 3 peligros clásicos del pantano). A mí me gusta, es entretenido. Buttercup y Westley tienen habilidades diferentes, y tienes que ir alternándolos para llegar al final.
  • Miracle Max: mezcla niveles de “encontrar a Wally” (hay que encontrar una serie de objetos en una habitación) con otros tipo puzzle (hay que mezclar diferentes ingredientes para lograr pociones de un color o forma determinados). El de encontrar objetos me cuesta a veces, porque algunas palabras en inglés no las había visto en la vida! Y el de las pociones es el que más me ha gustado de todos, hay niveles realmente difíciles. En realidad, de este minijuego ya me he pasado los 17 niveles 🙁
  • Storming the castle: sólo un nivel, hay que construir una máquina de Rube Goldberg con objetos que te encuentras por todo el juego.

En definitiva, a mí hay 2 juegos que me gustan mucho, 1 que me parece normalito, 1 que no me gusta nada y 1 que es demasiado corto como para considerarlo un juego. De todas maneras, reconozco que sólo es apto para frikis de la peli.

El caso es que desde que me enteré que iba a salir un juego, he estado suscrita al blog del juego, principalmente para enterarme de cuándo salía la versión para Mac, pero también porque suelen colgar referencias a la peli en otros blogs, en vídeos… vamos, caramelitos que cualquier frikifan como yo está encantado de encontrar y recopilar.

Hoy me he encontrado con esta estupenda telepromoción:

Lagrimones me han caído al verlo. Snif…

Hoy ha sido uno de esos días en los que podría escribir posts como éste, si lo sé me quedo en casa con mi dolor de garganta, pero en la oficina van saliendo marrones como setas y hay que arrimar el hombro.

Ya dije hace poco que me encanta mi trabajo. Una de las cosas buenas que tiene mi empresa es que, pese a ser una consultora, suelen respetarse los horarios, es decir, no te miran mal por irte a tu hora. Por supuesto, siempre hay excepciones en momentos punta de trabajo (ya sea mala planificación -cosa que se intenta evitar, pero no siempre se puede-, cliente cabrón o marrones varios), pero no hay overtiming cultural (ése de decirte “qué, tienes frío?” si ven que te pones la chaqueta).

La semana pasada teníamos a una senior de baja, en mi departamento hay 3 seniors que llevan bastantes proyectos, así que podéis imaginar cómo estaban las otras 2 (sí, son 3 chicas :P), ocupándose de sus asuntos e intentando llevar además los proyectos de la otra (reuniones, trabajo, coordinación de juniors…). Como yo no estoy en la oficina por las mañanas, no había notado el estrés adicional. El martes pasado vinieron las 2 seniors a preguntarme si podía quedarme un rato más a acabar un par de documentos. A mí no me iba demasiado bien porque pensaba ir a ver a mis padres, pero como uno de ellos había que entregarlo ya, me quedé a acabarlo.

Eran casi las 19h (normalmente salimos a las 17:30h) cuando me puse con el segundo, que enseguida vi que me llevaría bastante tiempo… y se me ocurrió que como el día siguiente era festivo (la Mercè, patrona de Barcelona), podría llevarme la información a casa en el iPod y acabarlo. Así que el miércoles, después de preparar el pastel me puse con el documento. Y lo hice a gusto! Me dio pereza, eso no lo negaré, pero no me molestó en absoluto tener que hacerlo (ni me hubiera molestado quedarme el martes si no fuera por lo de mis padres).

Hoy ha sucedido algo parecido, pero a la vez completamente distinto. Es algo que yo he sufrido hoy, pero que otros llevan aguantando toda la semana. El típico proyecto relámpago: uno de los socios de la empresa tiene que salvarle el culo a algún conocido suyo (favor personal para conseguir a cambio enchufes varios) y acepta hacer algo en un tiempo mínimo. Planificación de recursos? Para qué, no saben decir que no.

