No necesita introducción, no? Iba a llamarla “Crónicas de una maquera” para homenajear a un personaje muy querido de este blog, pero resulta que a #PoloFresa le tengo cariño (tenemos algo en común!) y a esta no. No sé cuánto durará esta serie, dependerá de que las sandeces que diga o haga puedan pasar por el filtro anonimizador sin que pierdan la gracia. Pero es que con esta me he reído mucho, y tenía que compartirla. Dedicada a @verleh 😉

Los mails son literales, solo he eliminado buenos días y despedidas, sustituido personas y generalizado conceptos para mantener un cierto anonimato, y traducido del catalán si es necesario. Y todos son de hoy. El único antecedente que hay que conocer es el ejemplo explicado en el cuarto párrafo del post anterior. Desde entonces, le dije a T3 que pidiera permiso hasta para la menor chorrada, por si acaso.

Vamos con los mails (fijaos en los destinatarios):

From: IC
To: maquera

En la oficina XXX necesitan tres teléfonos y si es posible con identificación de llamadas.

From: maquera
To: IC
CC: T3

Lo paso a T3, que es quien lleva ahora estos temas.

Hasta aquí, normal.

From: T3
To: maquera
CC: Cris

He revisado esta oficina y la línea de voz no tiene dado de alta el servicio de identificación de llamadas, lo pido a Telefónica?

Bien, T3, preguntando hasta por respirar.

From: maquera
To: T3
CC: Cris

Sabes si lo necesitan? Os lo han pedído explícitamente? Si es así adelante, si no, preguntad a IC.

Nena, no lees? (obviamente, todo esto es sobre el mismo hilo de mails, con el histórico abajo)

From: T3
To: maquera
CC: Cris

Lo comentaba porque lo pedía IC en su correo.

P0WN3D!

From: maquera
To: T3
CC: Cris

Perfecto, T3, no lo había visto. Normalmente cuando piden identificación de llamadas no hay ningún problema.

Ningún problema… menos cuando lo pides sin preguntar, que monto un pollo. Como decimos por aquí, qui t’entengui, que et compri!

En septiembre hará 3 años de esto. Lo que se suponía que iban a ser 6 meses se convirtió en año y medio de mañanas en el Cliente, tardes ociosas en la oficina, y otro año y medio con una dinámica diferente que ha sido bastante más interesante y productiva. Por lo pronto, he podido participar activamente en un proyecto, algo que hace dos años veía inviable, y he estado de apoyo en otro (la idea inicial es que lo llevara yo junto con mi jefa, pero dada la envergadura del proyecto – en los momentos álgidos recibíamos al menos 50 mails al día :S – y que yo no estaba en la oficina todos los días fue imposible).

En el Cliente, las cosas han seguido como siempre: trabajo monótono en general, con momentos puntuales interesantes cuando había alguna implantación (el año pasado por estas fechas empezamos la migración a ToIP de los centros principales de una de las empresas del grupo, y este año estamos haciendo las oficinas; también hicimos a finales de 2010 una reestructuración general de los 902 de la empresa, que fue muy entretenido… lo que más me gusta es trabajar con Call Centers, eso está claro :D)… y mucho curro. El junior que me ayudaba (aunque es un decir, nunca llegué a traspasarle ninguna tarea importante, él estaba en otros temas y era complicado que los dos tuviéramos tiempo en la oficina para enseñarle cosas) tenía contrato hasta final de 2010, y no le renovaron (nueva política en mi empresa: ahora no hacen contratos indefinidos… así que cuando llevas 2 años de contrato “de prácticas”, que estarían obligados a hacerte indefinido, te echan), y el que me pusieron en su lugar… pfff sin comentarios (solo diré que @verleh le puso el acertado mote de T3).

Y tanto curro había, que un buen día a mediados de abril el RC me llama y me dice “Cristina, coméntalo con quien lo tengas que comentar, queremos aumentar un 50% la dedicación, y que vengas un día más aquí”. Conforme cuelgo la llamada, vuelvo a levantar el teléfono para decírselo al Gerente, dejando claro que yo NO quiero ir 3 días al Cliente y dedicarle aún más horas en la oficina, que ya estuve año y medio sin hacer nada más que el Cliente y no quiero volver a eso. Me pide que le envíe un mail con las tareas para las que creo que el RC pide este aumento de dedicación para comentarlo con la Socia. Se lo envío 5 minutos después.

