Cuatro años hace que uso TVShows. Cuatro años que llevo enamorada de una aplicación que me permite olvidarme de cuándo emiten las series que sigo (actualmente 33 entre las mías y las que veo con Salva, no todas se emiten a la vez pero serían complicadas de manejar manualmente) y simplemente llegar a casa y ver “qué hay para ver”. Cuatro años que no han sido fáciles: después de un año de luna de miel, el creador prometió una versión 1.0 que nunca llegó (incluso llegó a solicitar beta testers, el cabrón… solo para no contestar los correos :P), y fue dejando a TVShows en un letargo que finalizó en 2009 cuando desapareció la fuente de los torrents (tvrss.net). Surgieron otras alternativas, pero aunque me curré un manual de la que más me convenció, no era lo mismo (el hecho de tener que hacer un manual dice mucho de la simplicidad de la solución :P).

Y al tercer día, resucitó.

Apenas unas semanas después, apareció Matt a rescatar el proyecto (es lo que tiene el código libre), y no dudé ni un segundo en volver a él, mi primer amor. Al principio se lo tomó con interés, arreglando bugs rápidamente, incluso llegó a sacar betas públicas de una versión 2.0 de lo más vistosa (aunque siempre añoraré la filosofía de las primeras versiones). Pero con el tiempo se fue relajando y ya no había tanto movimiento. Aunque mientras funcionara, poco importaba.

Hasta que en abril, coincidiendo con una de las caídas de ezrss.it (con lo que TVShows no funcionaba) llegó el fin. La empresa (nunca supe ni sabré si había alguien más que Matt ahí :P) tomaba una decisión estratégica/legal discutible pero respetable. Se acabó, otra vez a buscar alternativas, todas muchísimo peor que Automatic+ShowRSS hace dos años (Automatic sigue estando, pero es de pago!)…

A la tercera va la vencida.

Hasta que Víctor Pimentel dejó un comentario inocente en el GReader diciendo que casualmente había hecho un fork al proyecto un par de días antes del cierre para probar unas cosas, y dos días después tenía un nuevo follower en twitter: @TVShows2. Pues sí, está más vivo que nunca, y más cerca que nunca: TVShows es ya un proyecto español! 🙂

Mi implicación con TVShows ha ido creciendo con cada reencarnación: con Martin solo me ofrecí a probar la beta privada, con Matt me registré en GitHub y le reportaba bugs, además de ayudar con la traducción al catalán y castellano… y con Víctor, bueno, no pude evitar decirle que sí cuando me preguntó si quería ser la Community Manager de TVShows 🙂

El trabajo duro lo hace él (qué le vamos a hacer si yo no sé programar :P), yo solo pruebo betas privadas (me sugirió montar un equipo de betatesters pero los ordenadores que tengo por casa cubren cualquier tipo de combinación procesador-SO imaginable, según Víctor tengo un zoo xDD), contesto a los correos de soporte y twitteo de vez en cuando… aunque ahora que tenemos blog, habrá que empezar a darle contenido! Tenemos una web bien bonita (dominio patrocinado por Alexliam, gracias!), y justo hoy hemos sacado una nueva beta de la versión 2.0, que va por buen camino para que publiquemos la versión final muy pronto… esta vez sí (si no, me encargaré personalmente del castigo de Víctor, mwahahahah!).

Os dejo con una captura de la última versión… yeah, that’s me!

TVShows 2.0b7

No, esto no es Ferris Bueller’s Day Off (gran peli, por cierto). Es que ayer fue un día de lo más completo, y me apetecía contarlo.

Dos antecedentes:

  1. Mi iMac está pachucho desde hace unas semanas. Nunca lo apago, y de vez en cuando (cada vez con más frecuencia) llegaba y no respondía (de diferentes maneras: a veces podía interactuar con las aplicaciones abiertas pero no abrir nuevas, a veces no respondía nada ni se ampliaba el dock al pasar el ratón por encima, a veces empezaba de la primera manera y al cabo de un rato ya no me dejaba hacer nada), siempre con el mismo resultado final: tener que apagar “a botón”. Después de que me lo hiciera tres veces en una semana (dos de ellas el mismo día), y de hacer los pasos típicos de solución de problemas (reseteo PRAM, reseteo SMC, reparación de permisos…) sin que sirvieran para nada, empecé a investigar qué podía ser. Mi primera sospecha fue la RAM (la amplié en octubre, ahora tengo 4GB), pero todos los tests (el hardware test de Apple, el de Tech Tools Pro) me daban ok. De hecho, testeé todo el hardware y no tuve ningún error…