En este caso se trata de redactar un proyecto ejecutivo cuando la instalación ya se está realizando (porque al dueño de la instalación se le ha antojado ahora tener documentación asociada al proyecto), los distintos proveedores nos han pasado la información para que la organicemos en la estructura típica de proyecto ejecutivo. El problema viene cuando:

  • La información de partida está pobremente redactada, cuesta entender qué dice.
  • La información de partida es incoherente, algunos datos difieren según dónde los mires.
  • Los planos en Autocad son incompletos y erróneos, y encontrar la correlación con el listado de elementos que tenemos que ubicar en ellos es tarea complicada.
  • Nadie sabe el alcance del proyecto.
  • El tema entró el lunes o el martes (no lo sé seguro, a mí me salpicó el martes) y había que entregarlo hoy (jueves).

El resultado de todo esto es 4 o 5 personas currando 3 o 4 días hasta las mil, sin ningún sentido. Como hoy era la fecha límite, me ha tocado pelearme con los planos en Autocad (me lo explicaban y no daba crédito… pero cómo he de encontrar la “Sala de ventilación” si no hay apenas etiquetas en los planos! Que inspiración divina no tengo, de momento!), eran unos planos hechos con el culo y los planos finales me han quedado también con el culo. La primera hora y media intentaba hacerlo bien, la última hora lo he hecho de cualquier manera. Y estoy hablando de horas extras!

Así que a las 20h acabo con los planos de un subsistema, se lo comento a la senior (que la pobre está igual de enmarronada o más, la única culpa que tiene es la de tragar con estas chorradas) y le digo que no es normal tener que hacer estas CHAPUZAS. Ella me dice que me vaya a casa, que ya tenía pensado decírmelo porque sabe que vivo lejos, pero no es eso. No me importa quedarme hasta las 20h por algún proyecto mío, no me importa tampoco por ayudar a alguien con algo, pero lo que me molesta en extremo es estar haciendo cosas inútiles, sin sentido y hacerlas mal. Nadie nos ha explicado de qué va el proyecto exactamente, nos han dado la documentación de partida (como decía, incompleta, incoherente e ininteligible) y una fecha límite imposible. Y yo soy incapaz de hacer algo sin entenderlo (cuando estudiaba, nunca pude copiar trabajos o ejercicios tal cual, necesitaba entender la solución para poder hacerla mía), y me corroe la rabia.

Al final me he ido con mi berrinche y he dejado a 4 compañeros, me ha sabido mal irme pero creo que deberían haber hecho todos lo mismo (total, la senior me ha dejado claro que no les daría tiempo a acabarlo, y que lo entregarían tal como estuviera… nadie se ha repasado nada, por supuesto). Lo peor de todos estos favores personales es que te quitan tiempo para trabajar en los proyectos por los que realmente te han contratado, con lo que acabas dando una imagen pésima a tus clientes (por parte del otro socio ha entrado otro proyecto relámpago esta semana, el socio les decía a los implicados que para los demás proyectos “tenéis la gripe”).

Mi madre es una estupenda cocinera, creo que ya lo he dicho alguna vez por aquí. Con la comida del día a día, supongo que cada uno prefiere las cosas de la manera que siempre las ha comido en su casa, pero mi madre es un as de los postres. En mi casa nunca se ha comprado helado en el súper, los hacía ella. Y pasteles de cumpleaños, y pasteles con cualquier otra excusa, y galletas, y magdalenas, y croissants, y…

Yo pensaba que no había heredado esa afición, en parte porque como ella los hace tan bien, parecía difícil superarla, y en parte porque como a ella le encanta cocinar, yo me ahorraba el trabajo (aunque más de una vez le hecho de pinche, eh?). Pero cuando invité a mis amigos de la Universidad a cenar a casa, se me ocurrió preparar un pastel, para no ofrecer el típico postre comprado, así que le pedí a mi madre una receta facilita, y salió el pastel de queso (con su momento de pánico incluido porque mi horno es una mierda y la masa tardó en subir tres veces más de lo indicado en la receta… luego he descubierto que le pasa sólo con ese pastel, que no lleva apenas harina, con el resto respeta los tiempos).