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El 15 de abril hará 19 meses que estoy en el Cliente (aquello de que como máximo serían 6 meses ya es sólo un mal chiste :P). Estos casi 19 meses mi rutina diaria ha sido: 4 horas en el Cliente por la mañana y algo menos de 3 horas en la oficina por la tarde. La parte buena es poder dormir una hora más (en la oficina entramos a las 8h, y mi horario en el Cliente empieza a las 9h, no me da tiempo de pasar antes por la oficina) y el horario de los viernes (salgo a las 13h del Cliente y no vuelvo por la oficina, ya que salen a las 14h y tampoco me daría tiempo de nada); la parte mala… don’t get me started. Además de lo poco que me gusta mi trabajo en el Cliente, 3 horas en la oficina son muy pocas para poder llevar un proyecto.

Cuando empecé en el Cliente, el proyecto de PoloFresa estaba dando sus últimos coletazos, por lo que en la oficina básicamente me dedicaba a eso, y en el tiempo que me quedaba libre, a parchear (ayudar a compañeros con el trabajo sucio: tablas Excel, esquemas, búsqueda de información… de chica para todo, vamos). Cuando lo de PoloFresa se acabó, sólo me quedó parchear. Algunos de esos parcheos fueron cosa de más de una tarde y me indigné por cómo estaban planificados, pero la mayoría eran (y siguen siendo) poca cosa. Súper interesante ¬¬

Podéis imaginar lo que son 19 meses sin un proyecto entre manos. Bueno, antes del verano pasado se me asignó a uno, precisamente sin tener en cuenta que sólo estaba en la oficina 3 horas. Peor: llegó julio, y con él la jornada intensiva (horario de 8 a 15h en la oficina), y no se tuvo en cuenta que yo tenía menos de hora y media al día para dedicar a ese proyecto. Peor: llegaron las vacaciones de agosto (hay 2 semanas obligadas, pero la gente suele pillar 3; yo normalmente sólo hago las obligatorias, y el año pasado, teniendo el viaje a Japón en septiembre, con más razón), y se le prometió a ese cliente que en una semana tendría hecho algo que yo ya había avisado que no podría (en condiciones normales lo acabaría en un par de días, pero con lo poco que podía dedicarle cada día, imposible), y obviamente el cliente se quejó. Peor: llegó septiembre, se hizo una especie de piloto de ese cliente y desde entonces el proyecto está parado.

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Meteosat 09.03.2010 (Gran Nevada Barcelona 2010)

Desde casa, con la calefacción a tope, no puedo dejar de explicar mi batallita de ayer, como ya han hecho otros.

La mañana empezó como cualquier otra. Con lluvia, pero nada raro. Salva había decidido ir en tren (trabaja en un polígono industrial de El Prat, y el transporte público hasta allí es engorroso, así que muchos días va en coche), así que nos despedimos en Plaça Catalunya, yo salí de la Renfe y cogí el FGC hacia el Cliente (en un polígono industrial de Sant Cugat… por suerte, las oficinas del Cliente están al lado de la estación de FGC). Como siempre, escuchando algún podcast y jugando a algún juego… hasta que a la altura de La Floresta me dio por levantar la vista del iPhone, y vi que nevaba. Qué ilusión!

Al llegar al Cliente seguía nevando, y los jardines del recinto del Cliente tenían una fina capa de nieve, que aún dejaba entrever el verde de la hierba. Bonito. En la sala donde trabajo (que hasta el lunes pasado compartíamos con el CallCenter principal de la compañía, unas 40 personas, pero que fue trasladado a otro edificio y ahora sólo ocupamos 9 personas de informática y telefonía, con lo que cualquier conversación entre dos personas se convierte en comunitaria a los 2 segundos) las actitudes eran diversas: desde la completa ilusión de uno de los de telefonía (que lamentaba que las chicas del CallCenter estuvieran tan lejos porque si no saldría con ellas a tirarles bolas de nieve), hasta la negatividad de una de las de informática (que no vino, siempre que nieva o amenaza con nevar se niega a salir de casa), pasando por la impuntualidad (debida a los problemas en la carretera), la neutralidad (mira cómo llueve! A ver si para un poco!) y el cachondeo (vamos reservando habitación en el Novotel de aquí al lado?) de otros.