    Hasta que me fijé en el detalle del S.M.A.R.T. test de Tech Tools Pro, donde vi que aunque el resultado final era “passed”, había un par de parámetros que fallaban: “spin-up time” estaba en fallo total, y “spin retro count” a medio camino entre “ok” y “fallo”. Y este último parámetro, según la Wikipedia, es de los críticos (indicadores potenciales de fallo electromecánico inminente). Para acabar de comprobar que era el disco, decidí conectar el iBook en target mode al iMac y arrancar desde él (vuelta a Leopard!), para usar todo el hardware del iMac excepto el disco. No volvió a fallar. Después, he arrancado alguna vez el iMac desde el disco interno y le he vuelto a pasar el S.M.A.R.T. test, el parámetro crítico ya había pasado al “fallo total”. Lo que me sorprende es que, siendo S.M.A.R.T. una herramienta para detectar que un disco falla antes de que falle del todo, ningún test (el de la Utilidad de Discos, uno que no recuerdo el nombre pero que te muestra el estado S.M.A.R.T. en la barra de menú, el propio Tech Tools Pro) avise de que “ojo, el disco funciona pero aquí tienes 2 parámetros que van chungos”.

  2. El viernes salió a la venta el iPad 2. Como no podía ser de otra manera, lo compré el primer día, y en la Apple Store de La Maquinista (primer lanzamiento en la tienda!). Llevaba 3 semanas sin iPad (el original se lo regalamos al cuñao por su cumple, a finales de febrero), y habían sido muy largas. Como el nuevo iPad salía a las 17h, no me pillé vacaciones en el trabajo (salgo a las 14h). Pero como estaba segura de que habría colas y Pere (el cuñao) se ofreció, estuvo haciendo cola desde las 11h. Toni, que sí se había pedido fiesta, le acompañó desde las 12h, y a las 15h me uní yo al grupo. A las 15:20h pasaron los de la tienda a preguntar qué modelo queríamos (y en cuanto te daban la tarjetita ya lo tenías asegurado); algunos ya estaban agotados, pero por suerte no tuve que cambiar mi primera opción (16GB Black Wifi+3G). Sí, aunque el año pasado teníamos claro que lo queríamos WiFi, después de comprobar que cada día me lo llevo en el bolso he preferido pagar 120€ más para poder llevar internet encima (independientemente de que no pueda compartir internet desde mi iPhone 3GS, no me gusta esa opción como forma habitual de conexión, sí para un momento puntual).

    A las 17h abrieron la tienda y a las 18h salía de allí con mi nuevo iPad activado y con cara de felicidad. Fue emocionante vivir un lanzamiento en una Apple Store de verdad: un Specialist (en mi caso, Montse) te acompaña a lo largo de toda la tienda hasta la Genius Bar, donde tienen todos los iPads colocaditos; das tu tarjeta (no dejan que te la quedes, oooh… Apple les obliga a romperlas y a contarlas), te dan tu iPad y vas a pagar; y finalmente te dan hora (una formalidad, no hay que esperar ni nada) con un Genius para que te lo active, y pruebes que todo funciona antes de llevártelo. Curiosidad: el Genius te rompe el plástico exterior con un iClip, pero deja que el producto lo abras tú mismo. Me encanta que respeten el ritual del unboxing 🙂

    Anécdota: Pere estaba el primero de la segunda cola (la Apple Store está en un centro comercial, para no taponarlo todo separan la cola en trozos), cuando estaban a punto de abrir nos hicieron pasar a la primera cola. En algún momento entre que pasaron a repartir las tarjetas con el modelo de iPad y esto unos listos se quisieron colar y se pusieron al final de la primera cola (supongo que en el cambio de turno de los seguratas que vigilaban cada cola), así que los teníamos delante. Pero al llegar al principio no les dejaron pasar porque no tenían tarjeta. Moraleja: don’t frak with Apple. Ap, mi nuevo iPad se llama Starbuck. El porqué es un spoiler de Battlestar Galactica, leed bajo vuestra propia responsabilidad: Starbuck murió, pero un tiempo después reapareció. Aunque no sonaba All Along the Watchtower cuando lo compré 😛

Uhm… sí, eso eran los antecedentes… que hace más de un mes que no escribo, dejad que me explaye! 😛

Vamos con ayer. Llegeix la resta del post »