Desde entonces, de vez en cuando cuando voy a casa de mis padres le pido a mi madre alguna receta facilita, para ocasiones especiales (por ejemplo cuando vinieron mis padres y los de Salva a cenar a casa les hice el bizcocho de plátano). Mi madre saca una de sus libretas de recetas (la que pone “Bizcochos y galletas”), con su letra ilegible y su total ausencia de signos de puntuación (es entrañable), buscamos algo que me llame y yo me apunto la receta a mi manera.

Pero últimamente no necesito ocasiones especiales, hay días en que simplemente me apetece preparar algo. Es más, cocinar me relaja porque hace que durante un rato me olvide de otras cosas y me concentre en que aquello me salga bien.

El martes mis padres estuvieron en Barcelona (de momento siguen viviendo en Cunit, creo que la semana que viene ya volverán a establecerse en Barna) y aproveché para ir a verles, yo estaba agobiadísima por el trabajo (principalmente por esto, pero el martes se juntaron otras cosas) y me desahogué cuanto pude, ellos aguantaron el chaparrón e intentaron animarme, y cuando estaba a punto de irme, me acordé de la libreta y pensé que me iría bien preparar un pastel para relajarme (como ayer era festivo en Barcelona tendría tiempo de prepararlo). Mi madre me sugirió un pastel de manzana y yo todavía no entiendo cómo, con lo que me gustan las manzanas, todavía no había preparado ninguno, así que lo apunté rapidito, y ale, ayer tocaba fotoreceta nueva.

Pastel de manzaaaaana!

Aitor, no sufras, que Eva Arguiñano siempre dice que los postres caseros no engordan 😉

En este piso no porque como decía, el horno es una mierda (venía en el paquete), pero en nuestro futuro piso 2.0 (tranquilos, de momento ni existe :P) pienso poner una cocina como Jobs manda, con su buen horno (cómo me pone la pirólisis! :P), su vitrocerámica decente, su gran encimera… y pienso volver a hacer galletas y atreverme con más cosas… Por cierto, de la cocina diaria se encarga el vecino, que es un artista! (en el trabajo todos me envidian porque aunque me he independizado, me siguen preparando la comida del tupper… ains, qué mono es mi niño!)

Fact #1: me encanta mi trabajo. En mi empresa hay varios departamentos, y me encanta el tipo de trabajo que hacemos en Ingeniería. En los proyectos que hacemos en Ingeniería, suele haber 2 fases: ayudar al cliente a elegir un proveedor (lo que puede implicar redactar pliegos y realizar comparativas de ofertas recibidas) y ayudar al cliente a implantar la solución (es decir, dirigimos al proveedor en la implantación). Hasta ahora lo que he hecho era más de esto último, que me encanta, porque es donde realmente tocas lo que hasta entonces sólo existía en papel, es donde se hace más real. Desde principios de septiembre estoy con un proyecto en primera fase (hay que redactar un proyecto ejecutivo), que si bien a priori no me parece tan atractivo, también me parece interesante por lo que puedo aprender.

Fact #2: el jueves pasado era la Diada, festivo aquí en Catalunya, y yo me pillé el viernes de puente (no hicimos nada especial, pero sí descansar mucho). Así que el miércoles fue para mí el último día laboral de la semana… y además, era el último día de jornada intensiva (hasta las 15h).