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Hace 4 años escribí un post con el mismo título que éste, pero no tiene nada que ver. O sí. Lo de hoy pretende iniciar una serie de posts que me obliguen a escribir, aunque sea muy de vez en cuando, qué es de mi vida, que tengo el blog muy abandonado.

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Sigo en el Cliente por las mañanas. Llevo un año y un mes (se cumplirán el jueves que viene… sí, llevo la cuenta al día, como si fuera una condena), 7 meses más de lo máximo que se me prometió. La última vez que tuve ocasión de quejarme fue justo en el primer aniversario, el 15 de septiembre, con mi tutora (aka ex-jefa). Su respuesta fue halagadora pero negativa para mí: están buscando a alguien, pero se trata de un cliente importante y no pueden enviar a cualquiera, tiene que ser alguien con suficiente conocimiento técnico y en quien confíen; yo conozco muy bien al Cliente y además tengo buena base técnica y conocimiento de la metodología de la empresa, así que buscar un sustituto es difícil. En fin.

El caso es que un daño colateral que llevo sufriendo todo este año es la sensación de estar en ninguna parte: la mañana la pierdo en el Cliente, por lo que sólo tengo poco más de 2 horas y media por la tarde para dedicarme a otra cosa. Esas 2 horas y media son insuficientes para asumir un proyecto, por lo que llevo un año haciendo parches: una semana estoy mano sobre mano y la siguiente alguien necesita ayuda para algo y me piden horas extras (ellos lo llaman sobreesfuerzo :P). Y lo odio.

Luego en la review de diciembre dirán que no cojo responsabilidades, pero claro, si me tienen como junior de primer año qué responsabilidades quieren que coja? Porque desde luego, las que cojo en el Cliente no parece que se aprecien: llevo muchos meses yo sola tirando adelante todo. Lo que se supone que tengo que hacer y lo que no (y se dan cuenta ahora, pese a que yo he ido avisando). Tengo ganas de ver qué me dicen este año, desde luego será un punto de inflexión. En la review del año pasado callé demasiado, quizás todavía llevaba poco tiempo y todavía creía que lo de los 6 meses podía ser una realidad, este año serán 15 meses, otra subida de 13€ amparándose en la crisis no cuela. Pero en fin, corramos un estúpido velo.

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… personaje puesto.

[Momento remember] Ains, qué bien vivía hace un año, aguantando a PoloFresa, sí, pero en un proyecto que me motivaba, que prácticamente llevaba yo, que iba a mi aire… hace un año el jefe de PoloFresa preguntaba si podríamos apagar la centralita antigua antes del verano (durante la ejecución del proyecto han estado trabajando las 2 a la vez: los usuarios no migrados cuelgan de la antigua, y conforme se pasan a ToIP pasan a la nueva… de hecho, la interconexión de las 2 centralitas fue quizás lo más interesante y bonito del proyecto)… juas! Entonces ya le dijimos que ni de coña (faltaba la segunda fase del proyecto, que implicaba migrar un territorio bastante grande, más complicada que la primera fase, que fueron 4 plantas de usuarios), pero el tío insistía en que PoloFresa se pondría las pilas y que como mucho en septiembre estaría migrado todo… juas doble! En diciembre decía que el proyecto se cerraba en enero… juas triple! [/Momento remember]

Ahora sí, de verdad, estamos cerrando el proyecto… queda pendiente migrar una cosa (o sea que la centralita antigua, de momento no se apaga :P) por culpa del cliente, pero los documentos de recepción de la instalación ya están listos para firmar (se ha añadido una nota diciendo que cuando el cliente solucione lo suyo, el proveedor colaborará con la migración de lo que falta), parece que ésta es la buena… así que es hora de decirle adiós a PoloFresa… gran ovación, gente llorando, oooh, se va un gran personaje que ha dado taaaanto a este blog… 😛

Pero como decía en el título, a personaje muerto, personaje puesto. Y hoy toca hablar de El Parao, que espero que no se convierta en habitual por aquí (porque significará que tengo que trabajar más con él, arrggghhh!).