Todo empezó un 26 de agosto. Hacía meses que lo sospechábamos, semanas que lo deseábamos, días que lo sabíamos oficialmente, pero por fin, un 26 de agosto supimos cuándo sucedería: 4 de septiembre de 2010. La apertura de la primera Apple Store de España, concretamente, en Barcelona, y aún más, en Sant Andreu, mi barrio, mi pueblo. You can’t get more patriotic than that 😉

Bien, ahora que nos hemos quedado solos los fanboys (en serio, si no te gusta Apple ya puedes dejar de leer… no, no me interesa tu opinión sobre la panda de frikis que nos juntamos esa noche, vete a juzgar a otro lado… Aitor me ha ahorrado la parrafada), puedo explicar lo que sucedió a continuación. Empezamos a desvariar por twitter, que si vamos a pasar toda la noche en La Maquinista (el centro comercial donde se abriría la Apple Store), que si somos unos exagerados, que si no habrá tanta gente, que si para qué vamos a ir por la noche si la tienda siempre estará allí, que si nos hacemos unas camisetas… Y así seguimos durante un buen rato, hasta que @AketzA abrió el Google Group. El nombre se lo sugerí yo: “Yo estuve en la apertura de la primera Apple Store de España”, la intención es que fuera fácil de recordar, está claro 😛

Con el grupo creado, dejamos de desvariar por Twitter y seguimos haciéndolo por correo. Hasta que una bofetada de realidad nos vino desde Twitter: La Maquinista es un centro comercial al aire libre, pero por la noche está cerrado. Así que desde las 3h de la madrugada (que acaban los cines) hasta las 10h (que abren las tiendas) nos tocaría “hacer cola” (a estas alturas todavía no sabíamos si había gente tan friki como nosotros o seríamos cuatro pringaos pasando el rato jugando a las cartas) fuera de La Maquinista. A mí se me desinfló un poco la emoción, la verdad. Pasar la noche al lado de un concesionario de coches no es mi ideal de pasarlo bien. Como mis padres viven cerca, mi idea era dormir allí y bajar para La Maquinista a las 6-8h de la mañana.

Y en esas estábamos, cuando el 30 de agosto, a sólo 5 días de la inauguración, La Maquinista anuncia en su Facebook que el centro permanecerá abierto toda la noche. I’M IN!!! Desde ese momento tuve claro que la apertura de la Apple Store sería algo grande (con muchísima gente, me refiero), y que si Apple había conseguido que La Maquinista abriera toda la noche, es que nos tratarían bien. Así que dormir, quién necesita dormir? Aketza, en su empeño por ser el primero de la cola, dijo que imprimiría etiquetas con números para que nadie se colara.

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Ya hace un mes que Blackbird está en nuestras vidas, así que puedo hacer una review en condiciones. Empezaré por explicar lo malo: sólo tenemos uno para los dos, así que Salva y yo nos peleamos por el juguete. De hecho, esta semana Salva ha estado en San Diego (le odio!), y no he encontrado una excusa convincente para que no se lo llevara.

Ahora en serio, empecemos por el principio. Puede que el iPad sea un iPod Touch grande (si sólo te fijas en que tienen el mismo sistema operativo y en que uno tiene la pantalla 3 veces más grande la frase es cierta, pero me parece de corto de miras limitar la comparativa a esos dos aspectos… es igual de simplista que medir un ordenador por sus componentes), pero eso no significa que puedas hacer lo mismo que en un Touch/iPhone. El Touch (para mí Touch y iPhone son equivalentes, pero dado que mi iPad es WiFi lo compararé con el iPod, que se le parece más) cabe en el bolsillo; el iPad no. En la pantalla del Touch cabe un minipiano bastante incómodo; en la del iPad cabe un piano bastante decente. En el Touch puedes ver series y películas; en el iPad puedes ver series y películas. En la pantalla del Touch tienes que andar ampliando las webs para leerlas; en la del iPad no. Si seguís pensando que es un iPod Touch grande, ya podéis dejar de leer.

Cuando Apple presentó el iPad, lo situó en medio de dos gamas: el iPhone/iPod Touch y los MacBooks. Y una cosa que se me quedó grabada de la keynote es que la intención al meter este producto en medio es que fuera mucho mejor que las otras dos gamas en unas tareas determinadas. En qué es mejor el iPad que el Touch ya lo he dicho, pero en qué es mejor el iPad que un portátil? Para empezar es más ligero. Además, el sistema operativo es mucho más sencillo de usar, y sobre todo más natural (no hay ratón ni puntero entre el usuario y el sistema, sólo los dedos). Para navegar, mirar el correo y twittear cumple más que de sobras (flash aparte :P). Cuánta gente conocéis que tiene un portátil para navegar, mirar el correo y twittear? Yo mi iMac lo utilizo para poco más que eso (aunque no sabría vivir sin un ordenador). Alguno dirá que para eso también sirve un netbook, y que también más ligero que un MacBook. Bueno, pues el que prefiera un netbook que se lo compre, pero para mí no es lo mismo.