Fact #3: el miércoles, a las 14:55h, viene mi gerente y me pregunta si antes de irme podré hablar con él 5 minutos. Le digo que sí, ahora mismo (no sé cuándo esperaba que tuviera 5 minutos, a las 16h???), y nos vamos a la sala de reuniones, con mi jefa. Me dicen que “entra un proyecto nuevo”. Yo al principio me emociono pensando que puede ser algo interesante, pero me dura poco. Se trata de un antiguo cliente (les llevamos la implantación de ToIP, en un proyecto que duró 2 años y en el que yo participé en el segundo, que fue mi primer año en la empresa; en el último año hemos hecho algunas cosas más con ellos) que necesita un gestor personal (es otro de los servicios que ofrece mi empresa, uno de los departamentos menos atractivos para mí; se trata de, en un proyecto en mantenimiento, ayudar al cliente a perseguir al proveedor para solucionar incidencias, realizar cambios de configuración, etc.), y como no hay gente del departamento de gestión disponible (últimamente han entrado 2 chicos nuevos, uno ya lo tienen colocado pero al otro le ven muy verde como para soltarlo en un cliente) y yo conozco al cliente… toma marrón! Me dicen que tendré que estar ahí media jornada y que por la tarde iré a la oficina y seguiré con el nuevo proyecto (el de PoloFresa de momento se lo queda mi jefa, así que de momento no habrá más crónicas :P), pero en 2 horas y media que dura la tarde no da tiempo a nada (hoy lo he comprobado). Me dicen que empiezo el lunes (un poco más y el mismo lunes me dan la noticia!) y que la idea es que no esté ahí más de 6 meses. 6 meses!!! Mi gerente me ve la cara y me dice que me lo mire por el lado positivo, entraré una hora más tarde (a las 9h). Sinceramente, prefiero levantarme a las 5:45h. Algo que agradezco es que ellos tampoco están muy contentos por tener que prescindir de mí por la mañana, pero eso a mí no me quita la rabia.

Fact #4: el lunes en principio voy a la oficina, y por la tarde vamos mi jefa y yo a hablar con el responsable del cliente (RC) para coordinar mi incorporación y tareas. Me enchufan un portátil que pesa más que un muerto, pero el RC se ofrece a ponerme un ordenador de sobremesa. A día de hoy sigo cargando el portátil (tengo la espalda destrozada), porque aunque hay PC en mi puesto de trabajo, nadie me ha dado un usuario y contraseña. Ayer el RC estaba fuera, y en teoría debía encargarse de mí uno de sus subordinados, pero éste no me dijo hola ni cuando me lo crucé en la entrada mientras él se tomaba su café, ni cuando entró en la sala estando yo ya sentada en mi sitio, y cuando fui a preguntarle si ya estaba el PC listo me contestó súper borde que no, pero que ya lo había pedido. Hoy por suerte ya estaba RC, que aunque no trabaja en la sala ha venido a preguntarme qué tal, si necesitaba algo (le he recordado lo del PC, pero el borde ha dicho que hoy me daban los datos de acceso…).

Fact #5: el martes llego a la oficina y veo que el gerente ha enviado un correo a todo el departamento (imagino que los demás gerentes también habrán informado a sus departamentos), informando que el lunes viene un inspector para la ISO y que limpiemos nuestras mesas de papeles, todo debe estar archivado correctamente. Lo cual significa que tengo 7 horas y media (tardes del martes, miércoles y jueves, porque el viernes ya no paso por la oficina!) para limpiar el horror que es mi mesa. Ayer se me fue la tarde buscando archivos que necesitaba para esta mañana (que copié en mi fiel iPod Photo, porque no es plan de tener información de mi empresa en un PC ajeno, pero la empresa no me pondrá un disco duro portátil, no), hoy tocaba avanzar en el proyecto nuevo de Ingeniería y mañana… mañana espero que me dé tiempo!

Conclusiones: no sé qué pinto yo de gestora personal; ni me gusta, ni me motiva, ni veo que pueda aprender, sólo sé que me quita tiempo de hacer lo que realmente me gusta, y también de hacer vida oficinil… las cuatro horas de la mañana pasan a cámara lenta, mientras que las 2 y media de la tarde vuelan, literalmente. Por algo será.

Addendum: lo de imprevistos previsibles es tanto por el marrón que masticaré los próximos meses, ya que me he enterado extraoficialmente de que habían prometido al cliente tener un gestor el 1 de septiembre (así que decírselo al implicado a las 14:55h del 10 de septiembre me parece poco previsor… y sé que no es culpa de mi gerente ni mi jefa, que se enteraron el mismo día por la mañana), como por lo de la ISO, porque es algo que llevan tiempo preparando (no podían habernos avisado antes de la inspección?).