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El viernes pasado volvió a pasar lo que explicaba al final de este post. A las 12:45h (mi horario en el Cliente acaba a las 13h) me llaman y me dicen que si voy a la presentación de la Socia. What? Por lo visto alguien olvidó enviarme la convocatoria, y había una presentación de la socia de mi empresa a las 13h. Así que me obligaron a llamar al Cliente y decirle “oye, que me voy ahora” y salir corriendo para la oficina.

La presentación fue un “qué buenos somos, cómo nos queremos”, en la que no solté una carcajada (por no llorar) por no liarla ahí con todo el mundo, pero flipé bastante. Sobre todo en la parte en la que hablaba de las “puntas de trabajo”, donde decía que se intentan planificar las tareas para no incumplir los horarios de trabajo, pero que a veces eso no es posible y aparecen las puntas de trabajo, en las que todos debemos colaborar para que las tareas salgan adelante. Yo tengo 2 problemas con esta frase: el primero es que cuando habla de todos no incluye a la empresa, que nunca ha reconocido ni agradecido las horas extra… o sea que yo tengo que darlo todo y tú nada? Pues no, yo tengo vida aparte de la empresa y si tengo cosas que hacer fuera de mi horario de trabajo no tengo que dar explicaciones ni sentirme mal por irme.

El segundo es más gracioso, y es sobre cómo se planifican las cosas. Simplemente os pondré un ejemplo de planificación pésima que he vivido la última semana: imagina que tienes 3 personas durante 5 días para hacer tareas con 2 programas A y B. De A tienes licencias infinitas (porque lo tienes pirata :P), pero de B sólo tienes una (porque va con una llave USB y no es pirateable :P). Qué haces?

a) Poner a 2 personas con el programa A y la tercera con el B durante los 5 días.
b) Poner a las 3 personas con el programa A hasta que se acaban las tareas (unos 3 días) y luego a una con el programa B los 2 días restantes.

Si has respondido a), enhorabuena, tienes sentido común. Si has respondido b), envíame tu curriculum, que en mi empresa te contratarían como gerente.

… de llevar 7 meses en un proyecto en casa del cliente en el que se suponía que iba a estar 6 meses como máximo.
… de que no tenga pinta de finalizar pronto.
… de que cada vez que pregunto me digan que “estamos buscando a alguien”, pero todos los nuevos que entran se quedan en la oficina.
… de que las cosas siempre sean para ayer, aunque lleve una semana rascándome la barriga a dos manos.
… de que aunque apenas pase 3 malditas horas en la oficina, me den trabajo para 8.
… de que se asuma que haré las horas que haga falta, sin pago ni agradecimiento.
… de que cuando me niego a un sobreesfuerzo en una semana determinada (en la que me va fatal) me miren como si me escaqueara.
… de los proyectos de hospitales.
… de los proyectos que se hicieron hace años pero se ejecutan ahora, y los planos no tienen nada que ver con los de entonces (ni probablemente tendrán nada que ver con lo que finalmente se construya).
… de los proyectos de hospitales que se hicieron hace años pero se ejecutan ahora, y los planos no tienen nada que ver con los de entonces (ni probablemente tendrán nada que ver con lo que finalmente se construya).
… de que me expliquen las cosas como si fuera algo de 10 minutos, cuando yo, que estoy acostumbrada a hacerlas, sé que es cosa de bastante más.
… de estar yo sola en el proyecto en casa del cliente, dando la cara ante el cliente, haciéndolo todo yo sola, sin que nadie se haya preocupado por mi trabajo desde hace meses, y sacando adelante el trabajo, y que luego me digan que tengo que coger más responsabilidades.
… de que me pidan que coja responsabilidades y no me las paguen.
… de que me pidan que coja responsabilidades y luego cuestionen cada paso que doy.
… de que mi sueldo haya subido 13 euros al mes y el alquiler 57.
… de que me vendan una miseria de sueldo variable con el que no voy a ninguna parte, sin especificar los criterios para contabilizarlo.
… de mi trabajo. Hace menos de un año no era así (a veces incluso me lo pasaba en grande!), y eso me entristece.
… de estar triste y tener ganas de llorar de rabia (y lamentablemente, esto último ocurre con bastante frecuencia últimamente entre las 15h y las 17:30h).

