En este país nos pirra lo gratis. No hay más que ver lo que pasa cuando en algún punto de la ciudad se reparten muestras de algún producto, los follones que se montan…
Cuando iba a la universidad, en el Campus Nord, se hacían muchas campañas de este tipo (supongo que se siguen haciendo): recuerdo los míticos “University Welcome Pack” (unas bolsas con muestras de productos variados que nos regalaban a principio de curso), los camiones llenos de garrafas de Sunny Delight (la gente se llevaba 3 o 4 garrafas, con lo asqueroso que está!), los helados de Ben & Jerry (que nos sirvieron de postre innumerables veces en las épocas de examen… y es que los Ben & Jerry están riquísimos! Lástima que, una vez aficionados a ellos, no haya demasiados sitios donde comprarlos…) y Frigo (éstos no estaban tan buenos, sólo tenían de fresa :P), los Ghostbusters de Nescafé (unos tíos que se paseaban por el Campus con una mochila tipo cazafantasmas, que te servían café gratis), las chicas que repartían pasta precocinada (esos espaghetti a la carbonara me solucionaron muchos fines de semana sola en casa!), el camión de bolis (había cola para que te regalaran unos bolis súper cutres!), los periódicos gratis (no los gratuitos, que también, sino El Periódico de Catalunya!) en época de exámenes (que amenizaban la cola de la biblioteca y gracias a los cuales procrastinábamos el inicio del estudio, haciendo tooodos los pasatiempos antes de abrir los apuntes)…
En Plaça Catalunya también hacen cosas de estas de vez en cuando, y la gente se apelotona por 1 DanUp (aunque luego cogen 4) o por un zumo raro que ni siquiera saben qué es (y luego suele estar asqueroso). Precisamente hoy he leído en el ADN que mañana regalarán desayunos en algunos puntos céntricos donde diariamente reparten el periódico. Yo antes solía dar un poco de vuelta en mi camino hacia los Ferrocarriles para pasar por donde el repartidor de ADN y llevarme mi ejemplar, ahora como lo cojo en Mataró, ya no suelo hacer esa vuelta… pero reconozco que tengo curiosidad por saber qué regalarán mañana.
Hemos llegado a un punto en el que parece que si no coges algo que es gratis es que eres tonto. True story, me pasó hace unas semanas. Os pongo en situación: el carnet universitario de la UPC es (o era, no sé cómo lo tienen ahora) de la Caixa Catalunya. Podías tener el carnet sólo o hacer que también fuera una tarjeta de débito, abriendo una cuenta gratuita allí o asociándole una que ya tuvieras. Por aquel entonces, el comercio por internet empezaba a despuntar pero todavía desconfiábamos al poner los datos de nuestra tarjeta, así que pensé que no me vendría mal una segunda cuenta bancaria, con poco dinero, para utilizarla en internet, y en caso de que me robaran los datos minimizar el impacto.
En el principio de los tiempos utilicé la tarjeta, tanto por internet como en comercios físicos (creo que regalaban algo por gastarte X dinero xDD), pero luego abandoné la cuenta. Las transacciones por internet ya eran más seguras y me era más cómodo utilizar mi cuenta principal que no andar moviendo dinero de una caja a la otra. Pero no la di de baja porque era gratis y me podía servir en algún momento.
Un día me llegó una carta de Caixa Catalunya conforme a partir de tal día empezarían a cobrarme mantenimiento. Fui a mi oficina a darla de baja, pero me dijeron que eso a mí no me aplicaba, porque yo tenía carnet de estudiante y con ese carnet no me cobrarían nada, así que la mantuve.
Hace un par de meses me llegó otra carta, esta vez diciendo que mi carnet de estudiante había caducado y que me pasara por la oficina para estudiar mis opciones. Primero fui a una de Mataró, donde la chica que me atendió me ofreció una cuenta gratuita el primer año, también me regalaban una maleta y no sé qué más, pero yo ya estaba cansada de ir posponiendo por tonterías el dar de baja una cuenta que no usaba desde hacía 5 años por lo menos (ni siquiera sabía cuánto dinero tenía allí!). El caso es que esta chica no pudo dar la cuenta de baja, tenía que ir a la oficina donde la abrí.
Fui a la oficina de mi barrio, me atendió otra chica que me ofreció algo parecido (cuenta gratis y otro regalo), le dije que no, me dio un papel para firmar donde vi que tenía 42 euros pero que me devolvían 38, firmé el papel, me dio el dinero y le dije:
– [Cris] Esos 4 euros, a qué se deben?
– [Caixa Catalunya #1] Son gastos de mantenimiento.
– Ya, pero cuando yo abrí la cuenta me dijeron que no había gastos de mantenimiento.
– Bueno, a partir de los 26 años sí.
– Vale, pero es que cuando me enviaron una carta diciendo que empezarían a cobrarme, vine a dar de baja la cuenta y me dijeron que por ser carnet de estudiante no me aplicaba.
– Ya, por el carnet no te cobramos nada, es por la cuenta.
A veces lo gratis no es gratis, y por querer aprovecharse de las promociones, te acabas pillando los dedos. Bueno, por lo menos ya podía olvidarme tranquilamente de Caixa Catalunya (que dicho sea de paso, tampoco me caen muy bien… nunca me han gustado los bancos que se esconden tras mostradores de cristal o te hacen dejar tus pertenencias en taquillas, te tratan directamente como a un atracador potencial)… o no. Porque a los pocos días recibo una llamada de un número oculto. Cojo el teléfono (debería colgar directamente, porque suelen ser llamadas para ofrecerte cosas que no quieres, pero la curiosidad me puede, y a veces es algún conocido que llama desde la oficina y sale oculto) y una chica me dice que llama de Caixa Catalunya para hablarme de mi carnet universitario.
– [Cris] Es que yo ya lo di de baja la semana pasada.
– [Caixa Catalunya #2] Ya, pero estamos llamando a todos los que teníais el carnet de la UPC para ofreceros unas condiciones ventajosas a la hora de abriros una nueva cuenta.
– Vale, pero no me interesa.
– Mira, te explico un poco. Es una cuenta gratuita durante un año, con una tarjeta de débito también gratuita, [bla bla bla, no me acuerdo exactamente de todo] … y además, te regalamos una webcam.
– Vale, pero no me interesa.
– Bueno, piensa que es gratis, todo el mundo está aceptando esta oferta porque es gratis, y por el tema de la webcam.
[me estás llamando tonta o qué?]
– Ya, pero es que ya tengo webcam y no la uso, por mucho que sea gratis no lo quiero.
– Ah… Bueno, quedamos a tu disposición en el 93 [bla bla bla] por si cambias de idea, gracias.
No le dije nada de los 4 euros que me había costado mi anterior cuenta gratuita porque había gente delante y no quería parecer una pesetera, pero me quedé con las ganas… no por los 4 euros, que al fin y al cabo ya estaban perdidos, sino por replicar a su insistente es gratis…
Si todavía estáis aquí leyendo en lugar de ir a abriros una cuenta en Caixa Catalunya para que os den una webcam gratis, es que sois tontos 😉
Actualización 27.05: Ains, qué ilusión! Cuando escribí el post la web estaba caída, pero hoy, buceando por la hemeroteca de Distorsió (la revista de la Escuela de Telecos de Barcelona) he encontrado la portada que, tomando el ejemplo de los espaguetis, hablaba de este fenómeno de lo gratis.