En un comentario de la entrada del Chumby, Jesús me ha pedido una review de la Roomba. Al principio he pensado “pero si ya escribí sobre la Roomba cuando la compramos!”, pero aunque mi opinión no ha cambiado en los 7 meses que hace que la tenemos (sigue siendo mi mascota preferida), creo que es bueno hacer una pequeña lista de pros y contras, por si alguien se plantea comprarla y no se acaba de decidir.

Cosas que molan:

  • Aspira la casa sola. Creo que este punto por sí sólo ya hace que merezca la pena 😛
  • El grado de limpieza es muy bueno. Como mucho, si el depósito está lleno, te deja la típica pelusilla enorme en medio del pasillo, pero es cogerla y ya está, no te la deja esparcida. En cuanto a las esquinas, tiene un cepillo más pequeño que barre la mierda, quitándola de las esquinas para que el cuerpo de la Roomba pueda aspiarla a su paso.

Cosas que no molan:

  • Hace bastante ruido. Cerrando la puerta ya no se oye tanto, pero hay que tenerlo en cuenta para planificar la limpieza (por ejemplo, nosotros que no tenemos puerta entre la cocina y el comedor, no podemos ponerla a aspirar la cocina mientras vemos una peli :P).
  • El depósito es bastante pequeño. Depende de la suciedad acumulada, no nos da ni para aspirar todo el piso (55m2) una vez. Nosotros hemos tomado por costumbre vaciarlo después de cada sesión de limpieza (en cada sesión la ponemos por un trozo del piso). Además, de vez en cuando hay que limpiar de pelusilla los rodillos, cosa que da algo de asco 😛
  • Hay que retirarle los obstáculos antes de ponerla. No es imprescindible (lleva un parachoques para no hacerse daño al chocarse), pero si quieres que limpie bien por todos los rincones, es mejor quitar los objetos con patas si la Roomba no cabe por debajo, los objetos al lado de la pared para que limpie bien ese trozo, etc.

Me han salido más cons que pros, pero teniendo en cuenta que las cosas malas también son aplicables a una aspiradora convencional, y que la principal ventaja (el que te libere de tener que aspirar tú la casa) es su mayor baza, la cosa queda más equilibrada. Yo estoy encantada con ella!

También había puesto como contra que no sabía si sería fácil encontrar recambios de filtro y cepillo para las esquinas (la Roomba te viene con un recambio de cada), pero acabo de ver que en la tienda del distribuidor en España tienen todo esto. El tema de la batería no lo he puesto en la lista porque realmente no la hemos puesto a prueba. Baste decir que se llena el depósito antes de agotarse la batería, así que no es un problema.

Actualmente en España se venden 2 modelos de Roomba (serie 5): el 530 y el 560. Lo único que tiene la 560 que no tenga el modelo inferior (100€ más barato) es que es programable y compatible con los faros (paredes virtuales que guían a la Roomba de habitación en habitación y luego la guían de nuevo hacia la base). Yo creo sinceramente que no vale la pena comprarse la 560, a menos que tengas un minipiso que se pueda limpiar de una sola vez.

Por cierto, al visitar la página del distribuidor he visto que a finales de año estará disponible en Europa la Scooba 385, el robot fregona de iRobot. No creo que la compre, para mí fregar es una tarea menos pesada que pasar la aspiradora, pero me gusta que empiecen a verse este tipo de cosas por aquí.

Este agosto ha hecho 10 años que no me hablo con mi hermana. No recuerdo el día exacto, pero fue el último verano que pasamos en el camping de Cubelles (al año siguiente mis padres compraron la casa de Cunit, el pueblo de al lado… les gustó la zona). Tampoco recuerdo el por qué de la discusión que acabó con todo (lo poco que había), no era nada fuera de lo normal (unas trampas a las cartas o al parchís, seguramente), sólo que esta vez no hubo reconciliación (entre muchísimas comillas, porque lo que había normalmente era un sometimiento por mi parte para poder jugar a ser hermanas), la cosa se quedó así… y han pasado ya 10 años.