… de que pretendan que atienda una llamada de teléfono que no sé ni de que va… estando afónica (cuando ni siquiera tendría que haber ido a trabajar sin voz).
… de que me envíen un mail para que vaya a una reunión que se solapa con mi horario en el cliente… horas antes de esa reunión. Aquí la que queda mal con el cliente siempre es la misma 🙁

Esta semana, en el cliente en el que estoy por las mañanas, hemos estado rompiéndonos el coco con una incidencia curiosa. Resulta que en una sede de La Coruña habían asignado un número de teléfono libre (un 981) a un nuevo usuario, y este nuevo usuario se quejaba de que recibía continuamente llamadas de gente (clientes) que llamaba a atención al cliente (un 902). Y como él no podía atenderles, los clientes se rebotaban, claro. Él no entendía cómo es que el 902 estaba desviado a su 981, y nosotros tampoco, porque el centro de atención al cliente al que los clientes decían que llamaban está en Barcelona…

No sé si he explicado alguna vez cómo funciona la Red Inteligente (los números 90x, vamos): los números 90x no son líneas físicas, son números virtuales que, mediante scripts, se desvían sobre números reales (un 93, un 91, un 981, etc.). Además, se pueden crear árboles de encaminamiento, basados en el origen de la llamada (un móvil, un fijo de Barcelona, un fijo de Salamanca…) o las decisiones del llamante (mediante una o más locuciones que le indiquen diferentes opciones, como la elección de idioma o el motivo de la llamada), con lo que al final un 902 puede estar desviado a varios números normales a la vez.

La ventaja de usar un 902 en lugar de los números normales es doble: por un lado, el cliente sólo necesita conocer un número, el 902, y aunque la empresa modifique su política de atención de llamadas (por ejemplo, que haya 2 centros de atención de llamadas en Madrid y Barcelona y que por una reestructuración se unifiquen en Barcelona), las llamadas se encaminarán correctamente (realizando los cambios necesarios en Red Inteligente) y el cliente ni se entera; y por otro, en caso de contingencia (se cae la sede central de Barcelona y los números 93 están inaccesibles), puedes desviar el 902 mediante Red Inteligente a otros números provisionales (un 91 donde haya un centro de backup, por ejemplo) y el cliente tampoco lo nota. La desventaja para el cliente también es clara: llamar a un 902 cuesta dinero, mientras que las llamadas a fijos nacionales suelen estar incluidas como tarifa plana en las cuotas de ADSL, por lo que son gratis. De ahí que salgan páginas como no más números 900, que intentan averiguar los números normales que se esconden detrás de los 90x (more on this later, no corráis a buscar números todavía :P). Por qué las empresas suelen usar números 901 y 902 (de pago) en lugar de números 900 (gratuitos)? Lo desconozco, y ahí es donde me pongo de parte del cliente que ha tenido que llamar a Yacom y se ha dejado la pasta intentando que le arreglen una incidencia.

Retomando el tema inicial del post, esta empresa en concreto tiene algunos árboles de encaminamiento muy complicados (yo de tanto mirármelos ya me los sé de memoria, hasta mejor que los de Telefónica que son los que los programan! :P), pero el 902 al que llamaban los clientes es uno de los que, aunque tiene bastantes ramificaciones (es decir, posibles destinos), la atención es 100% en Barcelona. Después de repasar los scripts de configuración y comprobar que los 93 seguían siendo 93 y que ninguno se había transformado en 981, verificamos en la configuración de la centralita que ninguno de esos 93 estuviera desviado sobre ese 981. También consultamos con Telefónica por si por error se había configurado un desvío de operador, pero no había ninguno. A todo esto, el pobre usuario no podía ni conectar el teléfono porque seguían entrándole llamadas. Yo ya le dije al responsable de telefonía de la empresa que era imposible que esos clientes estuvieran llamando al 902, que habíamos revisado todas las posibles vías de fuga de llamadas y ninguna acababa en un 981, que lo más probable es que los clientes llamaran al 981 y dijeran que estaban llamando al 902, pero él se negaba a creer que la gente mintiera porquesí. Le hablé del wiki de no más números 900 y flipó un poco. De todas maneras, yo ya había buscado la entrada de la empresa, por si alguien en algún momento había puesto el 981 como destino de nuestro 902, pero no.

And finally… hoy, en el trayecto de la empresa a mi oficina, se me ha encendido la bombilla. Google lo sabe todo, preguntémosle! El número completo, seguido, no lo he encontrado, pero sí separando las cifras de 3 en 3 (“981 xxx xxx”)… y tal como sospechaba, “no más números 900” estaba detrás de esta extraña incidencia, sólo que no bajo la entrada de la empresa, sino la de otra empresa que pertenece a ella (aunque el 902 en cuestión es de la empresa madre!).