Además (y esto ya es algo muy personal), nunca me ha atraído la idea de tener dos ordenadores. En casa siempre hubo un sobremesa, y cuando me fui a Aachen compramos un portátil por motivos obvios, pero desde entonces dejé de usar el sobremesa (incluso cuando volví, aunque los dos ordenadores eran de casa, sólo usaba el portátil… hasta que Salva me dejó el PowerMacG4 :P). No me gusta tener que mantener información sincronizada entre dos equipos (y ahora en el trabajo me toca hacerlo, ya que tengo un ordenador en la oficina y otro en el Cliente), o desconocer dónde tengo qué. Por eso para mí el iPad es perfecto, porque en cuanto a contenido es un esclavo del ordenador principal, el iMac, y el mismo iTunes es el que hace el trabajo de sincronización.

En fin, ahora que ya he soltado la parrafada fanboy, vamos por cosas más concretas que molan y que no del iPad.

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En los más de 5 años que tiene este blog nunca he dejado de escribir un post en mi cumpleaños. En 2010 no he podido, pero tengo excusa: llegó Blackbird a casa, y había que hacerle caso.

Blackbird es el nombre de nuestro iPad (de Salva y mío). Es nuestro regalo de aniversario de este año, y pensábamos traérnoslo de París, pero la malvada Apple truncó nuestros planes. Pero por fin el 10 de mayo salió en preorder, y tardamos nada y menos en comprarlo. Fecha de entrega: 28 de mayo. Pero durante casi 2 semanas no pudimos acceder al estado del pedido en la web de la Apple Store. Horrible para alguien que lo mira compulsivamente, como yo. El 22 de mayo el correo de “su iPad ha sido enviado” nos pilla en Tarragona (TWN2). El 26 de mayo algunos iPads empiezan a llegar a sus dueños. El nuestro, según la web de UPS, sigue en Holanda. Frak. Pero el 27 de mayo me levanto y veo que está en Barcelona. Mi primera alegría cumpleañera. Toda la mañana actualizando el estado del paquete en UPS, cuando a las 13h… DELIVERED!! (aunque como dije luego, el mejor regalo de cumpleaños sigue siendo la aparición por sorpresa de Salva en Aachen en 2004… què fas aquí?)

Blackbird estaba en casa de mis suegros, así que al volver de trabajar enseguida fuimos a recogerlo. Y después de hacer el unboxing de rigor y enseñárselo por encima (ya que al día siguiente ya habíamos quedado en ir a cenar y enseñárselo bien), nos fuimos a cenar al Esto es México, un mexicano del pueblo donde hacen unos nachos de muerrrte! Y al volver a casa tocaba frikear. Total, que llegaron las 0h y no hubo post.

De Blackbird ya haré una review, pero para el que no se quiera leer el tronchopost que imagino me saldrá, aquí tenéis la versión corta: es una pasada.

Aparte del regalo virtual que fue recibir el iPad el día de mi cumpleaños, Salva me regaló un reloj Swatch precioso y una tostadora (la nuestra funcionaba bastante mal, y yo siempre estaba insistiendo en cambiarla, pero él no quería, por lo que es un gran regalo aunque sea para el hogar :P). El sábado fui a comer con mis amigas al chiringuito pijo de la playa (el año pasado también fuimos allí, se va a convertir en tradición), donde Blackbird causó sensación (lo llevé porque una de ellas se había planteado comprárselo a su novio por su cumple): los camareros se paraban y preguntaban “es el iPad?”, “hiciste mucha cola?”, “está bien?”, “pesa mucho?”, y yo flipando porque conocieran el bluf del año.

Total, que ya tengo 29 años. Un número primo, me gusta. El año que viene llega el temido 3, pero me preocupa más que sea un número par 😛

Este año también he hecho una imagen con las felicitaciones de Twitter… son muchas! 🙂

Cuando Aitor y Leire estuvieron en Barcelona en febrero, el Comando Catalán (Toni, Cris, Salva y yo) ya empezamos a pensar fechas para devolverles la visita (y celebrar la segunda edición de la Bilbo Wasabi). La primera que nos cuadró a todos fue el fin de semana del 23 de abril, así que a finales de febrero compramos los billetes.