Alguna vez he comentado el tema por aquí, de pasada, y la gente no suele entenderlo (desde pequeña me habían dicho que “de mayores, ya os arreglaréis”, pero ese momento no ha llegado nunca), muchos te dicen que “al fin y al cabo, es tu hermana”… pero como le dije a auster hace un tiempo, en este caso es la hermana menor la que siente odio, celos o lo que quiera que sea… Mi madre me ha explicado muchas veces que cuando yo iba al cole y ella todavía no (tiene 3 años menos), cuando tocaba venirme a buscar después de estar de paseo con ella, pataleaba para evitar que viniera.

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Desde la muerte del Aurora, he estado buscando un despertador que sea algo friki pero que además me sirva como un despertador decente. Lo reconozco, soy tiquismiquis, pero creo que tampoco pido demasiado: que tenga snooze, que no sea fácil de apagar del todo por error, que no haya que apretar mil botones para cambiar la hora de la alarma, que no suene un horroroso pitido cada vez que apretas un botón… lo prefiero con pilas, pero es un requerimiento secundario.

Cuando comenté lo del Aurora me sugirieron el Nabaztag, un conejo multifunción… pero aparte de un pelín hortera, me parecía bastante caro… y como reloj friki multifunción ya le tenía echado el ojo al Chumby hacía tiempo (desde que lo comentaron en Xataka, y con la posterior review de Sacha).

En junio, vi un Chumby en la foto que ilustraba un post de Pedro Aznar en Applesfera, y le pregunté qué tal iba, él estaba emocionado y me contaba maravillas. Total, que me entró el gusanillo y me paseé por eBay, me emocioné, empecé a pujar, a perder… y a finales de julio gané una subasta (me habían estado sobrepujando hasta el último momento y no me esperaba en absoluto ganarla).

Para la CampusMac, le pedí a Pedro que trajera el suyo para trastearlo un poco… Se convirtió en uno de los puntos de atención, todo el mundo le preguntaba qué era… hasta que le puso un widget que, además de la hora, tenía un banner que rezaba “Soy un reloj para frikis” (la versión beta del mensaje decía además “dejad de preguntar!!!”, pero no cabía :P).

Mi ya ex-Chumby va camino de Nueva York, de donde nunca tuvo que haber salido. Ésta no va a ser una review al uso: no hay fotos, no hay capturas de pantalla… sólo mi opinión y mi experiencia, en cuanto a 2 temas: la decepción y el mal funcionamiento.

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One dream, one soul, one prize

Ya hace casi una semana que acabó la CampusMac, y aunque no he tenido tiempo de procesar los vídeos que grabé (7,36GB!), sí he acabado de subir las fotos a Flickr, y como la semana pasada ya hice una minicrónica, aprovecho ahora para terminar el relato.

La noche del viernes, mi primera noche en la Campus, fue larga, muy larga. Estaba en la sala Finder, leyendo feeds atrasados (conseguí ponerme al día, pero hoy vuelvo a ir retrasada :S) y oyendo a la gente desvariar, y a las 12h, cual Cenicienta, a Sopmac le saltó el chip y se desató. En serio, este chico parece loco de normal, pero a partir de medianoche, se le va la olla demasiado! Entre él y Pero Aznar (el chico del blog antes conocido como Cuatrodoce), otro que tal, la que liaron.

Primero, Pedro enredando a un tal jamones (un fan de YuBe) en iChat, con unos cuantos cómplices. Después, llamando al CampusMac Radio Show para pedir que le dediquen una canción. También fue curioso el momento en que aparece Toni Maquero diciendo “me acabo de dar una ducha… qué bien sienta!”, y es que en ocasiones no se respiraba buen ambiente en la sala Finder (la piña!!!).

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CampusMac 2008

El martes empezó la CampusMac 2008. El año pasado vine sin ordenador y, justo ayer hizo un año, se presentó (y compré) el ordenador que 10 días después llegaría a la puerta de mi casa y se convertiría en mitesoooorooo!