Les he enviado un correo a los de la empresa y los de Telefónica para decir que había encontrado la solución, y les he enviado un link a la página. Imagino que han pensado que soy una friki (y algo de razón tendrán :P), pero mi frikismo me ha servido en mi trabajo! Es curioso, ahora a otro compañero le han encargado el mantenimiento de la web de la empresa (hasta hace bien poco no teníamos, a mis jefes les funcionaba perfectamente el boca a boca, pero al final se han dado cuenta que es importante estar en internet), y entre otras cosas tiene que conseguir que salga en los buscadores (si ya antes me cuidaba de decir el nombre de mi empresa o de enlazar el dominio, ahora que Google está al acecho, mucho más! :P), así que la conversación de sobremesa de hoy ha sido también bastante friki, sobre buscadores, posicionamiento, malas prácticas (otro compañero sugería poner palabras clave como ingeniería, telecomunicaciones o consultoría en el mismo color del fondo para atraer a Google xDD)… muy interesante.

Como conclusión, no os fiéis mucho de lo que pone “no más números 900” o páginas similares, pues aunque cuando alguien puso la información podía ser veraz (no es éste el caso, pues nunca ha habido un centro de atención de llamadas de esta empresa en La Coruña… todavía no entiendo de dónde han sacado ese número), a lo largo del tiempo esos números pueden cambiar (por ejemplo, este mes he estado bastante liada con una reestructuración de otro 902 de la empresa, que a partir del lunes cambia completamente de destinos), y llamando directamente a los números desaparece la principal ventaja de la Red Inteligente: la transparencia para el cliente ante cambios en la empresa. Yo por mi parte mañana me registraré y borraré el número, espero que no lo reviertan por vandalismo!

La última vez que os hablé de PoloFresa decía que no habría más crónicas porque el proyecto se lo quedaba mi jefa. Bueno, después de más de 2 meses, esto no ha sido exactamente así. A las reuniones no puedo ir porque estoy en el otro cliente, pero he seguido haciendo el trabajo de detrás (incluso redactando el acta de las reuniones a las que no asisto… :S).

Lo bueno es que en la oficina yo realmente sólo estoy 3 horas por la tarde, y en la empresa de PoloFresa sólo trabajan por la mañana, así que si ya era difícil conseguir hablar con él antes (porque me coge el teléfono cuando le da la gana, y la mayoría de las veces no le da la gana :P), ahora es aún más complicado…

Pasé unas semanas algo estresantes, después de un mes de haberme desentendido del proyecto tuve que volver a ponerme al día (y si yo llevaba un control estricto de lo que se hacía y lo que no, mi jefa lo deja un poco más en manos del cliente y el proveedor… claro, luego la que tiene que enterarse hablando con unos y con otros soy yo), con el hándicap de tener menos horas disponibles. Pero bueno, ahora el proyecto ya está en la recta final (si todo va bien, cerramos a finales de enero) y mi trabajo está hecho, sólo queda ir controlando que se mantenga la planificación acordada, que no se duerman en los laureles, vamos.

Pero vamos con la perla de hoy. El jefe de proyecto del proveedor envía un correo para indicarnos el estado de la implantación de telefonía (qué se ha migrado, qué no) y de paso nos informa de una configuración que les han pedido los propios usuarios. El asunto del correo es “Solicitud nueva configuración de X”, pero en el cuerpo del mensaje nos habla de la configuración de Y. Algo sin importancia (en el mail quedaba claro que hablaba de Y), pero después de un rato, se da cuenta y envía otro e-mail:

Evidentemente el título debería ser “Solicitud nueva configuración de Y”

La explicación no tiene pérdida, no? Respuesta de PoloFresa:

???????????????

(no he añadido ni eliminado ningún interrogante, es un copypaste de su mail)

Si es que el cerebro no le da, no le da… Ains, si no fuera porque tiene un gran gusto para las películas (hace poco la emitieron por TVE1, y por supuesto me la tragué religiosamente, la semana siguiente cuando le llamé me dijo que se había acordado de mí), no sé si le habría dicho de todo ya… 😛