Por otro lado, en un Friday&Sushi (tengo que hablar de esto algún día… en resumen, el Comando Catalán pretendemos visitar todos los japos de Barcelona, uno por semana) a principios de abril, Toni cometió el error de traerse el MacBook. Después del japo, fuimos al Starbucks, empezamos a hablar del iPad (que saldría a finales de abril), de lo guay que sería comprarlo en una Apple Store, recordamos que Samuel estaría en París a principios de mayo por trabajo… y sin darnos cuenta Toni ya había sacado el MB y estaba mirando vuelos a París. Nos engañó, nosotros no queríamos! 😛

Y así quedó todo, iríamos a Bilbao en abril, a París dos semanas más tarde, veríamos a Samuel (que para vivir a 300km de nosotros, últimamente quedamos en el extranjero: Londres en fin de año, París en mayo… dónde será la próxima?), tacharíamos una nueva Apple Store de nuestra lista y nos traeríamos un iPad bajo el brazo. Un plan perfecto.

Pero no tardaría en desmoronarse todo.

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Que me encanta coleccionar referencias a La Princesa Prometida está claro, no hay más que ver el blog. Por eso me hace mucha gracia cuando alguien se acuerda de mí y me envía algo que ha visto, aunque a veces ya me lo haya encontrado por otro lado.

Últimamente me han enviado 3 cositas, y quería compartirlas. Curiosamente, ninguna de las 3 las había visto por otro lado. Let’s go.

En febrero, @4Colors estuvo en New York (envidia cochina!), fue a ver un musical y al salir me dedicó una foto:

NYC Wicked: Vizzini!

Vizzini!!

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Buenas, y feliz año. Todo bien? A ver si conseguimos hacer un post sin que se note que llevo dos meses sin escribir…

Iré directa al grano: no entiendo por qué la gente se empeña en poner de vuelta y media cosas que ni conoce, ni ha usado ni piensa tener en la vida. Desde el caso hablar sin tener ni puñetera idea, hasta el me he atrincherado en un “bando” y de ahí no salgo, porque he ido tan lejos que quedaría mal echarme atrás. Yo creo haber estado cerca de ambos extremos con Twitter (creía que era una cosa sin tener ni puñetera idea porque no lo había probado, y llegó un punto en que no tener Twitter era casi más una cuestión de honor, de mantener mi postura, que de falta de interés), aunque creo que de manera no enfermiza (no iba pregonando por ahí la mierda que era Twitter) y llegado el momento supe abrazar a Twitter. Y ahí estoy, pero eso es otro borrador pendiente otra historia.

Lo que pretendía decir es que entiendo lo que se siente yendo a contracorriente, que en un mundo donde todo el mundo alaba a X, si a ti no te entusiasma es fácil caer en la exageración y, en lugar de simplemente decir que no te gusta, criticarlo como si el consumo de X fuera obligatorio y a ti te estuvieran haciendo una gran putada. Pero uno tiene que darse cuenta de que está asumiendo que su opinión es universal, y rectificar. Otro ejemplo es Lost, a mí no me gusta (vi la primera temporada completa, luego no he seguido) pero no voy por ahí diciendo a la gente que Lost es una mierda. Simplemente a mí no me va, pero el mundo no sería un lugar mejor ni peor si no existiera Lost (esto lo comprobaremos en unos meses, cuando acabe :P), y afortunadamente tampoco me obligan a verlo, ignorarlo es taaan fácil (incluso ahora que hay tanto hype).

Un compañero de la oficina es un friki de los ordenadores, sabe un montón de componentes porque se monta sus propios PCs, y le encanta, disfruta con ello. Un día, hace ya mucho, salió en la sobremesa el tema de los Macs, él no sabía nada del tema y se puso a preguntarnos a otra compañera maquera y a mí, que si existen versiones de los programas típicos para Mac, que si hay suficiente oferta de programas, que qué componentes llevan las máquinas (nuestra respuesta era básicamente “ni lo sé ni me importa”), que si puedes actualizar los componentes (ambas tenemos un iMac, el suyo blanquito y el mío Alu… se quedó flipando con el concepto “ordenador en pantalla”)… todo esto, desde el desconocimiento y la curiosidad sincera (cosa que no es muy común, normalmente la gente asume tópicos y los repite como loros). Ante el tema de la actualización de componentes, ya le quedó claro que un Mac no es para él, porque Apple es una compañía cerrada que fabrica un hardware cerrado al que no permite acceso (más que para ampliar memoria y alguna otra cosa en algunos casos). Por supuesto, puedes abrirlo y hacer lo que quieras con él (que para eso es tuyo), pero te cargas la garantía. Esto no es útil para él, porque se pierde la parte divertida que es montar el PC. Pero para mí la parte divertida es usarlo, sin tener que configurarlo en exceso, así que un Mac es perfecto (no porque no se pueda abrir, sino porque no lo necesito, it just works). Yo no digo que los PCs clónicos sean una mierda, él no dijo que los Macs fueran una mierda, simplemente a mí no me va montarme mi propio PC (aunque lo he hecho, todos tenemos un pasado :P) y a él no le van los PCs herméticos. Cada producto tiene su target.