Este año, como Salva y yo no teníamos claras las vacaciones hasta hace poco, sólo nos pillamos una habitación en la residencia para el fin de semana. El resto de días, pensábamos ir y venir después del trabajo, yo iría con el iBook hasta el viernes que me traería el iMac. Como al final los 2 tenemos vacaciones (él todo el mes, el muy mfpmfmfp… :P), nos hemos pasado los últimos 3 días encerrados en el búnker (mentira, algo hemos salido, pero en resumen, que hemos estado 95% en la CampusMac, y el 5% restante durmiendo)… ayer ya me traje a mi querido iMac, y hoy nos hemos instalado en la residencia.

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De pequeña me encantaba ir a la peluquería: que me lavaran el pelo, me lo cortaran (me quedaba embelesada viendo trabajar a la peluquera) y luego me lo peinaran. Tenía un pelo rebelde, así que el día que iba a la peluquería era un día especial, porque durante un par de días tendría un peinado de peluquería! Crecí y entonces ya no me gustaba tanto, mi pelo se tranquilizó y las peluqueras se empeñaban en darme volumen (y parecía que llevara un tupé de los 80, qué horror!).

Llevaba unos 4 años con el pelo corto cuando el año pasado decidí volver a dejármelo largo. El problema del pelo corto, por muy cómodo que sea, es que hay que ir a la peluquería frecuentemente, y aparte de que da una pereza enorme, nunca quedaba contenta con el resultado. Iba a una cadena de nombre conocido (pero no me acuerdo de él :P), donde cada vez te atendía una chica diferente, y las últimas veces me tocó una estúpida integral que hizo con mi pelo lo que le dio la gana. Así que desistí del pelo corto. Con el pelo largo es más difícil que te hagan un corte horroroso, y no necesita tanto mantenimiento… aunque de vez en cuando toca repasarse las puntas. Ayer, después de 9 meses sin pisar una peluquería, probé en una de Mataró, de otra cadena más pijilla (de ésta sí me acuerdo el nombre, que fue ayer: Jean Louis David). Lo cierto es que fue toda una experiencia religiosa.

Llego, después de hacerme esperar sólo 20 minutos (que con el Mahjong del Touch pasaron rápido) me hacen pasar a una silla, un chico me da una ficha para que la rellene con mis datos y me planta un catálogo de cortes de pelo en los morros. Le digo que no, que sólo quiero cortarme las puntas. Después de un rato viene otra chica y me pregunta qué quiero hacerme. Se lo explico, y me dice: “muy bien, ahora mismo te hago el presupuesto”. Anonadada me quedé. Es la primera vez que me hacen un presupuesto en una peluquería! Lo bueno de esto es que la clavada la sabes de antemano, no te llevas sorpresas al final. En mi caso fueron 35 euros!! Por lavar, cortar y secar.

Me presenta el presupuesto, le digo que vale, me pone una bata de usar y tirar súper fashion y me dice que va a por la estilista (aka la chica que me cortaría el pelo, en lenguaje fashion :P) para explicarle lo que quiero. Jorl, ya podía habérselo explicado yo! Se lo explica y me deja en manos de la estilista, que me lleva al lavacabezas… que tiene asientos reclinables mediante un motorcito!

Ajusta el asiento, abre el agua, me enjabona, me aclara, me enjabona… y empieza a masajearme la cabeza. Si antes estaba anonadada, ahora no sé qué cara poner. La tía se pasa 5 minutos de reloj con el masaje, que si el cuello, la frente, la cabeza en general… lo mejor es al final, que se pone a darme unos toquecitos como en los masajes de verdad… no, si bien mirado no es tan caro, si te incluye un masaje capilar… xDD

De vuelta a la silla, empieza a cortarme el pelo… con una máquina de rapar. No, no voy al cero… el método es el tradicional, coger un trozo de pelo entre dos dedos, pero en lugar de pasar la tijera por la punta, pasa la máquina… mientras peinaba para coger el trozo de pelo no la paraba, y yo me temía un trasquilón, pero afortunadamente no pasó nada.

En definitiva, ayer fue una tarde un poco surrealista. Supongo que tardaré otros 9 meses en volver a cortármelo :S