Hoy ha sido uno de esos días en los que podría escribir posts como éste, si lo sé me quedo en casa con mi dolor de garganta, pero en la oficina van saliendo marrones como setas y hay que arrimar el hombro.
Ya dije hace poco que me encanta mi trabajo. Una de las cosas buenas que tiene mi empresa es que, pese a ser una consultora, suelen respetarse los horarios, es decir, no te miran mal por irte a tu hora. Por supuesto, siempre hay excepciones en momentos punta de trabajo (ya sea mala planificación -cosa que se intenta evitar, pero no siempre se puede-, cliente cabrón o marrones varios), pero no hay overtiming cultural (ése de decirte “qué, tienes frío?” si ven que te pones la chaqueta).
La semana pasada teníamos a una senior de baja, en mi departamento hay 3 seniors que llevan bastantes proyectos, así que podéis imaginar cómo estaban las otras 2 (sí, son 3 chicas :P), ocupándose de sus asuntos e intentando llevar además los proyectos de la otra (reuniones, trabajo, coordinación de juniors…). Como yo no estoy en la oficina por las mañanas, no había notado el estrés adicional. El martes pasado vinieron las 2 seniors a preguntarme si podía quedarme un rato más a acabar un par de documentos. A mí no me iba demasiado bien porque pensaba ir a ver a mis padres, pero como uno de ellos había que entregarlo ya, me quedé a acabarlo.
Eran casi las 19h (normalmente salimos a las 17:30h) cuando me puse con el segundo, que enseguida vi que me llevaría bastante tiempo… y se me ocurrió que como el día siguiente era festivo (la Mercè, patrona de Barcelona), podría llevarme la información a casa en el iPod y acabarlo. Así que el miércoles, después de preparar el pastel me puse con el documento. Y lo hice a gusto! Me dio pereza, eso no lo negaré, pero no me molestó en absoluto tener que hacerlo (ni me hubiera molestado quedarme el martes si no fuera por lo de mis padres).
Hoy ha sucedido algo parecido, pero a la vez completamente distinto. Es algo que yo he sufrido hoy, pero que otros llevan aguantando toda la semana. El típico proyecto relámpago: uno de los socios de la empresa tiene que salvarle el culo a algún conocido suyo (favor personal para conseguir a cambio enchufes varios) y acepta hacer algo en un tiempo mínimo. Planificación de recursos? Para qué, no saben decir que no.
En este caso se trata de redactar un proyecto ejecutivo cuando la instalación ya se está realizando (porque al dueño de la instalación se le ha antojado ahora tener documentación asociada al proyecto), los distintos proveedores nos han pasado la información para que la organicemos en la estructura típica de proyecto ejecutivo. El problema viene cuando:
- La información de partida está pobremente redactada, cuesta entender qué dice.
- La información de partida es incoherente, algunos datos difieren según dónde los mires.
- Los planos en Autocad son incompletos y erróneos, y encontrar la correlación con el listado de elementos que tenemos que ubicar en ellos es tarea complicada.
- Nadie sabe el alcance del proyecto.
- El tema entró el lunes o el martes (no lo sé seguro, a mí me salpicó el martes) y había que entregarlo hoy (jueves).
El resultado de todo esto es 4 o 5 personas currando 3 o 4 días hasta las mil, sin ningún sentido. Como hoy era la fecha límite, me ha tocado pelearme con los planos en Autocad (me lo explicaban y no daba crédito… pero cómo he de encontrar la “Sala de ventilación” si no hay apenas etiquetas en los planos! Que inspiración divina no tengo, de momento!), eran unos planos hechos con el culo y los planos finales me han quedado también con el culo. La primera hora y media intentaba hacerlo bien, la última hora lo he hecho de cualquier manera. Y estoy hablando de horas extras!
Así que a las 20h acabo con los planos de un subsistema, se lo comento a la senior (que la pobre está igual de enmarronada o más, la única culpa que tiene es la de tragar con estas chorradas) y le digo que no es normal tener que hacer estas CHAPUZAS. Ella me dice que me vaya a casa, que ya tenía pensado decírmelo porque sabe que vivo lejos, pero no es eso. No me importa quedarme hasta las 20h por algún proyecto mío, no me importa tampoco por ayudar a alguien con algo, pero lo que me molesta en extremo es estar haciendo cosas inútiles, sin sentido y hacerlas mal. Nadie nos ha explicado de qué va el proyecto exactamente, nos han dado la documentación de partida (como decía, incompleta, incoherente e ininteligible) y una fecha límite imposible. Y yo soy incapaz de hacer algo sin entenderlo (cuando estudiaba, nunca pude copiar trabajos o ejercicios tal cual, necesitaba entender la solución para poder hacerla mía), y me corroe la rabia.
Al final me he ido con mi berrinche y he dejado a 4 compañeros, me ha sabido mal irme pero creo que deberían haber hecho todos lo mismo (total, la senior me ha dejado claro que no les daría tiempo a acabarlo, y que lo entregarían tal como estuviera… nadie se ha repasado nada, por supuesto). Lo peor de todos estos favores personales es que te quitan tiempo para trabajar en los proyectos por los que realmente te han contratado, con lo que acabas dando una imagen pésima a tus clientes (por parte del otro socio ha entrado otro proyecto relámpago esta semana, el socio les decía a los implicados que para los demás proyectos “tenéis la gripe”).