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Hace 4 años escribí un post con el mismo título que éste, pero no tiene nada que ver. O sí. Lo de hoy pretende iniciar una serie de posts que me obliguen a escribir, aunque sea muy de vez en cuando, qué es de mi vida, que tengo el blog muy abandonado.

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Sigo en el Cliente por las mañanas. Llevo un año y un mes (se cumplirán el jueves que viene… sí, llevo la cuenta al día, como si fuera una condena), 7 meses más de lo máximo que se me prometió. La última vez que tuve ocasión de quejarme fue justo en el primer aniversario, el 15 de septiembre, con mi tutora (aka ex-jefa). Su respuesta fue halagadora pero negativa para mí: están buscando a alguien, pero se trata de un cliente importante y no pueden enviar a cualquiera, tiene que ser alguien con suficiente conocimiento técnico y en quien confíen; yo conozco muy bien al Cliente y además tengo buena base técnica y conocimiento de la metodología de la empresa, así que buscar un sustituto es difícil. En fin.

El caso es que un daño colateral que llevo sufriendo todo este año es la sensación de estar en ninguna parte: la mañana la pierdo en el Cliente, por lo que sólo tengo poco más de 2 horas y media por la tarde para dedicarme a otra cosa. Esas 2 horas y media son insuficientes para asumir un proyecto, por lo que llevo un año haciendo parches: una semana estoy mano sobre mano y la siguiente alguien necesita ayuda para algo y me piden horas extras (ellos lo llaman sobreesfuerzo :P). Y lo odio.

Luego en la review de diciembre dirán que no cojo responsabilidades, pero claro, si me tienen como junior de primer año qué responsabilidades quieren que coja? Porque desde luego, las que cojo en el Cliente no parece que se aprecien: llevo muchos meses yo sola tirando adelante todo. Lo que se supone que tengo que hacer y lo que no (y se dan cuenta ahora, pese a que yo he ido avisando). Tengo ganas de ver qué me dicen este año, desde luego será un punto de inflexión. En la review del año pasado callé demasiado, quizás todavía llevaba poco tiempo y todavía creía que lo de los 6 meses podía ser una realidad, este año serán 15 meses, otra subida de 13€ amparándose en la crisis no cuela. Pero en fin, corramos un estúpido velo.

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Day Pass

La semana pasada se celebró la CampusMac 2009 en Barcelona. Salva y yo hubiéramos querido estar toda la semana, pero entre que él no tenía vacaciones y nuestra economía pre-Japón (despegamos dentro de 2 semanas!!), lo descartamos. Nuestra segunda opción fue ir el fin de semana, como el año pasado, pero por un malentendido con la asociación no pudimos pillar habitación en la residencia donde se celebra el evento, así que pasamos al plan C: dormir en casa de mis padres, que está a 15 minutos de la residencia.

De todas maneras, el viernes (que Salva trabajaba) me presenté en la residencia con mi maleta a ver si por casualidad tenían una habitación doble (por alguna cancelación o algo así, pues estaba repleta). Justo delante de mí había una pareja discutiendo con la recepcionista porque querían cancelar una habitación doble y la residencia les quería cobrar la noche por avisar con tan poco tiempo de antelación (cosa que hacen en cualquier hotel, pero estos 2, italianos, no querían comprender). Yo no sabía si intervenir o no, al final como veían que la discusión se alargaba y yo llevaba un rato esperando me preguntaron qué quería… a los italianos se les abrió el cielo! Cambiaron la reserva de nombre, yo les hice un favor y ellos a mí otro… todavía no me creo la potra que tuve :). Para la noche del sábado no tenían habitación doble, así que pillé una simple con la intención de colarnos Salva y yo en ella, pero no hizo falta porque yo no dormí esa noche xDD

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