Ayer hubo quedada con los Pochamen. Bueno, Duke no vino (hoy tenía un examen, está haciendo el doctorado), pero Alberto sí. Nota mental: no volver a quedar cuando haya partido de fúngol. Llegué al Origginals y estaba a petar, Alberto y Prati ya estaban allí, en una mesa minúscula cerca de la puerta. Poco después llegó Jordi, y pedimos la cena (el menú de siempre, bocata + bravas). Fue agobiante, teníamos un altavoz justo encima y ni siquiera bajaron el volumen en el descanso, así que la conversación fue tipo discoteca: gritando y sin enterarte de lo que decía el que estaba justo enfrente tuyo. Tampoco jugamos a nada (y a mí que me apetecía un Mus!), porque Alberto tenía que irse sobre las 22:30h, y a esa hora nos fuimos todos. Pero me dio tiempo a evangelizar sobre Galactica (sí, ya sé, tengo pendiente hablar sobre la primera temporada… al final hablaré sobre las dos primeras, porque mañana nos espera a Salva y a mí otra maratón). Alberto también nos recomendó una serie: The IT Crowd. Os suena? 😛 Por cierto, ya queda menos para la segunda temporada!!
Hace dos años, Jordi estaba conmigo de becario en Sony (ay, aquellos tiempos en que me aburría y me dio por hacerme un blog…), de hecho cuando yo volví de Aachen él llevaba ya un año y fue quien me dijo que buscaban a alguien, y yo, por no entrar en el mundo de la consultoría, pues probé. En marzo de 2005 empezó a trabajar en DMR, luego ha tenido otros trabajos… y hace un mes que vuelve a estar en Sony, esta vez como trabajador (han contratado a varios ex-becarios de su departamento… yo estaba en otro :P).
El caso es que ayer llega, le pregunto qué tal por Sony, y me dice que le han dado recuerdos para mí. La conversación fue talqueasín:
– [Jordi] Me han dado recuerdos para ti.
– [Cris] Ah, sí? Quién? [pensando que será mi ex-jefe]
– Raúl.
– [El becario que le sustituyó, con quien yo coincidí un par de meses, y que ahora también trabaja en Sony, se llama Raúl] El becario?
– Raúl D. [apellido]
– [Searching database… item found: trabajador de Philips Aachen!] Jorl!
Qué gracia me hacen estas coincidencias, y es que siempre lo digo, el mundo es un pañuelo y te vas reencontrando a la gente en diferentes sitios. A Raúl, además, ya lo reencontré hace año y pico. Pero recapitulemos. Raúl trabajaba en Philips en la época que yo hice el proyecto. A diferencia de la mayoría de españoles (trabajadores y proyectistas), que estaban en el departamento de Connectivity Systems, él estaba en Electronic Module, como yo. Cuando empecé en Sony, iba hasta allí con Jordi en su coche, pero cuando él se fue a DMR, me tocaba pillar el tren (uno cada dos horas, viva Renfe!). Y un día, volviendo de allí, en la estación donde me bajaba, veo en el andén un tío abriendo una bicicleta plegable, era Raúl. Yo no sabía que había vuelto, así que me sorprendió mucho. Él trabajaba en Terrassa, así que nos volvimos a encontrar algunas veces más (Sony está un poco más lejos que Terrassa).
Pues por lo visto, ahora Raúl y Jordi comparten coche (viven relativamente cerca), y ún día volviendo, tuvieron la siguiente conversación (esto es como el juego del teléfono, Jordi me lo explicó a mí de una manera y yo lo explico como lo recuerdo… así que no es literal):
– [Jordi] Y dónde trabajabas antes?
– [Raúl] En Alemania.
– Dónde, de Alemania?
– Cerca de Colonia.
– Aachen?
– Sí, cómo lo sabes?
– Tengo una amiga que hizo el proyecto allí.
– Cómo se llama?
– Cristina.
– Ostia, la novia de Salva!
No es la única casualidad que se ha dado respecto a antiguos compañeros de Kartoffelnlandia. Una relativamente normal es que otro de los trabajadores de Philips, que también ha vuelto, ha acabado trabajando en la universidad, en el departamento donde está Duke. Pero hay otra que tiene algo más de extraordinario. Hace unos años que Silvia (una amiga mía, la única que vino a visitarme cuando estuve en Aachen, por lo que conoce a algunos de mis compañeros aachenianos) toma clases de alemán en la Escuela Oficial (me avergüenza decir que sabe más que yo), y un día, también me vino con recuerdos de alguien… Por lo visto en clase les habían preguntado si habían estado en Alemania, Silvia contestó que sí, que en un pueblecito de la Nordrhein-Westfalen… y un compañero dijo que qué casualidad, que él estuvo trabajando allí. Precisamente ellos dos no se conocían, aunque por los pelos. Normalmente no salíamos con los trabajadores de Philips, pero en la semana que estuvo Silvia allí, se celebró la fiesta de despedida de Salva, y se apuntaron muchos de ellos… pero el que va a alemán con ella, no.
Actualizado 24.11.06, 0:19h: me voy a dar una vuelta por Alesti antes de irme a dormir y veo que Salva también se ha puesto nostálgico. Qué casualidad! (yo también tengo un momento duda cuando veo un bus 7)
Por otro lado, parece que este año el día de los inocentes se ha adelantado. O no.